Se acordó dentro del paquete de beneficios, la exención del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) hasta por una década a empresarios que inviertan en estas zonas.
Viernes 2 de junio de 2017
Dentro del paquete de beneficios recién firmado para los patrones que lleven sus empresas a las denominadas Zonas Económicas Especiales (ZZE), se otorgó el libramiento del ISR por una década, reducciones en el pago de cuotas al Instituto Mexicano de Seguro Social, y ayuda para la puesta en marcha de la infraestructura necesaria para el funcionamiento de las empresas.
El pacto que integra tres convenios y modificaciones al marco legal en los polígonos establecidos para las ZZE, fue firmado por: el gobierno, desde la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZZE, representado por Gerardo Gutiérrez Candiani; empresarios, representados por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, y centrales sindicales como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la CROM y la CROC.
A la firma del pacto también asistió la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), representada por José Antonio Meade y el Secretario de Trabajo Alfonso Navarrete Prida, quienes acudieron al acto en calidad de testigos.
¿Qué son las ZZE?
Los primeros estados a los que llegarán serán Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Campeche y Tabasco, los identificados como más rezagados en el desarrollo económico del país.
Estas ZZE son polígonos delimitados territorialmente de acuerdo a sus características y potencial productivo y de logística de tal forma que propicien la creación de “clusters” mediante incentivos establecidos para esta región especial.
Inspiradas en el modelo chino y apoyadas por los panes del Banco Mundial, las ZZE mantiene contradicciones.
Mientras se presentan como un trampolín para la economía de algunos estados, esta entrega de territorios a bajo precio y con incentivos para los empresarios, que conlleva la modificación de la economía pasando de la actividad en el campo a la actividad extractivista o de servicios, y cambiando a la vez el paisaje de algunos que incluso son territorios de pueblos originarios, no garantiza una mejor calidad de vida para los habitantes de dichos estados.
El modelo que avanza en la privatización del territorio y planea la industrialización acelerada en zonas que hasta ahora pertenecían a comunidades originarias, trastoca las tradiciones en pos de aumentar las ganancias de un puñado de empresarios que gracias a incentivos y la precarización del trabajo de estas comunidades (que hasta ahora se dedicaron al campo), se convierte en una forma más de sortear la crisis a costa de la superexplotación de los más pobres.
Probablemente veamos pronto la indignación de estas comunidades y la entrada de las fuerzas armadas para reprimirlas, como han hecho antes con los maestros de la CNTE en estos estados, cuidando los intereses y las ganancias de la cúpula empresarial y política de nuestro país, allanando el territorio para la entrega.
Será importante cobijar la lucha y salir en defensa de estos pueblos, denunciar los planes y llamar a todos los sectores de trabajadores a dar la pelea por una vida digna y trabajo digno para todas y todos. Porque nuestras vidas vales más que sus ganancias.
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