Las empresas gastronómicas despiden y el secretario general de UTGRAH Neuquén las justifica. Necesitamos una organización democrática de trabajadoras y trabajadores para defender nuestros derechos.
Viernes 3 de julio de 2020 18:58
Foto: noticiasnqn
Para quienes trabajamos en gastronomía la pandemia fue un golpe durísimo. Los dueños de las empresas y locales donde trabajamos no tardaron nada en tomar medidas para mantener sus ganancias y evitar pérdidas, afectando nuestros sueldos y en muchos casos dejándonos en la calle. Los medios se llenaron de publicidades diciendo que “todos tenemos que hacer un esfuerzo” pero parece que a los trabajadores nos volvió a tocar la peor parte.
Después de 100 días, el secretario general de “nuestro” gremio, Jorge Bascur, apareció en los medios hablando sobre lo sucedido en el rubro gastronómico durante esta cuarentena. “Son unos 1300 trabajadores que hoy están dados de baja. Me gustaría ver cómo fueron las indemnizaciones, pero creo que al 90 por ciento no le pagaron" le dijo a un medio local, como si no tuviera nada que ver con la situación. A esta altura no sorprende que se lave las manos o que actúe como un auténtico vocero de las patronales ya que fue la UTHGRA (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos) quien acordó la rebaja de nuestros salarios al 75% sin siquiera consultarnos.
“En teoría, no se puede despedir gente, pero siguen despidiendo, siguen arreglando y jugando con las necesidades de la gente", dice Bascur, normalizando completamente la situación. Nos preguntamos ¿qué hizo el gremio gastronómico para evitar que los trabajadores a los cuales representan no fuesen suspendidos o despedidos durante la cuarentena? Nada, los empresarios nos tiran a la calle en medio de esta crisis como si nada, y el sindicato avala eso porque “no pueden mantener el sueldo de los trabajadores porque tienen las instalaciones cerradas” ¿Y qué hicieron con los millones que recaudaron durante años gracias a nuestro trabajo? ¿Dónde están los libros contables de esas empresas que demuestran que no pueden sostener el sueldo de los trabajadores?
Es reconocido que, desde hace años, las condiciones de trabajo en las casas de comidas rápidas, bares y restaurantes son pésimas. En el laburo lo dejas todo, te cuesta cortes, quemaduras, dolores de espalda… muchos somos pibes y pibas de entre 20 y 30 años, pero incluso a tan corta edad llegamos destrozados a nuestras casas. Las horas en negro, los doble turnos impagos y los despidos sin indemnización son moneda corriente en este rubro ¿Y el sindicato? Bien gracias, llevan años haciendo oídos sordos a nuestras denuncias. "Esto ha pasado en Neuquén toda la vida" les dice a los medios la persona que supuestamente defiende nuestros derechos.
Para las patronales y este sindicato no somos más que una variable de ajuste, no les interesa si no tenemos un alquiler donde vivir, cuentas que pagar, familiares enfermos o si solo comemos arroz y fideos. Y esto no es algo que sucede ahora durante la cuarentena, un sinfín de situaciones donde pasan literalmente por encima de nuestros derechos se repiten en todos los bares, restaurantes y lugares de gastronomía en Neuquén, todo avalado por el gremio y por el Estado.
Nuestras voces se están alzando en un grito que es cada vez más fuerte: BASTA
Estamos cansados de ser siempre los que pagamos los platos rotos. Estamos cansados de trabajar sin derechos y que los sindicatos no nos representen. Los dirigentes sindicales como Bascur nos niegan la posibilidad de hacer asambleas, elegir delegados y callan nuestra voz. Pero no nos quedamos de brazos cruzados viendo cómo se roban nuestro futuro. Por eso empezamos a organizarnos desde abajo y por nuestra cuenta. Junto a trabajadores y trabajadoras de comercio, pasteleros, repartidores e informales que están atravesando la misma situación que los gastronómicos fundamos La Red, una organización democrática y abierta a que participen todas y todos los trabajadores que quieran pelear por sus derechos. Nuestras voces se están alzando en un grito que es cada vez más fuerte: BASTA!. En Neuquén y en todo el país empezamos a organizarnos para cambiar la historia.