Las universidades nacionales están viviendo el ajuste y ataques del gobierno nacional. Ante esto, estudiantes, docentes y no docentes empiezan a organizarse. Compartimos algunas reflexiones de la Juventud del PTS de Córdoba
Domingo 5 de agosto de 2018 17:31
La universidad pública está sufriendo un ataque de parte del gobierno, con dinero para becas e investigaciones que nunca llega, recortes como los 3.000 millones que hubo a principio de año (con el aval del rector de la UNC y presidente del CIN Hugo Juri), subejecuciones de presupuesto y una burla a los docentes ofreciéndoles un 15% de aumento cuando la inflación anual va a superar el 30%.
Esta situación pone en una parálisis a la universidad y atenta contra la educación pública. Además sabemos que se da en un marco general de ajuste, mientras el gobierno sigue endeudándose y recibe con honores al FMI, un enemigo declarado de la educación pública.
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¿Cómo hacemos para frenarles la mano? Algunas propuestas.
1) Todos tenemos que participar y decidir.
Es fundamental para el futuro del conflicto que todos los y las estudiantes, docentes, no docentes se involucren. Para eso tiene que estar garantizada la máxima democracia hacia dentro de la universidad y conquistar asambleas interclaustros e incluso interfaculades que sean resolutivas, dónde se pueda debatir y resolver cómo actuar. Esto que parece elemental (que cuanto más democrático mejor) lamentablemente no es la norma general de los centros de estudiantes (que jamás llaman a estas instancias) o de las conducciones gremiales.
Ponemos un ejemplo: el día jueves en Artes con más de 300 estudiantes presentes dispuestos a acompañar la pelea, la conducción del Centro de Estudiantes y delegados de ADIUC querían realizar una "asamblea informativa" del plan de lucha y no ponerlo a discusión. Así no se puede entusiasmar a nadie y debilita la unidad y masividad. Producto de que varias organizaciones intervenimos reivindicando las asambleas como espacios de resolución logramos que se discutan y se voten medidas concretas. ASI SI.
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Los centros de estudiantes tienen que ponerse a la cabeza de llamar a asambleas en todas las facultades y dónde no lo hagan deberemos los estudiantes dar la pelea para que cada vez más compañeros se involucren.
2) Ganarse la opinión pública
En todo conflicto a lo largo y ancho del país, el gobierno junto a operaciones mediáticas, intentan aislar a los que luchan para desgastar y ganar.
Para lograr que la pelea tenga fuerzas, no solo se deben involucrar todos los actores universitarios si no que es necesario ganarnos la opinión pública a nuestro favor y sacar el conflicto hacia afuera. La educación y la universidad por su peso en la sociedad cuenta con muchas posibilidades de aliarse a otros actores sociales como gremios o trabajadores, de poder hacer de esta pelea una causa completamente popular. Además, hay que realizar acciones hacia fuera de la universidad para maximizar la llegada del reclamo. Clases públicas, cortés, intervenciones artísticas y lo que cada facultad pueda decidir.
3) Por el salario docente y por todas nuestras demandas.
Para estar más fuertes y frenar el ajuste tenemos que acompañar la pelea de los docentes por un salario de base igual a la canasta familiar, acompañar sus medidas de lucha y unir esta lucha a nuestros reclamos. La pelea es contra un ajuste general a la educación, con un presupuesto subejecutado y devaluado. Pero así y todo si se aplicará o actualizará también tenemos que discutir en que se gasta ese dinero y si la universidad es realmente accesible para los hijos e hijas de trabajadores.
En ese sentido hay que pelear por presupuesto que contemple la permanencia, en una universidad dónde hay un 60% de deserción, a través de becas que cubran las necesidades de los estudiantes, abiertas a todo el y la que lo solicite.
Además, las mujeres que venimos dando una histórica lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, tenemos que hacer oir nuestra voz. En varias facultades venimos discutiendo en asambleas que exista un presupuesto efectivo para un plan integral contra la violencia de género en la universidad que es rechazado por las autoridades.
4) Independientes de Juri y los decanos.
Hay rectores como el mismo Juri que han manifestado su "preocupación" frente a la situación de la universidad. Pero su verdadera preocupación pasa por no quedar pegados al ajuste de Macri, por más que son ellos después quién lo llevan adelante.
Por esto toda pelea que de el movimiento estudiantil tiene que ser con total independencia política de las autoridades. Tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas con las asambleas como organismos centrales de organización y resolución de nuestras demandas.