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Red Internacional
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Frente Obrero, un discurso político homofóbico y racista que promueve la división de la clase trabajadora

El Frente Obrero no deja pasar una sola oportunidad de recordarnos que son una organización profundamente reaccionaria, que no tiene absolutamente nada que ver con la clase trabajadora ni mucho menos con el marxismo revolucionario. Vamos con las dos últimas:

Lucía Nistal

Lucía Nistal @Lucia_Nistal

Martes 4 de julio de 2023

1. En este vídeo repugnante el FO llama degenerados al colectivo LGTBI, como hace cualquier homófobo. Con la excusa de denunciar el pinkwashing fomentado por el “neoliberalismo progresista”, que muchas enfrentamos desde un “orgullo crítico” en todo el mundo, reproducen la misma moralina reaccionaria y el mismo programa anti derechos de Vox.

Estos reaccionarios no solo niegan la historia que el primer orgullo, los disturbios contra la policía en Stonewall (ellos son más de hacerse fotos con la policía), o grandes momentos de alianza entre trabajadores en lucha y organizaciones lgtbi, como el apoyo a la heroica lucha de los mineros británicos durante el gobierno de Thatcher.


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También niegan el legado de la Revolución rusa, el primer país del mundo en despenalizar la homosexualidad y abrir el camino a la emancipación de las mujeres y la liberación sexual (ellos son más de reivindicar la herencia homofóbica del estalinismo, que ilegalizó de nuevo la homosexualidad, reforzó la familia patriarcal y prohibió el aborto... ¡Incluso hay carteles de la época que relacionaban homosexualidad con nazismo!).

Y todo esto lo hacen en nombre de una supuesta clase trabajadora blanca, heterosexual, conservadora, española y muy española. Una clase trabajadora que no existe. Porque la clase obrera somos todas, varones, mujeres, jóvenes precarios, migrantes, latinos, árabes, africanos, personas lgtbi…

El capitalismo aprovecha estas diferencias para fragmentar a nuestra clase, dividir a los sectores más privilegiados de los precarizados y superexplotados. Negarse a tomar en cuenta y unificar como parte de una misma lucha a todas las reivindicaciones y opresiones que atraviesan a la clase trabajadora es una política reaccionaria que ayuda a perpetuar esta fragmentación y con ello la dominación capitalista.

Porque la diversidad y multirracialidad de la clase trabajadora, lejos de quitarle fuerza como sujeto social y político, puede potenciar su capacidad transformarse en sujeto hegemónico en la lucha contra el capitalismo. Para eso necesita de una estrategia revolucionaria y anticapitalista, o sea, lo opuesto a lo que hace el FO.



2. Esta defensa racista repulsiva y españolista de las fronteras, atacando a los migrantes y defendiendo al estado capitalista y su represión ante la revuelta juvenil que incendia las calles de Francia. Otra vez, igualito que Vox.

En Francia la juventud migrante y los barrios más castigados se han levantado porque no aguantan más tanta represión y tanta miseria. Porque no aguantan que la policía los persiga y asesine como hicieron con Nahel, un joven de 17 años asesinado a quemarropa el martes en Nanterre.

Yo tengo claro de qué lado estoy, y desde luego no es del de un Estado opresor, imperialista, que expolia otros países y persigue a los migrantes, profundamente racista y segregador. Ni con un el gobierno de Macron que impone de forma autoritaria ataques a la clase trabajadora, como la reforma de las pensiones, y que se apoya en el racismo y la división de la clase trabajadora (garantizada por las burocracias sindicales, no lo olvidemos), para poder imponer sus ataques.

Este nuevo estallido social en Francia (¡y van!) no es una consecuencia negativa del “multiculturalismo” como dicen los fachas de todo tipo en las redes (incluido el FO), sino de décadas de opresión imperialista y racista del Estado francés, que ya fuera dirigido por la derecha o el “progresismo” ha condenado a generaciones y generaciones de trabajadores a ser ciudadanos de segunda o tercera categoría.

Por eso a la rabia por la muerte de Nahel, se suman la miseria social, el deterioro de los servicios públicos y el autoritarismo que viven a diario los habitantes de las banlieues en Francia. El ataque racista del FO contra la revuelta juvenil en Francia los muestra como lo que son: un agente de los capitalistas y su represión.

Ojalá la clase trabajadora que lleva meses movilizándose y está juventud confluyan detrás de un programa común. Como dicen nuestros camaradas de Rèvolution Permanente, “es fundamental formar un frente amplio en el tema de la violencia policial, el autoritarismo y el racismo de Estado” y unirlo con “la lucha contra el desempleo, por los salarios o los servicios públicos”. Ojalá la rabia se organice y le planten cara al Macron y a su mundo.


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Lucía Nistal

Madrileña, nacida en 1989. Teórica literaria y comparatista, profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. Milita en Pan y Rosas y en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT).

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