En la Asamblea General del Jueves 11 de enero en el Garrahan discutimos cómo nos tenemos que organizar para el paro del 24E y cómo construir desde abajo un plan de lucha contra el DNU, la Ley Ómnibus de Milei, Caputo y Bullrich. Cuáles son los debates en las salas y qué necesitamos para sumar cada vez más compañeras y compañeros recorrieron todas las intervenciones.
Domingo 14 de enero de 2024 22:05
El Jueves 11 de enero se realizó una asamblea general convocada por la JI ATE del Hospital Garrahan. Participamos enfermeras, técnicos, administrativos, médicas, de la Comisión de Insalubridad, entre otros sectores.
La necesidad de unidad en la lucha y la respuesta colectiva a los ataques estuvo presente desde el comienzo. Antes de iniciar la lista de oradores, habló Guido; un compañero del Ministerio de Cultura quien contó la situación en su lugar de trabajo, en particular de los despedidos. Nos solidarizamos con su fondo de lucha para enfrentar los despidos estatales en CABA y a nivel nacional.
Luego cada compañero y compañera que tomó la palabra describió cómo impacta la crisis en nuestras condiciones de vida y en la de nuestros pacientes. Esteban Argarañaz, delegado de la JI ATE y de la Agrupación Marrón Clasista propuso un ruidazo el próximo miércoles, invitando a las asambleas del barrio para luchar en común. A su vez, el mismo jueves la asamblea de San Cristóbal se desarrolló en la puerta del hospital.
Sabemos que la inmediata respuesta contra el protocolo Bullrich el 20D, que protagonizamos organizaciones de ocupados y desocupados, agrupaciones sociales y partidos de izquierda, así como los cacerolazos que rechazaron desde el día uno el DNU de Milei y Caputo es lo que sacó a la CGT de sus cómodos sillones. Primero tuvieron que convocar a la movilización en Tribunales y ahora al paro del 24 E. Pero también sabemos que garantizar que sea activo y masivo va a depender de la organización desde abajo.
En particular en el Garrahan, UPCN y SUTECBA (encuadrados en la CGT) son quienes entregan nuestras condiciones laborales e imponen los topes salariales hace décadas. Vienen discutiendo con la dirección del hospital, junto con ATE Capital y a espaldas de los trabajadores un convenio colectivo que divide aún más que la carrera hospitalaria, los sectores: por formación, por antigüedad, por evaluaciones, atando el salario al reconocimiento arbitrario de las jefaturas.
Es una verdadera reforma laboral que precariza en la planta permanente y fragmenta aún más, sumado a la tercerización y los contratos de residencias y becas. Todavía está fresco el rol nefasto, que cumplieron tanto UPCN cómo SUTECBA en la lucha de franqueros del hospital, firmando un acta con la dirección del hospital, contraria a lo votado en las asambleas del turno, y con quita de derechos.
Es por eso que en las salas se debate la legítima desconfianza, respecto a estas direcciones, de cuán real será la medida, el aval que darían, para evitar las persecuciones de las jefaturas. A quienes UPCN directamente, les dicta el listado de las personas que pueden salir a marchar.
UPCN y SUTECBA, propio de la práctica que nos tienen acostumbrados no convocaron a asamblea ni a nada para garantizar el paro en el hospital como parte del paro general. Tendrían que poder demostrar que pueden garantizar el paro que convocó su propia central. Y en el caso de amedrentamientos o represalias de las jefaturas deberían ponerse al frente de la defensa de cada compañera o compañero.
Tanto en las recorridas cómo en la asamblea, se fueron expresando los argumentos que hacen posible que la dirección pueda avanzar con algunas de estás divisiones. Hay compañeros que votaron a Milei, entre otras cosas, por estar “hartos de funcionarios, jefes y supervisores que acomodan a toda su familia. Mientras nos matamos laburando en las salas”. Otros con antigüedad, tienen bronca con los sindicatos que “no nos representan y transan” y por eso dudan en parar. Hay también, quienes votaron a Massa pero no ven contradicción, en qué el kirchnerismo dirija los sindicatos, que ellos mismos “detestan” y ese es el fundamento para no sumarse.
Quienes entraron hace poco, dudan si “los despidos o las amenazas del gobierno contra la protesta, los puede afectar si paran”. Los contratados plantean dudas respecto a si van a continuar trabajando, si a ellos también les van a afectar los despidos y cómo actuar. Las tercerizadas tienen jefaturas de la empresa, del hospital y delegados encima, para que no puedan debatir. Los becarios y residentes se organizan a pesar de sus direcciones. La amplia mayoría no llegamos a fin de mes y la amenaza de descuentos, es otro punto de duda frente a la carestía de vida en aumento. Esto también fue un debate luego del paro de franqueros.
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Quienes votaron a Milei no lo hicieron para que apliquen un ajuste y muchos de ellos ya están arrepentidos. Quienes votaron a Massa, no adhieren a sus direcciones sindicales, ni al vaciamiento que hizo el kirchnerismo de la salud pública. Y los temores que hay sobre las represalias, no significa que las compañeras y compañeros no quieran luchar. Frente a un ataque económico tan brutal es entendible.
Todo esto también se mostró en la característica de la asamblea que no fue masiva sino centralmente de activistas convencidas y convencidos de parar, y las agrupaciones de izquierda del hospital. Desde ese punto de vista las resoluciones tienen que tener el principal objetivo de construir un paro activo el 24E y un plan de lucha nacional logrando masividad y unidad para ganar.
Desde la Agrupación Marrón Clasista, en la asamblea planteamos que es necesario recuperar la tradición de lucha del hospital. Frente a todas esas resoluciones individuales y divisiones, construyamos la organización desde abajo y la salida colectiva. Convocar a todas las compañeras y compañeros; hayan votado a quién haya votado, a luchar contra el DNU y por nuestros derechos. Ante la desconfianza legítima hacia las direcciones sindicales, construir asambleas de afiliados y no afiliados, a cualquier gremio, de planta, todo tipo de contrato y tercerizadas. Ante la preocupación de no poder sostener los descuentos construir desde ahora mismo, en la preparación del plan de acción, un enorme fondo de lucha, para mostrar que nos preparamos en serio para que ningún compañero dude o se baje por presión económica. Necesitamos darle un valor concreto a la frase “nos tocan a uno y nos tocan a todos”.
Nuestra moción proponiendo el lanzamiento del fondo de lucha salió votada por mayoría, pero lamentablemente con la abstención de delegados de la Naranja (agrupación del Partido Obrero en la JI) Pino, delegado adjunto, fundamentó que “no hay que poner el carro delante del caballo y que es raro hacer un fondo de lucha cuando no hay lucha”. También debatimos con su intervención en la que planteó que “no podemos asegurar el aval de ATE que aún no dice nada del paro”. Ese dato objetivo, solo suma dudas a los compañeros, cuando la JI ATE en todas las acciones, da el aval para participar independientemente de lo que haga el sindicato. Consideramos fundamental que los compañeros despejen todas las dudas y se propongan mostrar una alternativa de organización a las direcciones sindicales. Tanto en la representatividad, cómo en el sostén del fondo de lucha. Es necesario que los compañeros de la Naranja revean su postura, sean consecuentes con lo votado en la asamblea general y pongamos de conjunto, a la JI ATE Roja en esa perspectiva.
Por otro lado, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan convoca a asamblea el próximo 18E. Con las compañeras y compañeros que allí participen tenemos planteado organizar desde hoy mismo la participación conjunta en el paro. Pero en vez de hacer varias convocatorias sería necesario que junto a la JI ATE llamen a una asamblea unificada, sin distinción de afiliación ni sector.
Luego de la asamblea se presentó a la dirección la resolución que avala a afiliados y no afiliados a todos los gremios para adherir a la medida.