De los comentarios de Mike Pompeo a las declaraciones de Elliott Abrams, de los encuentros con el Vaticano a los diálogos en Oslo apoyados por Estados Unidos. ¿Cambios en la política norteamericana hacia Venezuela?
Viernes 7 de junio de 2019 17:30
Primero fue el secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, afirmando que "Nuestro dilema, que es mantener a la oposición unida, ha resultado ser tremendamente difícil", en una grabación de audio “obtenida” por The Washington Post.
Pompeo habría dicho que confiaba en que Maduro finalmente se vería obligado a retirarse, pero "no podría decirte el momento". De acuerdo al propio diario, dichos comentarios “representan una brusca desviación de la línea oficial del gobierno de Trump que promueve la unidad y la fuerza de la oposición liderada por Juan Guaidó”.
Que la oposición de derecha está fuertemente dividida no es ninguna novedad. Hasta finales del 2018 las divisiones eran abiertas. La política más agresiva del imperialismo a comienzos de enero alentó toda la línea golpista y tras la figura de Juan Guidó (integrante de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López), un ilustre desconocido incluso meses antes, Estados Unidos consiguió arrastrar a todos los sectores de la oposición. Desde los más entusiastas intervencionistas, incluso a nivel militar como Antonio Ledesma (Alianza Bravo Pueblo) y Corina Machado (Vente Venezuela) entre otros, hasta algunos que intentaron ser “más cautelosos” aunque igual de golpistas todos.
Fracasadas las tentativas golpistas, incluso la más abierta como la del 30A, y con la Casa Blanca bajando un poco su tono bélico después del fracaso de la operación “Ayuda humanitaria” del 23F, la orientación de Estados Unidos parece estar dando un giro. Aunque de ser así, éste está acompañado de una política más agresiva hacia Cuba con las nuevas medidas ejecutivas tomadas contra la isla por Whashington con el argumento de “interferir” en Venezuela.
Si bien el camino hacia a las negociaciones en Noruega entre el gobierno de Maduro y sectores de la oposición se iniciaron en Cuba, y éstas siguen su curso. Maduro quiso hacer ver que negociaba con el sector “más democrático” de la oposición, pero eran llevadas a cabo por representantes de Guaidó quien había encabezado las tentativas de golpe.
Dichos encuentros eran del total conocimiento y aval del gobierno de Estados Unidos y contaban con la bendición del Vaticano. Elliott Abrams se había reunido previamente con el Papa Francisco, mostrando al Vaticano más activo. Que Guaidó nunca fuese detenido luego del 30A y sí algunos copartícipes eran solo muestras públicas de lo que se desarrollaba en los entretelones.
El artículo de opinión escrito por Elliott Abrams en el Miami Herald de este jueves apuntala lo que parecería ser la nueva política estadounidense. Y el medio para hacerlo no es casualidad. Dejando de lado el cinismo en el que afirma que “Durante la semana del 30 de abril, el mundo fue testigo del intento de los venezolanos de volver a poner al país en un camino constitucional”, el representante Especial de los Estados Unidos para Venezuela sostiene que “Los venezolanos deben poder unirse y tomar las decisiones que enfrenta su país a través de elecciones libres y justas que reflejen la voluntad de la mayoría, no solo de los pocos corruptos que tienen el poder”.
Lo esencial es cuando afirma que “Tanto la oposición como las voces chavistas son esenciales para una transición pacífica y la reconciliación nacional. Como todos los ciudadanos del país, los chavistas deberán desempeñar un papel en la reconstrucción de Venezuela”, incluso con guiños al chavismo: “En su mejor momento, el chavismo representaba la inclusión de voces venezolanas que tradicionalmente habían sido excluidas de la conversación nacional”. Se trata del funcionario, quien en un principio sostuvo que todas las opciones estaban sobre la mesa, incluyendo la fuerza militar.
Si lo difundido por el Washington Post con el “audio secreto” no fue enviado realmente por la propia gente de Pompeo o algún otro sector no es muy claro, lo cierto es que el secretario de Estado no salió a desmentirlo, y empalma plenamente en la línea oficial esbozada por Elliott Abrams vía el Miami Herald.
Rusia parecería estar en sintonía con Estados Unidos. Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores, afirmó que han conversado varias veces con representantes de la oposición venezolana. “La parte rusa está trabajando con la oposición. Pero con la oposición que es legal”, sostuvo el canciller. Con lo de “legal” es una expresión que se emparenta con la de Maduro, “sectores democráticos”, cuando se trata del personal que encabeza Guaidó.
La Cancillería rusa ha informado este viernes que la siguiente ronda de diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela tendrá lugar la próxima semana en Noruega. "Por lo que sabemos, (la ronda) tendrá lugar la semana que viene”, sostienen los rusos, aunque ninguna de las partes, ni los noruegos, han confirmado la fecha de la nueva ronda.
Es de recordar que toda la ofensiva golpista desde la autoproclamación de Guaidó como "Presidente" -planificada y respaldada por los EE.UU.- estuvo marcada por la consigna que marcaba la ruta y enarbolaba Guaidó a cada rato como una especie de "mantra": "cese de la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres". Hasta hace una semana, aún luego de reconocidas públicamente las conversaciones en Noruega, Guaidó declaró que esas negociaciones no implican ningún cambio en el orden de la consigna, sin embargo, estas declaraciones de Abrams parecen indicar claramente que los EE.UU. están bajándole a la oposición la línea de que sí se invierte el orden de la ruta, poniendo como primer momento no ya el "cese de la usurpación" sino señalando la necesidad de acuerdos para unas "elecciones libres y justas".
Los movimientos de Estados Unidos encierran muchas incógnitas, aunque son claros en poner de relieve su fracaso en su intervencionismo golpista. Acostumbrado a la política de la zanahoria y el garrote, no sería poco probable nuevas sorpresas elevando la apuesta agresiva, sobre todo si tomamos en cuenta su trabajo constante sobre las Fuerzas Armadas, pilar fundamental del régimen de Maduro. Este miércoles se dio a conocer que el coronel (Ejército) Hugo César Benito Mora fue detenido por efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) porque presuntamente sostuvo “reuniones conspirativas” con otros oficiales del Ejército. El coronel Benito Mora se desempeñaba como segundo comandante de la 43° Brigada de Artillería del Ejercito considerada como una unidad superior de combate. Junto a Benito Mora fueron detenidos otros militares.
Mientras tanto, con encuentros secretos realizándose, y todas estas declaraciones públicas del alto personal político de Estados Unidos, el ovillo estaría puesto en función de negociaciones y pactos. Por ahora el imperialismo busca mostrar la zanahoria. Y como vemos, el gobierno de Maduro que se llena la boca hablando de “antiimperialismo” sin tomar ninguna medida seria, muestra su verdadera cara en las mesas de negociaciones con nada más y nada menos con los sectores golpistas alentados por Washington.
Pero de la misma manera que hay que rechazar todo el intervencionismo abierto y descarado del imperialismo con todas las tentativas golpistas de por medio, lo que no implica en modo alguno apoyo al Gobierno de Maduro, los trabajadores no deben sembrar ninguna esperanza en estas “transiciones pacíficas” que también siembra el imperialismo, ni salidas negociadas de los de arriba ni de los militares, que sí tienen acuerdo en algo central: que la brutal crisis la siga pagando el pueblo trabajador.
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