En febrero de este año el primer acuerdo de los 10 puntos, entre el Gobierno y los empresarios, fue la liberalización de las exportaciones que benefició al sector empresarial exportador que se había comprometido a ingresar el 100 % de las divisas generadas. A más de seis meses no existe mecanismo para que se cumpla este compromiso, por el contrario, ministros y diputados pidieron disculpas a los empresarios por la idea de “controlar las divisas”. Mientras tanto, los sectores populares y trabajadores sufren las consecuencias de ese acuerdo con la especulación del dólar, la escasez de productos y el alza de precios.
Viernes 30 de agosto
Foto: APG (Reunión de Gobierno y empresarios)
Este primer punto del acuerdo con empresarios señala: “Están liberadas las exportaciones de los productos que anteriormente tenían que hacer un trámite largo de certificado de abastecimiento interno a precio justo (…) siempre cuidando que haya un compromiso de abastecimiento del mercado nacional”.
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En mayo, el presidente Luis Arce dijo: “Sabemos que hay exportadores que mantienen una parte (de las divisas) que se quedan fuera del país y eso no está bien. Eso no es honesto con el país que está haciendo el esfuerzo de generar políticas y mercados para generar exportaciones y dólares, no es correcto que se queden esas divisas afuera” (Brújula digital).
En agosto constatamos que ese primer punto del acuerdo no funcionó: el mercado paralelo del dólar continuó desarrollando un alza que llegó a los Bs. 16,50. Luego, por factores externos, se contrajo al actual precio de Bs. 11. Esto generó un alza de precios en cadena de los productos en el mercado interno, debido a que los empresarios están vendiendo los productos en el exterior donde generan mayores ganancias.
Bajo estos hechos el gabinete social, donde se encuentra la COB de Huarachi, declaró: “Una de las sugerencias que hemos planteado es el control de las divisas de las exportaciones que es muy importante para que eso entre al Banco Central, entre al estado boliviano y, a través de ello, se pueda garantizar la circulación del dólar”.
Estas declaraciones hicieron que los empresarios dieran un grito al cielo y que ministros y diputados salgan a negar, disculparse y explicar esas declaraciones.
Lo evidente es que los empresarios no cumplieron con el acuerdo de ingresar las divisas necesarias y el Gobierno no encuentra la forma de “obligar” para que lo hagan. También, otro tema evidente es que los empresarios están ganando en esta crisis por dos vías: la especulación y las ventajas con la liberalización de las exportaciones.
Consecuencias del acuerdo con los empresarios
No ingresaron los dólares que se habían acordado, con la escasez, subió el precio de la divisa hasta Bs. 16,50. Como consecuencia se ha provocado la devaluación del peso boliviano en un 47 % (ANF 17/07/24).
La segunda consecuencia viene relacionada con lo que se preveía en el acuerdo: “…siempre cuidando que haya un compromiso de abastecimiento del mercado nacional”. Los empresarios venden afuera y desabastecen el mercado interno. Esto provoca una cadena de alza de precios y especulación de productos. Este fue un objetivo demandado por los empresarios hace mucho tiempo y ahora lo consiguieron.
Nada bueno vendrá para el pueblo de esta dependencia del Gobierno a los empresarios y banqueros. Las medidas que se anuncian a coro entre Gobierno y empresarios es quitar la subvención a los hidrocarburos.
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Los empresarios quieren más, la CAINCO está pidiendo ajuste fiscal y eso sabemos que significa recortar en salud, educación y derechos. Además, el endeudamiento del país con créditos internacionales es demandado para ayudar a la inversión de su sector. Todas estas son medidas para no afectar los negocios de los grandes capitalistas y ajustar cada vez más los bolsillos de las familias trabajadoras del campo y la ciudad.
¿Qué pedimos desde los sectores obreros, campesinos y populares?
Que la crisis no la paguen los y las de abajo. Que la crisis la paguen los que lucran de la especulación y de las necesidades del pueblo. Esto solo puede garantizarse con el monopolio estatal del comercio exterior.
Se demostró que los bancos tienen más de 285 millones de dólares en efectivo, datos del Banco Central de Bolivia, y que no van a entregar a la población por ningún motivo. También, están realizando una especie de “corralito” financiero donde se hace difícil cobrar los dólares que vienen del exterior vía remesas o tarjetas de débito y la entrega se hace solo en bolivianos. Cada vez más, estamos condicionadxs a los conglomerados bancarios que tienen el control de las divisas y a un casi monopolio privado del comercio exterior ya que son tan pocas empresas, las que hoy participan y se benefician del comercio exterior, en relación a la cantidad de dólares que manejan que es prácticamente como si fuese un monopolio.
En oposición a este monopolio privado del comercio exterior es el estado el que debe controlar y asumir el monopolio del comercio exterior para acabar con la especulación, el alza de precios de productos provocados por los exportadores que venden en el exterior sin ningún tipo de control como evidenciamos hoy en nuestro país. Solo así se podría evitar la fuga de capitales que están propiciando los bancos y empresarios.
Sin embargo, está claro, que una medida de este tipo significa afectar los intereses de los grandes empresarios mineros, agroindustriales y bancarios. Como lo hemos visto ni Arce hoy, tampoco Evo antes, estuvieron ni están dispuestos a ello. En todos sus años de gobierno lo han demostrado. Como señalamos líneas arriba, para muestra basta un botón y un claro ejemplo de esto lo vimos cuando los ministros de Arce salieron a disculparse por el “atrevimiento” de querer controlar las exportaciones.
Solo la más amplia movilización, independiente, de las y los trabajadores, junto a los sectores precarizados que no gozan de ningún derecho, los y las campesinas pobres en los pueblos y las comunidades y las clases medias que están empezando a verse cada vez más afectadas, puede arrancar estas medidas a un Gobierno que ha venido girando cada vez más a la derecha y lo demuestra cuando las medidas que toma están al servicio de los ricos.
Desde la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional (LORCI), organización que impulsa La Izquierda Diario en Bolivia, proponemos estas medidas para que la actual crisis la paguen los ricos y no lxs trabajadores del campo y la ciudad como pretenden los empresarios banqueros, mineros y agroindustriales, así como el Gobierno del MAS y las variantes de la oposición abiertamente pro patronal como Carlos Mesa, Camacho, y otros que está intentando re-articularse.