La solicitud para la declaración judicial del vicepresidente debe ser aprobada por el poder legislativo. El segundo mandatario negó las acusaciones y pidió a la bancada oficialista que vote a favor, para que se compruebe su inocencia. Rafael Correa sale en su defensa y ensancha la grieta con Moreno, mientras que la oposición cuenta los votos necesarios.
Martes 22 de agosto de 2017
Foto: Ecuavisa
La Fiscalía General del Estado anunció que pedirá a la Corte Nacional de Justicia la citación a indagatoria del vicepresidente Jorge Glas Espinel, para realizar una audiencia vinculatoria con el caso Odebrecht. El fiscal general, Carlos Baca Mancheno, indicó que debido a los fueros constitucionales que protegen al segundo mandatario, la instancia deberá previamente ser aprobada por la Asamblea Nacional.
Los elementos surgidos de la instrucción fiscal vinculan a Glas por el delito de asociación ilícita, en la misma causa que investiga a su tío Ricardo Rivera como intermediario y responsable de una red de coimas para la adjudicación de obras públicas a la constructora brasilera. Sobre este fundamento, la Fiscalía elevará la solicitud al poder legislativo nacional.
Rápidamente, el presidente de la Asamblea, José Serrano, publicó en redes sociales que el trámite será analizado tan pronto sea presentado. Hace un mes, el Consejo de Administración Legislativa, de mayoría oficialista, trabó la discusión ante el pleno del pedido de juicio político para Glas, solicitado por la bancada opositora Creo-SUMA.
Los legisladores de Alianza PAIS (AP) sostuvieron que no había elementos suficientes para darle curso, y descartó pruebas de vinculación por haber sido obtenidas de forma ilegal. Tras la aparición de la serie de audios que implicaron al vicepresidente y aceleraron la crisis política dentro del Ejecutivo, ahora el pedido de la Fiscalía General tendrá que ser discutido dentro del recinto parlamentario.
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La votación llega en un momento donde la bancada oficialista aún no mostró su reconfiguración tras las rencillas internas entre Rafael Correa y Lenín Moreno. Pero el frente de tormenta fue disipado por el propio Jorge Glas: en una rueda de prensa desde las oficinas de la Vicepresidencia, solicitó a sus legisladores que autorizaran la audiencia, y se declaró inocente de todas las acusaciones.
Desde Europa, Correa defendió al segundo mandatario y denunció que “el libreto es el mismo que utilizaron con Dilma, que luego fue declarada inocente de todo, pero ya estaba destituida”. Aseguró que la Fiscalía no cuenta con pruebas suficientes para vincularlo, y recordó que “todo lo cínico, traidor y mediocre será efímero”, en dirección a la actitud de Moreno.
El fin de semana, la secretaria ejecutiva de AP, Gabriela Rivadeneira, y el consejero presidencial, Ricardo Patiño, partieron rumbo a Bruselas para entrevistarse con el ex mandatario, con el explícito objetivo de zanjar la pugna interna entre los líderes. Sin embargo, el presidente se distanció y puntualizó, en un comunicado, que se trata de una “iniciativa netamente particular y no de una acción o encargo del Gobierno”.
“Viajo a Bélgica para encontrarme con el máximo líder de la Revolución Ciudadana, no es un viaje oficial, por lo que al Gobierno no le corresponde ni avalarlo ni desautorizarlo”, respondió Rivadeneira. Palabras que salen directamente al cruce con Moreno, y dejan entrever que la tarea que tiene entre sus manos es titánica.
Mientras tanto, la solicitud de audiencia judicial requiere 91 votos en la Asamblea Nacional para avanzar, dos tercios del total. Todos los bloques opositores anticiparon su voto positivo, pero con sus propios números no le alcanza. Como 74 de los 137 escaños pertenecen al oficialismo, el destino de Jorge Glas continuará en manos de sus asambleístas.