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México

FUTBOL / COPA ORO. Filosofía del Piojo Herrera: “No jugamos nada, pero aprovechamos la oportunidad”

La noche del miércoles fue de claroscuros para el futbol mexicano. Por una parte, el equipo de Tigres de la UANL pasaba a la final de la Copa Libertadores, eliminando al Internacional de Porto Alegre, jugando buen futbol. Del otro lado, el Tri tocando fondo, mostrando toda la miseria futbolística y moral de la industria del futbol.

Raúl Dosta

Raúl Dosta @raul_dosta

Sábado 25 de julio de 2015

Tal vez la etapa de Miguel Herrera al frente de la selección mayor se concrete en la peor de la historia de este país. Porque el negocio futbolístico ha rebasado en su totalidad a la práctica deportiva.

Las campañas de Fair Play organizadas por la Federación Internacional de Asociación del Futbol (FIFA por sus siglas en inglés) la han tirado por la borda los directivos de los principales organismos afiliados a ella y la Confederación de Futbol del Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) no iba a ser la excepción; y México, cuyos directivos aspiran a apoderarse de dicho organismo, mucho menos, según parece.

Porque el favorecer a ciertos equipos no es una casualidad debida sólo al bajo nivel de los árbitros caribeños, estadunidenses o centroamericanos. En la Liga MX, también nos ha tocado ver casos de decisiones con aspecto fraudulento, en la Copa América igual. El interés en que determinadas selecciones avancen en las eliminatorias de cada torneo pareciera ser su leit motiv y no una agradable demostración de pundonor y agradables acciones futboleras.

El escándalo no tiene límites ante las ambiciones de los organizadores de eventos deportivos, pues ponen por delante los intereses de las grandes trasnacionales que se anuncian en una playera reconocida o en los anuncios de cancha y de TV.

Al estilo del Piojo Verde

El caso de nuestro seleccionador es patética muestra del negocio que subyuga al deporte. Por lo que se alcanza a apreciar, le ha dedicado más tiempo a las sesiones de grabación de comerciales, campañas de promoción, más los apoyos mal disfrazados a campañas políticas como los dos encuentros celebrados en Chiapas y los tuiteos de promoción al Verde, a beneficio de Manuel Velasco -el gobernador del estado sureño- y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

En el mismo lapso Herrera mal preparó dos equipos para participar en dos torneos. En ambos prometió llegar a la final, pero el mal desempeño en la Copa América ya presagiaba grandes dificultades para el primer equipo en esta Copa de Oro. En contraste, la sorprendente Jamaica participó en ambos torneos y espera a México en la final con un equipo mejor conjuntado.

Así, a pesar de que contó con los mejores jugadores para el torneo de menos dificultad, solo tuvo una actuación contundente frente a una Cuba diezmada por la falta de seis jugadores y el entrenador.

Luego vinieron dos empates, con Guatemala se encontró una marca férrea y contra Trinidad y Tobago, sufrió demasiado, pasando inesperadamente en segundo lugar de su grupo a la fase de eliminaciones directas, donde aparecería la chapuza por encima del fútbol.

Primero contra Costa Rica, se tuvieron lapsos de buenas llegadas, sin orden, con tres mediocampistas y dos carrileros amontonados, que hicieron que Héctor Herrera se perdiera, bueno, Jonathan aún no se reencuentra, y así los delanteros recibían balones con poca claridad.

A pesar de ello, Vela y Oribe penetraban un área chica densamente poblada desaprovechando varias oportunidades claras de gol. Pero no caía el gol mientras Herrera amontonaba ahora los delanteros en un escenario que apuntaba a las tandas de penales.

Y entonces apareció el drama. Cual regordete luchador de Triple A que se lanza en plancha contra un contrincante caído, apareció Oribe, lejos del balón y del cuerpo del defensor tico pero su efectivo ranazo llevó al nazareno a decretar el penalti que daría el pase a semifinales al Tri.

Inobjetablemente, al otro día hubo acuerdo generalizado entre los aficionados y muchos comentaristas: ¡No era Penal! Los “memes” y fotos de Peralta volando en solitario no cesaron de circular en internet.

La importancia del jugador número doce

Pero “oportunidades” mejores, para la lógica del Piojo por supuesto, estaban por venir de la mano de un ¿inesperado? doceavo jugador en la cancha en la semifinal contra Panamá. Un estadunidense que no debería estar pitando porque su país participaba en la otra semifinal.

Mr. Geiger le dio al Tri toda la ayuda, involuntaria o no, pero necesaria para derrotar al equipo canalero que se sobreponía a toda adversidad y llegó a tener el triunfo en la bolsa. A los 24 minutos, expulsó indebidamente a Luis Tejada. A pesar de la inferioridad numérica, Panamá se adelantó en el marcador y durante grandes lapsos del partido lució dominante ante un Tri desconcertado y desarticulado.

Miguel Herrera perdió sus poses para los acercamientos que periódicamente le hacen las cámaras, de acuerdo con la practica mercadotécnica, y más allá del amontonamiento de jugadores, no se le veía alguna iniciativa para cambiar el rumbo del partido que llevaba a la eliminación a manos de diez heroicos rivales.

En tiempo de compensación llegó la gran “oportunidad”. A fuerza de empujar hacia el frente los mexicanos metieron el balón al área chica y el defensor Torres caería sobre el balón aplastándolo con sus costillas, nunca con la mano. Llegó el obsequio de Geiger, el penalti que recataba al Piojo y a sus “chicos malos”.

Andrés Guardado no se tentó el corazón fusilando al portero Penedo. Bueno, después diría, en un ejercicio de falsa autocrítica, que estuvo en el dilema de fallarlo a propósito dando rienda suelta al Fair Play. Pura pose para desagraviar un poco la evidente ayuda.

Llegaron los tiempos extras y una nueva oportunidad de la mano de Geiger. Hay que reconocer que jugadas como la que hizo el “Chuleta” Orozco se las comen muchos árbitros, pero las evidencias en imágenes nos muestran que este delantero experimentado domina bien la técnica de enganchar su pie en el del contrario y lanzar el cuerpo hacia delante buscando el engaño visual.

En las repeticiones de TV se ve cómo claramente el defensa panameño gana la posición y la cobertura del balón legalmente. Señor Chuleta: impresionante maniobra, y otro No Penal tirado implacablemente por Guardado, quien esta vez no sintió nadita de pena.