Uno de los funcionarios más moderados de la Reserva Federal dijo el viernes que septiembre podría ser el momento adecuado para subir las tasas de interés si la economía de Estados Unidos sigue mejorando, aunque se muestra cauto por el escenario de la economía mundial.
Domingo 12 de julio de 2015
El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dijo en una entrevista que si bien persisten algunos "comodines" -incluidas una reciente caída en los precios del petróleo, la desaceleración económica de China y la crisis de deuda de Grecia-, el banco central de Estados Unidos podría ajustar su política en cualquier reunión futura, incluida la de septiembre.
"No descarto ninguna de las reuniones próximas", dijo Rosengren a Reuters por teléfono.
"Si continuamos viendo mejorías en el mercado laboral, si alcanzamos un nivel de confianza razonable de que estamos avanzando hacia una inflación de un 2 por ciento, podría ser apropiado tan pronto como en septiembre", dijo, refiriéndose a un alza de tasas.
"No creo que aún hayamos visto esa evidencia, pero todavía tenemos un par de meses de datos para ver si se confirma con más fuerza", agregó.
Rosengren ha defendido por largo tiempo una mayor flexibilización de la política monetaria en el banco central, que ha mantenido las tasas de interés en niveles cercanos a cero para impulsar una recuperación de la economía.
El funcionario fijó un umbral alto para postergar el alza de las tasas, en momentos en que los sueldos muestran las primeras señales de una recuperación y el desempleo ha bajado a un 5,3 por ciento.
Sólo si el mercado laboral se debilita inesperadamente, si la inflación subyacente comienza a caer, o si las alzas de los sueldos se disipan, "esas serían las cosas que me harían desear una pausa y esperar para ver si hay más evidencia", sostuvo.
Rosengren, quien no tiene derecho a voto en el comité de política este año, predijo que la inflación al gasto en consumo personal subirá a un 1,3 por ciento a fin de año, desde un 1,2 por ciento actual, y que alcance un 1,6 por ciento a fines del 2016.
El espera que el Producto Interno Bruto (PIB) se recupere a cerca de un 2,75 por ciento en la segunda mitad del año. "Pero eso ciertamente podría descarrilarse si recibimos un golpe internacional que cambie la confianza de la gente", dijo.
Las predicciones, afirmó, muestran "sólo una modesta" mejoría en la inflación y asumen algo de ajuste en el mercado laboral. "Eso podría llevarme a iniciar el ajuste, pero el momento exacto en que eso ocurra depende" de los próximos datos, refirió.
Si "los golpes internacionales no resultan ser negativos en lo absoluto, sería una muy buena noticia", dijo Rosengren.
Fuente: Reuters