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Red Internacional
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Panorama económico. Ganadores y perdedores de la inflación

La suba de precios no afloja. El Indec publicará este martes la inflación de febrero y las consultoras proyectan un 6%. La meta de Massa de alcanzar el 3% en abril y cumplir con el 60% a fin de año parece una ilusión. Sus políticas no frenan la inflación y provocan el deterioro del poder de compra de los ingresos de las mayorías populares mientras escalan las ganancias de las empresas.

Mónica Arancibia

Mónica Arancibia @monidi12

Domingo 12 de marzo de 2023 22:55

En febrero la inflación de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) alcanzó el 6%, registrándose una variación interanual del 103,1%. Este porcentaje elevado anticipa la inflación que dará a conocer el Indec este martes, que según las proyecciones de las consultoras rondará el 6%. Así, la suba de precios en un año alcanzará los tres dígitos.

En la inflación porteña incidieron los aumentos en: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Alimentos y bebidas no alcohólicas, Restaurantes y hoteles, Salud y Recreación y cultura, según la dirección de estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires. El Gobierno es responsable de los incrementos en los servicios públicos, combustibles y salud por autorizar los ajustes a las empresas. Una medida para aprobar el examen del FMI de reducir el déficit fiscal.

Además, el acuerdo que el oficialismo pactó con el Fondo es un “modelo” de alta inflación ya que la suba de precios es el mecanismo para ajustar el presupuesto, partidas como salud, educación, jubilaciones; y los ingresos de las mayorías trabajadoras. No obstante las responsabilidades del Gobierno, también es cierto que en la inflación operan otras causas. Son estas causas las que hay que atacar para enfrentar la suba de precios y se necesitan medidas de otra clase como el desconocimiento soberano de la deuda fraudulenta(según informó Cristina Fernández en Río Negro: el país enfrentará vencimientos de deuda por U$S76.000 millones entre 2024 y 2027 a pesar de la restructuración que realizó Guzmán), la nacionalización de la banca y el comercio exterior bajo gestión de los trabajadores para atacar la fuga de capitales y las remesas de utilidades de las grandes empresas al exterior que debilitan la moneda nacional.

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Sergio Massa afirmó que su objetivo era reducir la inflación a menos de 4% para abril. En tanto, el Presupuesto de este año proyecta un 60% de inflación. Pero los precios siguen en ascenso y las metas oficiales parecen una ilusión.

Los perdedores en este lío son los que viven de sus salarios, jubilaciones o programas sociales cuyos ingresos son carcomidos por la inflación. Mientras tanto, las ganancias de las empresas mejoran.

Los pulpos de la industria de alimentación

La inflación de alimentos y bebidas en enero fue de 6,8%, por encima del nivel general, y en los últimos doce meses ascendió a 98,4%.

En febrero la suba de los precios de los alimentos siguió. Según un relevamiento de Consumidores Libres realizado en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires, el precio de los 21 productos de la llamada “canasta básica de alimentos” tuvo un incremento del 11,84% el mes pasado.

El Gobierno apostó al programa Precios Justos para contener la inflación, pero las empresas realizan maniobras para evadir este programa. Recientemente fueron multadas Cabrales, Mondelez, Nestlé, Carrefour, Cencosud (que maneja las cadenas Jumbo, Disco y Vea), entre otras. Las empresas se burlan de estos acuerdos, para controlar los precios es necesario organizar comités de trabajadores y consumidores sobre todas las cadenas de productos esenciales, desde la producción, distribución hasta la venta en grandes supermercados.

¿Cómo es la industria integrada por muchas de estas empresas que incumplen los acuerdos de precios? La industria alimenticia es muy concentrada, y se vincula con capitales extranjeros y nacionales transnacionalizados. Según la última Encuesta Nacional a Grandes Empresas (ENGE) del Indec (2021) de las primeras 500 grandes empresas de la argentina, 110 pertenecen a la industria de alimentos, bebidas y tabaco, y de esas, 56 son de capital con participación extranjera.

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En una situación de elevada inflación hay una carrera por preservar los márgenes de rentabilidad donde los grupos económicos que tienen mayor concentración en la producción y comercialización de las mercancías, llevan las de ganar. Esto se debe a que pueden incidir en la fijación de los precios y sacar así ventajas.

Ganan las empresas

Los balances de las empresas alimenticias revelan quiénes ganan con la inflación. Según los últimos balances presentados en la Comisión Nacional de Valores, Arcor ganó $32.805 millones al 30 de septiembre de 2022. En 2022 Molinos registró ganancias por $8108 millones (22 millones por día) y Mastellone Hermanos S.A. $1358 millones, $4 millones por día. Ledesma, según publicó en su página web obtuvo ganancias por $ 5.637 millones en 2022. Ganan más a costa del aumento de la miseria y el hambre.

En tanto, la ENGE muestra que en 2021 la utilidad media que obtuvieron las empresas que pertenecen a la industria de alimentos, bebidas y tabaco por cada asalariado fue de $809.993.

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Otra manera de ver quiénes ganan y quiénes pierden es con los datos que elaboraron el centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores sobre distribución del ingreso. De ese informe se desprende que entre 2018 y 2021 los asalariados perdieron U$S70.000 millones que fueron a parar a manos del gran empresariado. La mayor transferencia se produjo durante el actual Gobierno.

Los salarios no obtuvieron el mismo beneficio que Massa ofreció a los bancos para postergar los vencimientos de la deuda en pesos (bonos que ajustan por inflación o suba del dólar) y perdieron contra la inflación. Según el Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía, “los precios y salarios se movieron muy parejos hasta la segunda mitad de 2022. Desde entonces, cada asalariado acumula una pérdida de $45.000”. Vale aclarar que hubo una mayor pérdida para los trabajadores informales. El poder adquisitivo de los trabajadores no registrados cayó en diciembre de 2022 un 19,3% en relación al mismo mes de 2019.

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Las jubilaciones y pensiones, y asignaciones familiares siguieron un camino similar. Un informe del Observatorio del Derecho Social calculó que en el caso de las jubilaciones y pensiones, en 2022 los haberes previsionales fueron un 9,3% más bajos que en 2019 y un 27,4% inferiores a los de 2015, y las asignaciones familiares perdieron un 12,7% en lo que va del gobierno del Frente de Todos, según informó Luis Campos, coordinador de dicho observatorio.

Los datos dejan en evidencia quiénes son los ganadores y perdedores del proceso inflacionario, es como una paritaria que beneficia a los grandes empresarios. Massa se ilusionó con el descenso de la inflación desde agosto, pero a fin de año los precios retomaron su carrera. Es imperiosa la pelea por recuperar el poder de compra perdido en estos años y enfrentar el plan de ajuste del Gobierno para cumplir con el FMI.

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Mónica Arancibia

Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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