Los vecinos y vecinas de los Barrios Paraje el 30 y Distrito Vecinal Noreste (DVN) de la ciudad de Cipolletti exigen al Municipio una solución urgente al problema que a diario padecen en relación al servicio de Transporte Público de Pasajeros. Denuncian deficiencias de la empresa de colectivos Pehuenche en el servicio de transporte de público, falta de frecuencia, demoras y alto costo del pasaje.
Viernes 4 de noviembre de 2022 21:42
Se trata de las familias que habitan en dos de los Barrios más alejados del casco urbano y en donde la empresa Pehuenche es prestadora de un servicio que deja mucho que desear. En un extenso petitorio detallan el problema que significa que el servicio se preste solo en la franja horaria que va desde las 6:30 de la mañana hasta las 21 horas y la escasa frecuencia. Lo que conlleva a que en Barrios populares donde viven cientos de familias trabajadoras les imposibilite llegar a tiempo a sus jornadas laborales e incluso queden a pie aquellos que cumplen con tareas nocturnas.
Hacen especial énfasis en la obstaculización y lo nada de inclusivo que tiene el servicio ya que dentro del sector del DVN radica el B° 24 Viviendas, compuesto en su totalidad por personas con discapacidad, muchos con sillas de ruedas quienes no solo conviven diariamente con este problema si no que además tienen que lidiar con el escaso mantenimiento de calles que el municipio realiza en el sector. También resaltan el estado de abandono en el que se encuentran las unidades: faltante de vidrios, pisos y techos rotos y hasta asientos quebrados o ausentes, estado que dista en relación al elevado costo del pasaje.
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Los reclamos y quejas del Servicio de transporte Público se repiten en toda la provincia, sin importar si la concesión la tiene la empresa Pehuenche o Ko- Ko el servicio es siempre el mismo. Los altos costos de los pasajes sumados a los sustanciosos subsidios otorgados por los gobiernos nacionales y provinciales no se traducen en mejoras de calidad para los usuarios, ni en disminuir el impacto ambiental, ni mucho menos en generar obras de infraestructura vial que mejoren la calidad de vida de la población.
Para implementar esto se requiere de dos medidas: la estatización del servicio y la creación de un organismo de control y gestión que sea capaz de cumplir con estos objetivos. Por eso, estas tareas deberían recaer en manos de los trabajadores y usuarios que, son quienes conocen cómo funciona el sistema y los más interesados en que lo haga de forma óptima.