Gilda morales, se encuentra luchando contra la justicia hace casi dos años, por la restitución inmediata de su hijo. Hoy la causa se encuentra en la Corte Suprema de Justicia.
Miércoles 30 de agosto de 2017
La pelea de Gilda Morales por la restitución de su hijo tiene un largo y tortuoso camino que comenzó en el 2014. En ese momento, el padre del menor presentó un escrito sin pruebas a la justicia diciendo que Gilda “obstruía el vínculo con su hijo”.
Algo que Gilda desmiente, reafirmando que por el contrario el hombre tenía en su haber denuncias de violencia psicológica y amenaza de muerte, que en los últimos meses se encontraba ausente, sin pagar la cuota alimentaria y tenía restricción de acercamiento a la familia.
Pese a este antecedente, comienza la recorrida de Gilda por los pasillos de Tribunales de Familia y distintas instituciones, con actuaciones no exentas de irregularidades y maltratos varios bajo la preeminencia de la Jueza Morcillo, a cargo del Juzgado de Familia de 4ta Nominación.
Gilda hace responsable de su calvario a la Jueza Morcillo, y explica que “está muy cuestionada, que tiene muchas denuncias penales, tiene incluso sumarios administrativos. Somos muchas las madres que sufrimos el aberrante trato y la violencia por parte de esta mujer, la violencia institucional sobre todo, el abuso de autoridad al cual nos tiene acostumbradas”.
La causa incluye expedientes en la justicia penal, civil, de familia, DDHH, y en la última etapa se encuentra debatida en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por un recurso que presentó Gilda.
Gilda sigue en pié y se mantiene el día de hoy en las afueras de Tribunales de Córdoba, realizando una protesta que incluyó huelga de hambre, plantea que su reclamo es: “legítimo, porque mi hijo fue sacado de mi hogar en condiciones infrahumanas; fue sacado de su centro de vida, algo que está prohibido por la ley 26.061 del código civil argentino, y estuvo 10 meses sin ver a su madre y hermanos; porque la jueza intervino en contra del dictamen de un cuerpo oficial técnico de familia que dijo que el padre no estaba en condiciones, es decir, no estaba apto para tener a mi hijo. Lo fundamentó muy bien y este cuerpo técnico previno el daño que actualmente V. está sufriendo. De hecho, dijo en ese informa que el padre sólo podía tener visitas asistidas con acompañamiento terapéutico”… “Sin embargo, la jueza Morcillo resolvió en el sentido opuesto y estableció las visitas asistidas para mí como mamá, y dejó el cuidado de mi hijo bajo responsabilidad del padre. Todo esto en el marco de que la CATEMU, (conformado por psicólogos, psiquiatras y especialistas en derecho de familia) que asesoran a la jueza intervinieron indicando oficialmente que el cambio de guarda no era recomendable para el niño, por una serie de tremendos síntomas y evidencias que nota en el vínculo del niño con el padre y a su vez del padre y del niño también” .
Los derechos del niño y la justicia que lo revictimíza
Morales es muy clara en el planteo: “Yo estoy reclamando que los derechos que les fueron quitados a V. fueran restituidos inmediatamente. La violación ha sido extrema, absoluta, bochornosa, violenta. A mi hijo me lo sacaron con la policía en un allanamiento en mi hogar, por eso los derechos violados de mi hijo, independientemente de la opción popular, o lo que los medios masivos de comunicación oculten y quieran generar opciones sobre mi persona, no resisten ningún debate”. “Intentan difamar mi persona, consideran que como madre en la lucha por su hijo es imposible que tenga la fortaleza que yo tengo, consideran que debería mostrarme débil y loca y yo sigo acá firme por recuperar a mi hijo”.
Los derechos y necesidades del niño parecen haber quedado en último plano, lejos del principio de interés superior establecido en las convenciones internacionales y la legislación nacional como afirma Gilda Morales.
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La justicia de Córdoba es un botón de muestra de las actuaciones de este poder en el resto del país en cuanto a derechos de los niños, la juventud y las mujeres. Desde el Colectivo por la Visibilización del Abuso Sexual Infantil, vienen acompañando al pedido de justicia que está realizando Gilda Morales por la restitución de todos los derechos vulnerados de su hijo. Existe una causa común y hay un marco de actuación común llego de irregularidades en los juzgados penales, civiles y de familia. Irregularidades con apellido patriarcal de la justicia cordobesa que como denuncia el Colectivo de Visibilización del Abuso Sexual Infantil, descreen a las mujeres, descreen a las madres y a los relatos de las víctimas.