Newsletter. Fin de un año agitado

Hace poco reeditaron La comuna de Buenos Aires (Penguin Random House) de María Moreno, una “apología de la calle como fiesta política”, según sus palabras. Ahí escribe: “es preciso leer aquellos días sin la usura de medir sus rentas; quizás bastara con -otra metáfora- definirlos, módicamente como ‘el piso de la próxima vez’, como hizo Martín Caparrós”. Eso no significa que diciembre de 2001 no haya dejado experiencias o enseñanzas, de los días furiosos y de todo lo que siguió. De hecho, leídos veinte años después, estos “relatos al pie” sugieren reflexiones más que nostalgia, cuando la normalidad nos devuelve imágenes que, prometieron, no volverían. El Fondo, desalojos de fábricas recuperadas o la pobreza por millones.

La que espera su vuelta es esa “calle política” que recorre María Moreno. Aunque 2015 parece el inicio más cercano del movimiento de mujeres en Argentina, el que naturalmente reconocen las nuevas generaciones que pisaron entonces su primera calle, 2001 ya se inscribía en una lucha demasiado larga.

Mis cosas favoritas

Quedaría muy cool que dijera que lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en “mis cosas favoritas” es John Coltrane. Pero para mí es la canción de La novicia rebelde, cuando María ya es la institutriz de la familia von Trapp y la usa como receta para aplacar el miedo en una noche de tormenta.

Si leés estas entregas hace un tiempito, sabés que hay tres o cuatro cosas que me gustan y me interesan mucho: los debates en el feminismo, las pantallas, los libros y todas sus combinaciones posibles. Como casi es fin de año y los posteos motivacionales de Instagram indican momento de balance, van algunas de mis cosas favoritas de 2021. ¿Será una lista arbitraria? Un poco.

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