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Miércoles 5 de mayo de 2021 20:45
En una nota de investigación sobre tres de los principales grupos productores de alimentos del país, Molinos Río de la Plata, Arcor y Ledesma, el periodista y economista Alfredo Zaiat en Página 12 muestra cómo sus ganancias mejoraron sustancialmente durante el año de la pandemia y en lo que va del corriente.
Sobre los números de la rentabilidad que son elocuentes Zaiat llega a una conclusión central: “han ganado mucho dinero en el año de la pandemia, recuperándose así de las pérdidas registradas durante los dos últimos años de recesión del gobierno de Macri.”
Sobre esta frase podemos afirmar que es un tanto polémica considerando que las empresas recurren a maniobras contables por las cuales muchas veces traducen resultados financieros negativos (provenientes del endeudamiento en dólares en escenarios devaluatorios bruscos como fue el 2018 y 2019) mostrando de esta forma una pérdida en el ejercicio económico. Pero cuando se leen entre líneas sus balances se puede corroborar que las ganancias operativas que surgen del propio proceso de producción y comercialización de sus productos pueden ir alcanzando mejoras sustanciales.
Habiendo estudiado el caso del grupo Ledesma lo tomemos como ejemplo. Mientras sus ganancias netas (resultados distribuidos) arrojaron resultados negativos entre 2017 y 2019, años donde impactó la devaluación elevando en pesos la carga de sus deudas en dólares, la ganancia operativa tuvo un crecimiento sideral. La misma entre 2018 y 2019 aumentó un 104 % (pasó de 889 a 1.815 millones de pesos). En 2020 la ganancia operativa volvió a ascender a 3112 millones una suba anual del 71 %.
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Por su parte, entre 2019 y 2020, la empresa Ledesma refinanció sus deudas y de esta forma mejoró el perfil de vencimientos mermando así el impacto sobre las ganancias netas que han tenido un ciclo alcista impresionante. Desde junio a febrero de este año los resultados distribuidos acumulados subieron un 654 % respecto del cierre del último balance en mayo de 2020.
Si Ud. es trabajador azucarero del grupo Ledesma me imagino que se estará preguntando, ¿por qué en esta paritaria nos ofrecen tan solo un 25 % de aumento?
Es evidente que la empresa tiene espaldas para otorgar al menos una paritaria para que nadie pierda frente a la inflación de este año, ni gane menos que la canasta familiar.
Lo que pasa es que para sostener esta fiesta de ganancias de los dueños del país, el esfuerzo lo tienen que hacer los trabajadores percibiendo salarios que arrastran una caída del poder de compra sistemática desde 2016 y entre febrero del año pasado y febrero de este año el salario perdió un 9,2 %.
Recordemos que el Gobierno nacional asumió su mandato con el imperativo de devolver lo quitado por el gobierno de Macri. Por el momento, sigue siendo una política Hood Robin, le siguen sacando a la clase trabajadora para darles a los ricos y, este año más aún con la CGT como guardiana de paritarias que no sobrepasen el 30 % , el porcentaje de inflación cada vez más ilusorio que el ministro Guzmán puso por escrito en el presupuesto público.
De esta política de ajuste al salario también se valen los gobernadores como Morales quien con el apoyo de las conducciones gremiales ha convalidado aumentos miserables a docentes y estatales del 12% (por debajo de la inflación del primer trimestre del año), aunque la provincia venga recibiendo fondos de coparticipación que llegan con aumentos por encima de la inflación. Mientras el 72 % de los asalariados privados registrados en Jujuy se encuentran en la pobreza, claramente peor es la situación de los que trabajan en negro, los informales y desocupados.
A modo de conclusión, como en toda fiesta de unos pocos el final puede no ser feliz para ellos y ellas. Por abajo el humor de la clase trabajadora ha empezado a cambiar y las acciones de lucha con piquetes y cortes durante casi dos meses de los trabajadores de la salud de Neuquén, los paros y cortes de ruta de los critrícolas en Tucumán, los rurales de la vid de Mendoza, San Juan y Salta o los rurales de Ledesma que comenzaron a movilizarse, son tal vez, el anticipo de lo que puede empezar a resolver en las calles lo que el Palacio prometió pero no cumplió. El hambre no se hace esperar, conducir la unidad de ocupados y desocupados tampoco.
Gastón Remy
Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.