En su tradicional reunión anual en Mar del Plata los empresarios dijeron que el “modelo” está agotado. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, les respondió “que se equivocan y mucho”. El gobierno hizo su “contra coloquio” marplatense.
Viernes 24 de octubre de 2014
Fotografía: DYN
Este miércoles 22/10 en el hotel Sheraton, el presidente del IDEA, Miguel Blanco, aseguró que el país "está ante un intento de modificación del modelo de país establecido por la Constitución de 1853".
Se refirió de esta forma al abrir el 50º Coloquio Anual de del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) en la ciudad de Mar del Plata.
Blanco dijo que esa reforma "no se quiere hacer mediante la reforma de la Constitución, sino que se procura hacer mediante imposición de leyes que aumentan el híper presidencialismo".
Entre quienes los escuchaban en primera fila estaba Daniel Scioli, el principal candidato del Frente para la Victoria. Al turno de hablar frente al auditorio empresarial, manteniendo su onda “aire y sol”, el gobernador bonaerense, dijo que "Tengo mucho respeto por lo que hacen".
El presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santiesteban, fue el que más cuestionó al gobierno: "El modelo está agotado", señaló durante el coloquio.
La respuesta a la afirmación de Santiesteban no tardó en llegar. En la mañana del jueves Jorge Capitanich les respondió a los hombres de negocio. Afirmó que "los que dicen que el modelo está agotado, se equivocan y mucho”.
En la habitual conferencia de prensa matutina en Casa de Gobierno, Capitanich consideró que "no es novedad que los grupos concentrados tengan esa visión". Además, dijo que los economistas de IDEA "emiten cifras falsas de inflación y de déficit fiscal" y que tienen "una estrategia deliberada para afectar a los gobiernos democráticos".
En la tarde del jueves los asistentes al coloquio volvieron a la carga.
Desde Mar del Plata, Miguel Blanco contestó que en la Argentina se vive un tiempo de "cambio" y recordó que al "primero" que fueron ver fue "al Gobierno" y no recibieron "ninguna" respuesta.
Blanco también dijo que los empresarios respaldan "las cosas que están bien, como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la promoción de la industria".
En tal sentido, dijo que "tenemos que sentarnos a buscar coincidencias", pero señaló que "no estamos de acuerdo con la Ley de Abastecimiento y con la reforma del Código Civil y Comercial hecha de un día para otro".
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, y el titular de la automotriz Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, también salieron a replicar la defensa de la gestión que hizo Jorge Capitanich.
"Otra cosa puede ser sustentable, lo que seguro no es sustentable para un país ni al corto ni al mediano plazo es una inflación de dos dígitos", advirtió Rattazzi.
A las críticas al jefe de Gabinete se sumó el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etechevere, quien al referirse a Capitanich dijo que "no tolera la crítica".
Mientras tanto, el kirchnerismo armó su “contra coloquio” en la ciudad feliz. En el teatro Melany se reunieron dirigentes kirchneristas del ala “progresista” alrededor de la Convocatoria Económica y Social por la Argentina.
Al finalizar emitieron un documento donde señalan que “Cuando se trata de elegir entre volver a un pasado de exclusión de las mayorías y entrega del país o defender los pilares de un proyecto que apunte a la construcción de una patria desarrollada, inclusiva y soberana, no tenemos mucho que pensar”.
El fuego cruzado con los empresarios es típico en momentos de recesión económica y “fin de ciclo”, como el que atraviesa el gobierno.
El kirchnerismo pretende ser una barrera de contención frente a los intentos de avances de la derecha, pero su discurso progresista encubre su propio giro derechista con el nuevo Código Civil, el envío al Congreso de la reforma del Código Procesal Penal, la votación de una nueva Ley de Hidrocarburos que extiende y profundiza el pacto de entrega de Chevron a todas las petroleras imperialistas y la Ley de Pago Soberano que con poco éxito intentó el “pago serial” a los especuladores de la deuda externa.
Para los trabajadores lo que ofrece son tarifazos, inflación y la represión, como ocurrió este jueves en la Panamericana con los obreros de Lear que enfrentan los despidos. Es evidente que la derecha también está en el gobierno.
Fuente: Telam y DyN
