Las movilizaciones de trabajadores y estudiantes fueron masivas. En toda Francia más de un millón de personas exigieron el retiro de la “Ley de Trabajo”. El gobierno respondió con represión.
Viernes 1ro de abril de 2016
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A pesar de la lluvia y la fuerte represión policial, la determinación de estudiantes y trabajadores se mantuvo intacta. La huelga se sintió fuerte en el sector público y privado. Y según las centrales sindicales CGT y Forçe Ouvrière (FO), 1.2 millones de manifestantes tomaron las calles en todo el país.
Nada pudo evitar el impacto de la huega. Ni el cierre administrativo de 20 escuelas secundarias en París, por parte de sus directores, ni los lock out patronales en ciertos lugares de trabajo ni la fuerte represión durante los últimos días. Nada de esto logró desmovilizar a los manifestantes.
En París se manifestaron 160 mil personas. La marcha comenzó en medio de la lluvia, encabezada por Philippe Martinez (CGT), Bernadette Groison (FSU), Jean-Claude Mailly (FO) y William Martinet (Unef). En Normandía, se congregaron 50 mil personas, mientras que en Le Havre y Rouent se bloquearon los accesos a la ciudad. En Lyon y Rènnes, 30 mil manifestantes se movilizaron exigiendo el retiro de la ley de trabajo a pesar de una fuerte represión. En Toulouse, se produjo una movilización histórica con 100 mil personas en las calles. Escenas similares se repitieron en las principales ciudades del país.
Los secundarios se movilizan
Los estudiantes secundarios se volvieron a poner al frente de la juventud. A pesar de los cierres de las autoridades, se bloquearon al menos 50 escuelas en la región metropolitana de París desde la mañana. La jornada de huelga sirvió como escenario para la extensión del movimiento que se viene desarrollando en la juventud secundaria.
A pesar de la fuerte represión en las movilizaciones del 24 de marzo contra un estudiante de 15 años del liceo Bersgon, que tenía el objetivo de amedrentar a los estudiantes, las manifestaciones se extendieron a en los liceos de todo París.
A lo largo de Francia, cerca de 250 escuelas fueron bloqueadas parcial o totalmente según los sindicatos estudiantiles. Las movilizaciones se masifican y la represión se mantiene, fue evidente que la Policía recibió la orden de que no haya un “nuevo Bergson”.
Bloqueos y protestas en las universidades
En las universidades fue la cuarta jornada de protestas desde el 9 de marzo, continuadas el 17 y el 24, para culminar el 31, el único llamado oficial de las centrales sindicales CGT y FO “contestatarias”. Las universidades se mantienen movilizdas y como sucedió en protestas anteriores, las columnas más grandes fueron las de la universidad de París 8, que participó antes de la marcha de la asamblea general en Saint Denis, y de París-I-Tolbiac, donde se había realizado el miércoles la reunión con intelectuales, trabajadores de Goodyear y ferroviarios.
Para preparar la jornada del 31 de marzo los estudiantes bloquearon nuevamente varias universidades como París 8, Rénnes 2 y algunos institutos universitarios de la región, y en Toulouse, donde todas las entradas a la universidad Mirail fueron bloqueados. Fueron en total diez facultades bloqueadas por parte de la federación univesitaria UNEF. En Lyon 2, que había sido cerrada administrativamente por la dirección de la universidad durante la movilización del 17 de marzo, esta vez fue bloqueada por los estudiantes. El mismo escenario se repitió a lo largo del país.
Los trabajadores en huelga se unen a la juventud
Este 31 de marzo, los trabajadores salieron en masa a las calles. Detrás de los jóvenes, que vienen peleando y movilizándose desde el 9 de marzo, el movimiento obrero entró en escena este jueves demostrando una vez más su disposición a la lucha.
Frenados hasta ahora por las direcciones sindicales, que no habían llamado a la huelga durante las movilizaciones de los pasados 9 y 17 de marzo, los trabajadores se unieron a la juventud en la jornada de “huelga interprofesional”. Así se concretó en las calles la unidad entre trabajadores y estudiantes tan temida por el gobierno.
El secretario general de la CGT dijo que las movilizaciones habían ido más allá de lo que habían planeado. Esto se expresó en la fuerza de la huelga en distintos lugares de trabajo, como entre los trabajadores portuarios en Le Havre y Rouen. Estos últimos hicieron sentir su fuerza bloqueando nuevamente la ciudad y convergiendo con la juventud.
En el transporte, la huelga se sintió en los trenes, autobuses y aviones. El tráfico estuvo interrumpido y el tránsito colapsado tanto en París, como en Lyon, Toulouse y Marsella. La huelga también fue fuerte entre los empleados públicos, la empresa de electricidad, los trabajadores de prensa, e incluso la huelga llegó a la Torre Eiffel, que permaneció cerrada durante todo el día.
El gobierno Hollande-Valls muy debilitado
Mientras que la movilización contra la ley de trabajo se masifica en todos los frentes, como la juventud y los trabajadores, en las universidades y lugares de trabajo, y deja en evidencia la debilidad del gobierno Hollande-Valls. Muestra de esto es el abandono de la reforma constitucional que le permitía privar de la nacionalidad a los supuestos “terroristas”, y la caída en las encuestas que llevó su popularidad al 15 %.
No es tiempo de negociar, hay que imponer la huelga indefinida
Sin embargo, aun con un gobierno muy debilitado, que enfrenta una movilización nunca vista desde 2010, los dirigentes sindicales dan muestras de que estarían dispuestos a negociar. En un comunicado de las principales centrales sindicales confirmaron su disponibilidad para reunirse con el gobierno y discutir nuevas propuestas en términos de empleo, salarios, pensiones, tiempo de trabajo, protección social, negociaciones colectivas y derechos sindicales. Una manera de mostrar que están abiertos a la negociación y a volver una vez más al “diálogo social”.
En lugar de aprovechar para pegar en caliente y llamar a una huelga indefinida a nivela nacional, los sindicatos llamaron a una próxima reunión el 5 de abril, el mismo día que se espera una nueva movilización de la juventud. Y habrá que esperar hasta el sábado 9 para una nueva jornada “oficial” de huelga y movilización.
El gobierno está desacreditado y podría colapsar junto con su ley de trabajo. Según lo confirmado por un diputado del Partido Socialista, “en esta etapa ya no es posible descartar por completo el escenario de una caída”. Al contrario de las intenciones negociadoras de las direcciones sindicales, la debilidad del gobierno muestra que no es momento de negociaciones sino de redoblar la lucha en las calles con huelgas por tiempo indeterminado en fábricas y universidades hasta la caída de la ley de trabajo.
En base al artículo publicado originalmente en francés en Revolution Permanente: 1,2 millions de manifestants ce 31 mars. Battre Hollande et sa Loi Travail, c’est possible !