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Red Internacional
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Frente a la salida de Ferrovial: expropiación sin indemnización y devolución de todas las ayudas públicas a la empresa

Ferrovial, una de las empresas más lucrativas del Estado Español, ha anunciado un cambio de sede fiscal con el objetivo ahorrarse impuestos. El Gobierno “progresista” teme un efecto dominó entre las grandes empresas que se relamen ante ese miedo, y se niega a plantear su expropiación inmediata.

Sábado 4 de marzo de 2023

La empresa fundada de mano del franquismo en 1952 por el padre de Rafael Pino, el mayor accionista actual de la empresa, habría anunciado esta semana su salida del país, esto a pesar de que uno de sus principales financiadores desde su fundación es el propio Estado Español. Actualmente el patrimonio [solo] de Del Pino corresponde a más de 9.000 millones de euros y ahora, para ahorrarse el impuesto por los dividendos por sus acciones, ha decidido, con el apoyo implícito de la junta de accionistas, hacer mudanza a Países Bajos.

Del Pino es la tercera fortuna del país. Su patrimonio está solo por detrás del de Amancio Ortega y de Juan Roig; y cuenta con 9.570 millones de euros, más un salario que rebasa los cinco millones de euros este año, el mayor sueldo que ha registrado a su nombre y, por supuesto, mucho más que lo que cualquier trabajador percibirá a lo largo de toda su vida.

La alegación principal que ha dado Del Pino ha sido que hay una mayor “seguridad jurídica” en Países Bajos para los empresarios, así como una mayor oportunidad de crecimiento para nuevos mercados como en EE.UU, donde la actual crisis de los ferroviarios después del incidente en Ohio permite ver a empresas como Ferrovial como nuevos mercados de inversión. Lo que parece ocultar, aunque no con demasiado éxito, es que el principal atractivo de Países Bajos es la exención del 100% del impuesto por los dividendos de acciones. Se podría decir que el interés sobre la “seguridad jurídica” es hablar sobre la seguridad de la burguesía para continuar sus negocios sucios.

Además, el magnate agrega que la importancia de las inversiones y negocios extranjeros hacen ver un especial atractivo en salir del país para encontrar nuevos nichos de mercado. Ferrovial obtiene el 82% de sus ingresos del último año fuera de España . Añadiendo también que el 90% de su valor en Bolsa procede del extranjero. Además, el 93% de los inversores institucionales de la empresa son internacionales. Por todo esto es que Ferrovial considera que una nueva aparición en el extranjero podría potenciar, aún más si cabe, sus beneficios multimillonarios.

Para poder realizar esta salida de manera exitosa Ferrovial define una fusión entre la matriz y Ferrovial International, sociedad anónima europea neerlandesa titular del 86% de los activos de la compañía. Esto no es ninguna “trampa” sino que las propias leyes internacionales lo permiten, mostrando que, ante todo, la burguesía de todo el mundo se tiene las espaldas más que bien cuidadas entre ella.

Pero esto no es una decisión individual de un solo empresario malvado, sino que toda su junta de accionistas está encantada con este traslado, entre ellos los hermanos de Del Pino o Christopher Hohn, británico multimillonario puesto 273 de la lista Forbes de las mayores fortunas del planeta, con un 6,4% de las acciones. Pero también los fondos BlackRock (3,18%) y Lazard (3%) que complementan el núcleo duro de los accionistas.

Con esta decisión los accionistas con unos ingresos mayores a 20 millones ahorrarán hasta 40 millones de euros en impuestos aplicados a los activos de la compañía y de los que en Países Bajos quedarían exentos.

Ante esta huida hacia delante de la empresa parece que el Gobierno de PSOE-UP se queda, aunque frustrado, inmóvil. Representantes del gobierno recuerdan a Ferrovial quién fue el principal inversor de la empresa desde hace décadas, el propio Estado Español. Desde su fundación la contrata mayoritaria de la empresa corría a cargo de la Administración franquista pero estos privilegios no se dieron solo bajo el franquismo sino que se han mantenido durante décadas. Solo desde 1991 la empresa ha obtenido adjudicaciones públicas por cerca de 9.000 millones de euros. Y no solo contrataciones han favorecido a Ferrovial, desde 2020 esta empresa tampoco ha pagado nada por el impuesto de sociedades. Además entre 2010 y 2020 solo tributó por este impuesto sobre las ganancias en los ejercicios de 2014, 2018 y 2019. Es importante señalar que, además de las adjudicaciones y de las exenciones fiscales, empresas como Ferrivial, Sacyr o ACS asientan gran parte de sus negocios en servicios públicos externalizados por las administraciones central, autonómicas y locales. Nadia Calviño, Ministra de Economía, añade "No creo que sea un escenario razonable, no hay ningún fundamento para ese gesto, que es particularmente difícil de entender en un grupo como Ferrovial, que nació, creció y ha llegado a donde está gracias a la inversión pública y las obras públicas del país".

Este gesto no refleja ningún tipo de preocupación de parte de PSOE o de sus socios de gobierno por los trabajadores de Ferrovial , sino por un peligro de efecto dominó entre las grandes empresas del país que vean vía libre para “ahorrar impuestos”, que podemos traducir en aumentar sus beneficios realmente. Como administradores de los negocios de la burguesía si ésta se baja del tren, no quedará tren al que echar carbón y el motín puede ser posible, para continuar la metáfora ferroviaria.

El PP señala que esta posible salida de grandes empresas del país se deba por una falta de rebajas fiscales que tanto le gusta a la derecha trumpista del país. Resulta curioso que el PP le recrimine tanto al PSOE la falta de rebajas fiscales contando con que durante estos años de Gobierno de PSOE-UP las empresa han gozado de una larga lista de beneficios: como las ayudas millonarias durante la pandemia para que el impacto se descargase sobre la clase trabajadora y el Estado, la reforma laboral pactada con la CEOE que blanqueo la de 2012 y 2010, el mantenimiento del techo salarial según los dictados de la patronal y en general, al contrario de lo que dice Ferrovial, lo bajos impuestos muy por debajo incluso de otros países de Europa a las grandes fortunas y empresas.

Esta salida exprés de la empresa no se trata de un plan malévolo, una falta de patriotismo (como señalan sectores de la progresía) o un mero escándalo de fraude financiero, son los movimientos naturales del capitalismo. El hecho de que una empresa pueda abandonar de manera libre un país en busca de mayores oportunidades para enriquecerse no es una cuestión moral sino de mero mecanismos para la acumulación del capital. Pareciera que muchos sectores supuestamente progresistas quisieran frenar este tipo de movimientos del gran capital tratando de ablandar el corazón de los grandes capitalistas y fondos de inversiones mediante argumentos lastimeros a la par que ridículos.

El Gobierno teme que las otras empresas puedan empezar a salir del país, esto significa un menor ingreso para el Estado, que no puede permitirse ahora que tiene que mantenerse una inversión continúa en la maquinaria guerrerista como bien muestran los PGE del 2023. Este chantaje de la burguesía puede terminar teniendo como consecuencia, que las empresas que ya nos tienen con el agua al cuello, ahoguen aún más a la clase trabajadora con el favor del Gobierno para que éstas no huyan a otros puntos de Europa para ahorrar impuestos.

En este sistema las empresas son libres de explotar, así como de manipular a los títeres en congresos y senados, en aquellos países que pueden permitírselo, para poder seguir exprimiendo aún más a la clase trabajadora. Las leyes económicas nacionales e internacionales son una red muy bien hilada para el correcto funcionamiento del capitalismo. Esto es necesario comprenderlo para que la próxima vez que un político o influencer acuse de falta de patriotismo a estos empresarios podamos recordarle que tanto la mano derecha como la izquierda del Régimen del 78 están para estrangular a la clase obrera y para negociar con la gran burguesía.

Frente a este tipo de movimientos las y los trabajadores tenemos que pelear por la expropiación inmediata de estas empresas, que se han enriquecido mediante la explotación descarnada de la clase trabajadora tanto en el Estado español como fuera, así como por la internalización inmediata de todos los trabajadores de aquellos sectores que han sido privatizados para ser regalados a estos grupos empresariales. Al mismo tiempo en el caso de Ferrovial muestra como muchas de las empresas y familias que sostuvieron y se beneficiaron del franquismo siguen a día de hoy gozando de una relación carnal con el poder político. Es por eso que en estos momentos en los que además se está jugando quien paga las consecuencias de la guerra y la escalada militarista de los Estados imperialistas tenemos que prepararnos para ser capaces de devolver golpe por golpe los ataques del gran capital que cuenta como aliado, como no podía ser de otra manera, al gobierno de turno