El Gobierno francés anunciará este jueves nuevas medidas para frenar el avance del coronavirus en una decena de departamentos donde la situación sanitaria "es muy preocupante", avanzó este miércoles el portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal.
Jueves 25 de febrero de 2021 10:42
El portavoz del Ejecutivo francés, Gabriel Attal anunciará nuevas restricciones este jueves. El anuncio esté relacionado con la explosión de casos ligados nuevas variantes de coronavirus. Un caso similar en Italia forzó al Gobierno a poner en alerta a la región de Lombardía este miércoles.
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"La situación se degrada y es preocupante, muy preocupante, en una decena de departamentos", indicó Attal en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros.
Según Attal, el primer ministro, Jean Castex, precisará las medidas que se aplicarán a partir de este fin de semana en las zonas más afectadas del país. La prensa local baraja la posibilidad de que se impongan allí confinamientos estrictos.
Antes de eso, esta misma tarde el ministro de Sanidad, Olivier Véran, se trasladó a la ciudad de Dunkerque, una de esas áreas con muy alta incidencia, y avanzó que los 250.000 habitantes de toda el área urbana tendrán que guardar un confinamiento domiciliario durante el fin de semana, como ya se había anunciado que se aplicaría en Niza.
Además, tendrán que cerrar al público la decena de centros comerciales de más de 5.000 metros cuadrados de Dunkerque (solo podrán trabajar para entregar productos encargados previamente) y se reducirá el aforo de las otras tiendas (a un cliente por cada 15 metros cuadrados).
En Dunkerque 1 de cada 100 personas está contagiada, duplicando los picos de la primera y segunda ola
Véran calificó la situación allí de "alarmante". Hizo notar que la tasa de incidencia -900 casos positivos por cada 100.000 habitantes en siete días- duplica la que hubo durante los picos de la segunda y la primera ola.
Una de las consecuencias -señaló el ministro- es que se ha tenido que trasladar a pacientes a otros hospitales de la región y probablemente habrá que trasladar a algunos a otras regiones.
El portavoz del Ejecutivo francés explicó que se mantienen los compromisos de tomar medidas locales eficaces, con rapidez y firmeza cuando sea necesario, dando prioridad a una estrategia de respuestas regionales. Estas palabras en boca del Gobierno de Macron significan una gestión represiva de la pandemia, como ha venido haciendo hasta ahora. Una combinación de estado de sitio y represión por las noches, mientras que a las mañanas los y las trabajadoras de esos barrios debían ir a sus empleos en transportes abarrotados y sin condiciones seguras para evitar contagios.
"Desde hace varios días el número de positivos y la tasa de incidencia suben. Tras una caída de los casos del 10 % la semana pasada, en la siguiente aumentaron de nuevo casi un 10 %", explicó Attal, quien señaló que se trata de medidas concertadas con la administración local.
Francia registró el último martes 20.064 positivos por coronavirus y 310 fallecidos en hospitales en 24 horas, que junto a los 121 muertos en asilos y centros de dependencia desde el pasado viernes elevan el total de decesos a 85.044.
El país mantiene restricciones severas desde octubre, que han pasado por un segundo confinamiento, un toque de queda nocturno y, actualmente, un toque de queda entre las seis de la tarde y las seis de la mañana. El Gobierno de Macron especuló durante meses con la llegada de la vacuna como resolución para la pandemia, y evitar de esa manera reconstruir un sistema de salud diezmado o garantizar condiciones de seguridad plenas para todos los esenciales o quienes se reintegren a la producción. La combinación del inicio de la segunda ola y la lentitud e inoperancia en el proceso de vacunación, como la extensión de nuevas cepas, implican una crisis para el Gobierno de Macron (y otros gobiernos europeos), que apelan a la responsabilidad individual y a medidas represivas y restrictivas ante el fracaso de su gestión de la pandemia.