El gobernador bonaerense anunció 1350 nuevas plazas en el servicio penitenciario cuando las cárceles tiene capacidad para 25 mil personas y la población carcelaria asciende las 50 mil.
Martes 5 de mayo de 2020 14:30
Foto: conferencia de Kicillof junto a los ministros Alak y Berni
El gobernador Axel Kicillof tomó nota del reclamo reaccionario que en los últimos días impusieron diferentes sectores de la oposición y la sociedad respecto a la población carcelaria, y que algunos referentes políticos del oficialismo acompañan, como Sergio Massa o Sergio Berni. A través de los grandes medios, con fake news o cacerolazos, el mensaje es el mismo: ante el avance del virus, los presos "que se queden presos".
El coronavirus no solo ataca presos; ataca a médicos, policías y a otros servidores públicos. Ninguno de nosotros nos fuimos a casa, ni dejamos de trabajar. Así que los presos, que se queden presos.
— Sergio Berni (@SergioBerniArg) May 3, 2020
Kicillof presentó junto a los ministros de Seguridad y Justicia, Sergio Berni y Julio Alak, un plan para ampliar el sistema carcelario, creando 1350 nuevas plazas en el Servicio Penitenciario Bonaerense, a partir de una inversión de 800 millones de pesos. Este anuncio no es más que una respuesta demagógica ante el grito en el cielo que pusieron quienes representan a lo más rancio de la derecha. Y la realidad de las cárceles bonaerenses lo demuestra.
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Según un informe de Casación Penal del año 2018, la infraestructura carcelaria alojaba en provincia de Buenos Aires a 48.827 reclusos, cuando la capacidad del sistema es de apenas 25.000. Pero este dato fue actualizado recientemente por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), dando cuenta que para octubre de 2019, la cantidad de presos y presas en territorio bonaerense asciende a 51397. Es decir, que en la provincia que gobierna Kicillof la población carcelaria duplica la capacidad que hay en las cárceles.
Además, la superpoblación de las cárceles comprende en su mayoría a personas pobres, presas por delitos menores contra la propiedad y donde la mitad de quienes están tras las rejas no tiene condena.
En conferencia de prensa Kicillof se defendió de "la campaña falsa" que acusa a su gobierno de querer "liberar presos" y volvió a cargar sobre el Poder Judicial como responsable de estas decisiones. En la misma sintonía que el ejecutivo nacional, el mandatario bonaerense busca desentenderse de tomar medidas serias ante el explosivo descenlace que la pandemia puede detonar en medio del hacinamiento y las condiciones inhumanas que rigen en las cárceles.
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Pero esta demagogia no empieza hoy. La superpoblación carcelaria no responde a un aumento de los hechos delictivos, sino a la denominada “inflación penal”. Es decir, a la leyes que se impusieron con los votos de la UCR-Cambiemos, el Frente Renovador de Massa, y parte del entonces Frente Para la Victoria, tomando la agenda de mano dura y represión para reforzar las famosas "leyes Blumberg" y reformar en 2016 el Código Penal. De esta manera, se estableció desde entonces que la detención es la regla y no la libertad y el principio de inocencia.
Sin dudas, es el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, una de las voces del gobierno de Kicillof que expresa abiertamente, y sin demagogia, las verdaderas intenciones respecto a las personas privadas de su libertad. En medio de una crisis sanitaria sin precedentes, Berni sostuvo en los últimos días que "por suerte para los presos (su libertad) no depende de mi opinión, porque si fuese por mí no sale ninguno".
Al respecto, el diputado del Frente de Izquierda Claudio Dellecarbonara, señaló "otra vez vemos que en materia de seguridad, es el ultra reaccionario ministro Berni quien imprime toda la agenda de un gobierno que insiste en aparecer como progre. Las respudiables declaraciones del ministro respecto a la situación carcelaria, fueron el anticipo de los anuncios que hoy realizó el gobernador Kicillof. El resultado es profundizar las graves condiciones de miles de personas detenidas que hoy se enfrentan a un alto nivel de contagio, de los cuales la mitad están en las cárceles por delitos menores y sin condena".
"Venimos insistiendo que La legislatura bonaerense tiene que sesionar. No puede mantenerse prescindente de un debate que es de interés público y que tiene graves consecuencias para un sector importante de la población", afirmó también el legislador de la Izquierda.