Finalizó la temporada de presentaciones del espectáculo teatral titulado "Persecución y asesinato de León Trotsky". Gilberto Guerrero, director de la obra, compartió con nosotros algunas palabras sobre la importancia de recuperar el legado del revolucionario ruso.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Lunes 3 de julio de 2017
Adaptada a partir de textos de Peter Weiss (en particular de Trotsky en el exilio), "Persecución y asesinato de... León Trotsky" se presentó en el Centro Nacional de las Artes en la Ciudad de México del 16 de junio al 2 de julio. Ante un teatro de las Artes lleno, el elenco, conformado por Rodrigo Martínez, Javier Rojas, Gonzalo Guzmán, Darinka Olmedo y Sara Guerrero Alfaro, integrantes de la compañía Delirio Teatro A.C. (Perro Teatro!), representó distintos momentos de uno de los hitos en la Historia mundial a través de uno de sus protagonistas: la Revolución Rusa a través de León Trotsky.
En la historia de la humanidad es difícil encontrar una persecución tan encarnizada contra un solo hombre. Gilberto Guerrero, director.
El llamado a "remontar la desilusión" en el que se insiste a lo largo de la obra fue reafirmado durante los agradecimientos del equipo de producción, en donde Gilberto Guerrero, director de la obra, denunció cómo es que con el afán de aparentar "fomento al arte", las instituciones a cargo "apoyan" para la puesta en escena de espectáculos que, como este, requieren un trabajo de producción que no corresponde con las pocas fechas facilitadas. Así, la preocupación administrativa por el número de obras presentadas eleva los costos y hace más difícil que la población tenga acceso a estos eventos.
En un mensaje para La Izquierda Diario, Gilberto Guerrero recalcó la importancia de regresar a la obra de León Trotsky y de recuperar sus aportes en el marxismo, a su mirada crítica y de romper con la imagen degenerada del socialismo que nos legó la burocratización de la URSS a manos del estalinismo para avanzar hacia una idea en donde "el socialismo es el mejor sueño de la humanidad".
Enmarcada en "los tiempos que corren, de un enorme desánimo y de una profunda desilusión política", esta obra busca destacar la figura de Trotsky como una muestra de la tenacidad y voluntad superadoras que únicamente pueden ser producto de la convicción revolucionaria de que "la vida es hermosa" y de que el llamado de la historia a tomar nuestros destinos en nuestras propias manos es insoslayable.
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