A cinco meses de las fiestas de fin de año, las empresas se preparan para obtener grandes ganancias, mientras a los y las trabajadoras se les ofrece explotación y precarización.
Martes 26 de julio de 2016 16:04
Arranca La temporada más esperada entre las muchas familias trabajadoras de la zona norte de Córdoba capital. en medio de muchas fábricas donde abunda el trabajo precario, Firenze se lleva el premio mayor.
Tiene la planta ubicada en Monseñor Pablo Cabrera al 800, pero no tiene ningún cartel que la identifique. Lo que ocultan es un una producción de toneladas de panes dulces y budines con un régimen de explotación envidiable para cualquier patrón de la zona.
La fábrica produce todo el año a la mitad de su capacidad, entre los productos se desataca las facturas crusain, tostadas y galletas, pero a mitad de año a los 180 trabajadores de planta encuadrados en el convenio de STIA (Sindicato de alimentación), se le suman 300 trabajadores, en su mayoría mujeres, para producir los panes dulce de navidad y budines que vemos en todos los supermercados. La Planta produce para todas las marcas como Walmart, Disco, Buenos Días, Terrabussi, Pamela y otras más.
Cada 6 meses
Estas 300 trabajadoras son convocadas todos los años sólo por unos meses. En los últimos dos años la “mejora en los tiempos productivos” logró reducir la temporada de 6 meses a 4 o 3 (aumentando los niveles de producción y el agotamiento y la rotura física de las trabajadoras).
El sueldo promedio por 12 h diarias llega a duras penas a $8500 y, como dice una trabajadora: “lo que se sufre adentro por este sueldo da bronca, no podes tomarte 15 minutos de descanso trabajando como se trabaja. En el lugar donde estoy si hace calor te cagás de calor y si hace frío te cagas de frío. A los de temporada no nos dan zapatos de seguridad, tenemos una sola muda de ropa y la tenés que tener limpia. El sueldo es una porquería, te matás laburando doce horas y más de una termina rota. El trabajo es muy pesado, movemos, alzamos carros y bandejas pesadas”.
Un fraude completo
La mayoría de las trabajadoras son de la zona, madres jóvenes que durante el resto del año buscan una posibilidad mejor de trabajo sin mucha suerte o iguales a esta. Las trabajadoras de temporadas son encuadradas en el convenio panadero, con un sueldo mucho más reducido que sus compañeros de Planta que trabajan todo el año. Este evidente fraude a las trabajadoras es posible por la nula representación gremial, ni el mínimo derecho a tener delegados elegidos por ellos. Un fraude donde entra tanto el STIA como el Sindicato Panadero y la empresa, y que permite la mayor impunidad para la patronal y el desamparo de los trabajadores.
“Si vos tenés una carpeta médica, te exigen hasta que te reincorpores al trabajo, no respetan tu estado, no les importa si tenés gripe, si tenés las muñecas rotas o la espalda, que es lo que pasa seguido. Tampoco tenemos servicio médico, el año pasado un compañero se agarró la mano en una máquina y tuvimos que esperar horas la ambulancia. En la planta tiene que haber un servicio médico porque accidentes hay todo el tiempo”, nos decía la misma trabajadora.
La Izquierda Diario es un medio que ponemos a disposición de los trabajadores y trabajadoras de Firenze, como lo venimos haciendo en todo el país, intentado que sea una herramienta para decir lo que los medios de los patrones no dicen y sea la voz de miles que todos los días bancamos con el cuerpo la explotación de unos pocos. Están invitados a sumarse con sus denuncias y comentarios a nuestro whatsapp 351-6631520. Es tu diario, pasalo y difundilo.