Mar del Plata. Gatillo fácil: movilizamos a un mes del asesinato de Brandon Romero

Pasadas las 13 horas de este miércoles, junto a decenas de organizaciones políticas y sociales, familiares y amigos de Brandon se movilizaron frente a la Municipalidad de Mar del Plata para exigir justicia a un mes del asesinato del joven el pasado 5 de julio por parte del policía Arcangel Bogado. Desde la Izquierda Diario acompañamos la movilización y entrevistamos a Romina, mamá de Brandon.

"Hoy estamos movilizando porque a un mes del asesinato de mi hijo Brandon, no hay justicia. Arcangel Bogado, el policía que fusiló a mi hijo sigue el libertad, no estuvo preso ni un día. La pericias balísticas dicen que a mi hijo el policía le dio dos tiros en los talones, a 38 metros. Se acercó, le dio un tiro en cada mano, porque mi hijo se tapó la cara… le dio un tiro en la nariz, uno en el pómulo… me lo remató de un tiro en la nuca… todos los otros tiros están alrededor de mi hijo, lo fusiló y luego lo dejo tirado en la ruta, me lo pisaron tres autos y me lo tuvieron que juntar como podían. Yo quiero justicia, yo quiero que por lo menos es que le saquen la chapa y lo metan preso. Él espero a mi hijo para asesinarlo, fue premeditado, sus declaraciones están llenas de contradicciones. Hoy se cumple un mes y no hay nada, estoy indignadísima".

La causa judicial tomó la versión del policía bonaerense Arcagel Bogado, quien fue imputado por homicidio agravado por uso de arma de fuego pero que espera en libertad los avances del expediente. En su declaración, ratificó su relato y confirmó que Brandon estaba desarmado.

Como relata su mamá a este medio, el fiscal Alejandro Pellegrinelli mantiene su decisión de no pedir la detención de Bogado, aún luego de conocer el resultado de la autopsia donde se confirma que Brandon recibió siete impactos de bala y que luego fue atropellado.

"El doctor Pellegrinelli en ningún momento hizo nada por mi hijo, siempre acusó a mi hijo de tener antecedentes y que era un chorro. Mi hijo tenía 18 años, no tenía antecedentes y no era un delincuente. Mi hijo era panadero, era un trabajador, empezó a los 17 años. Primero cuidaba un predio, trabajaba todo el día y no tenía franco, nosotros con mi marido le aconsejamos que lo deje porque era agotador, entonces empezó a hacerle mandados a las vecinas hasta que consiguió por una amigo el trabajo en la panadería. Brandon estaba encantado de trabajar ahí, venía todos los días feliz de ser panadero, él quería aprender el oficio, quería ahorrar para comprarse su moto más grande. Brandon tenía todo, daba todo por los demás, no tenía problema con nadie, ese era su día franco, mi hijo era lo más bueno que hay”.

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