El dirigente de Dragado y Balizamiento ratificó la marcha del 21F. Más tarde, Pablo Moyano trató de "cagones" a los dirigentes que no participan.
Viernes 16 de febrero de 2018 11:07

En la CGT ya nadie se acuerda de aquellos buenos tiempos en los que solo había silbidos en los actos. Ahora ya hay demasiada sangre llegando al río.
Así, en la mañana de este viernes, Juan Carlos Schmid, titular de Dragado y Balizamiento y uno de los triunviros de la CGT, confirmó lo que todo el mundo ya sabe. Que la CGT está quebrada y que el ciclo del triunvirato ya pertenece al pasado.
“Desde diciembre cuando la mayoría de los sindicatos grandes desobedecieron el mandato que dio el Triunvirato, ahí se entró en una crisis profunda y me da la impresión que el ciclo está agotado", afirmó el dirigente.
"Tenemos miradas diferentes de la realidad. La CGT tiene relación con el Gobierno, tuvimos momentos de tensión y otros de diálogo. Hoy no hay diálogo porque la reforma previsional dio un quiebre importante en las conversaciones”, agregó.
En los hechos, mientras un sector sí negocia, el otro no lo hace. Pero tampoco hace un plan de lucha a la altura de las circunstancias y del ataque que lanzan gobierno y patronales.
Schmid ratificó la movilización del miércoles 21, y señaló que "no es un reclamo sectorial, hay muchas razones para protestar como el deterioro social y económico del país". Sin embargo, lejos de llamar a un paro nacional que golpee duramente contra el gobierno, la dirigencia de Moyano y cía. limita la medida a una movilización sin continuidad por el momento.
Es evidente que el triunvirato de la CGT siempre estuvo atado con alambre. Pero se sostenía para no profundizar la crisis y las internas entre los tres dirigentes del triunvirato (Schmid, Acuña y Daer) que expresaban a los diversos sectores de las conducciones burocráticas.
Además, los mantenía unidos el objetivo de contener el descontento de las bases. Algo que se evidenció en la tregua permanente que sostuvieron mientras el Gobierno despidió y ataco a los trabajadores en los dos primeros años de gobierno. El mismo moyanismo, más allá de los discursos, fue parte de esa política de tregua.
El mismo Pablo Moyano, también la mañana de este viernes, fue el que le echó más leña al fuego. Lo hizo en una entrevista radial con FM La Patriada. Allí, contra los dirigentes que no marcharán este miércoles, lanzó que "les sacan dos tapas de Clarín en contra, se cagan y salen corriendo a firmar un 15% de aumento con el Gobierno. Que los trabajadores los juzguen".
Sobre la interna de la CGT, agregó que "en marzo o abril llamaremos al Congreso de la CGT para elegir a un nuevo secretario general, ojalá sea alguien que esté del lado de los trabajadores. Hace rato que la CGT está fracturada, ahora se oficializó".
La época en que la reunificación de la CGT aparecía como una base para enfrentar los planes de ajuste pasó hace rato.