Este lunes, el ejecutivo exigió urgencia del proyecto de ley que fortalece el estatuto de protección a Carabineros.
Martes 28 de enero de 2020
Luego de la reunión del comité ampliado de Chile Vamos, el gobierno resolvió decretar suma urgencia a un proyecto de ley para fortalecer el estatuto de protección con el que cuentan las policías. El presidente Sebastián Piñera, al momento de anunciar el proyecto, señaló que su objetivo era “recuperar el respeto que merecen las policías” vía aumento de penas en todo tipo de agresiones a Carabineros en función, con agravantes como usar capucha o ser parte de un grupo organizado con estos fines. Se acelera su discusión, motivado por hechos ocurridos recientemente en Antofagasta, donde impactaron bombas molotov contra un vehículo policial, resultando en su posterior incendio.
Fortalecer a la policía, prioridad para el gobierno
El proyecto de ley presentado por el gobierno busca condenar categóricamente “agresiones, maltratos y humillaciones” a la policía, incluyendo cuestiones menos graves como golpes o empujones. Karla Rubilar, vocera del gobierno, justificaba la decisión en que “toda democracia que se precie cuida sus carabineros, cuida sus policías, y por lo tanto, si de verdad queremos respetar esta firma que hicimos del acuerdo por la paz, esperamos también que el Congreso, con su voto, nos ayude a sacar adelante las leyes en materia de orden público y seguridad”.
Entre otras medidas represivas, el proyecto contempla con exigir la autorización del fiscal regional para archivar una causa, dificultando aún más su suspensión. Además pretende eliminar la pena sustitutiva y restringir la libertad condicional a cumplir como mínimo ⅔ de la pena. Tienen la perspectiva de perfeccionar los mecanismos de persecución política que han estado instalando mediante esta reforma a las policías; la derecha apunta a fortalecer la represión del Estado y otorgarle aún más herramientas a la policía para ejercer su violencia.
Resulta provocador observar que mientras ocurren cuestiones chocantes como el corte de luz en el Hospital Barros Luco y sus condiciones precarias para trabajadores y usuarios/as, la preocupación del gobierno radica en sancionar a quienes agredan a Carabineros. Claramente no comparten la prioridad de los millones de personas que nos movilizamos contra ellos y la herencia de la dictadura. Es por eso que no podemos confiar en que bajo su gobierno vamos a encontrar la solución a los problemas estructurales que aquejan a las grandes mayorías: velamos por intereses distintos.
“No es lo mismo que golpear a alguien con uniforme”
Jacqueline van Rysselberghe, presidenta de la UDI, señaló a la Radio Biobío que el proyecto de ley quiere sancionar “No sólo daños graves, sino que también cualquier tipo de daño, porque no puede ser lo mismo que tú agredas a un carabinero y le pegues un empujón, un combo, que tu lo hagas con otra persona que no está vestido con uniforme”. Para la derecha, es suficiente el símbolo. Saben que su poder reside en la posesión de las armas, en un Estado que manifiesta su dominio con la represión, con sus montajes y persecución política. El gobierno, aún debilitado, intenta mantener el control de la agenda con el discurso anti-protesta. Su dura agenda represiva, no solamente castiga y violenta a quienes se movilizan; también pretenden dividir a los distintos sectores movilizados, contraponiendo a “pacifistas” y “violentistas” y sosteniendo un discurso permanente de criminalización a la protesta popular y manifestantes.
En todas las alusiones al proyecto de ley, por parte de la derecha, hay una insistencia en recordarle a la oposición el pacto del 15 de noviembre, insinuando que un eventual rechazo implicaría poner en entredicho el Acuerdo por la Paz y Nueva Constitución. El pack de leyes represivas del gobierno, aprobado por parlamentarios de casi todos los sectores políticos, incluso de organizaciones del Frente Amplio, fue solo una parte del proceso de reformas que están impulsando para brindar mayor impunidad a quienes violan sistemáticamente los derechos humanos y para establecer mayor castigo a quienes incluso por defenderse “agreden” a Carabineros, mientras mantienen montajes como el caso de Diego Ulloa y más de mil presos y presas políticas.
Hugo Gutiérrez y la demagogia del fuego
Desde la derecha también se refirieron a material compartido en redes sociales por el diputado del Partido Comunista Hugo Gutiérrez, quien posteó en Twitter respecto del incendio de la patrulla en Antofagasta:“Antofagasta la lleva”. Para la derecha, estas escuetas palabras resultaron evidente motivo de irritación, con declaraciones como las de Hernán Larraín Matte del Partido Evópoli, quien afirmó que el Partido Comunista estaría lejos de tener una voluntad democrática.
Pero lo que hace el diputado Gutiérrez es demagogia, pues mientras son miles quienes aún resisten en las calles y viven cotidianamente la violencia policial, su partido se negó a impulsar un plan de lucha real desde las centrales sindicales y estudiantiles que dirigen, diluyendo la huelga general en paros parcelados. Junto al Frente Amplio, llevaron la movilización a ser canalizada en el desvío institucional en curso, con una convención constitucional que sólo otorga la garantía de resguardar los privilegios a la derecha. En lugar de festejar en redes sociales y posar de combativos, necesitamos enfrentar a la derecha y su farsa constituyente rearticulando una fuerza social capaz de echar abajo la agenda represiva del gobierno y avanzar en la pelea por una Asamblea Constituyente de verdad: libre y soberana.