El President Torra y el el vicepresidente y conseller de Economía, Pere Aragonés, anunciaron el equipo catalán que acudirá a la mesa de diálogo el próximo miércoles. La derecha cacarea desesperada.
Guillermo Ferrari Barcelona | @LLegui1968
Lunes 24 de febrero de 2020
Finalmente, el President Quim Torra y el Vicepresident Pere Aragonés han acordado la composición de la delegación catalana que acudirá a la reunión que éste miércoles harán en La Moncloa con sus homólogos del Estado español. En un comunicado conjunto enunciaban que querían integrarla con el presidente Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
En el comunicado se denuncia que la “negociación” no será normal por la situación de prisión y exilio que sufren estos dirigentes políticos. El Régimen del 78 usa esa prisión y exilio como un chantaje contra el pueblo catalán. Y, de hecho, continúa con la dictadura de las togas, la ofensiva contra el independentismo catalán, y, en especial, contra su flanco izquierdo y anticapitalista.
De todas formas, la delegación estará integrada también por los consellers de Polítiques Digitals y Administració Pública, Jordi Puigneró (JxCat), y el de Exteriors, Alfred Bosch (ERC), y las diputadas Elsa Artadi (JxCat) y Marta Vilalta (ERC), además del diputado republicano Josep Maria Jové, y el ex jefe de gabinete de Puigdemont y Torra, Josep Rius.
Más allá de las peleas y codazos mal disimulados, tanto Junts per Catalunya, como Esquerra Republicana de Catalunya apuestan por el diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, éste diálogo difícilmente pueda servir para pactar un referéndum de autodeterminación. Línea roja que el aparato del PSOE no quiere siquiera pisar. Y, por supuesto que el Régimen del 78 está vigilando atentamente.
La derecha y la ultraderecha, en sintonía con toda la ofensiva represiva del Estado, está gritando desesperada por la reunión del Presidente de España con los representantes catalanes. Y, ante esto plantea en el Congreso una pregunta a Sánchez: sobre el "impacto constitucional". De ésta manera, los de Pablo Casado pretende que en el Congreso se vote una moción referida a la reunión del miércoles de ambos ejecutivos.
Aunque la derecha cacaree con muecas de dolor, de la primera reunión entre gobiernos no se espera gran cosa. Como ya denunció la CUP, esta mesa no reconoce a “Catalunya como sujeto político de pleno derecho” y que “Este encuentro entonces, no pretende abordar ni les demandes sociales ni tampoco les nacionales”. Como mucho se podrá pactar “Un nuevo financiamiento” que no pondrá fin a la represión, ni acabarà con las injerencias constantes de la judicatura…”.
Un amplio espectro de la sociedad catalana (alrededor del 80%, según datos de sucesivas encuestas) desea votar sobre el estatus de Catalunya. Sin embargo, la Mesa de éste miércoles, presidida por Pedro Sánchez, coimpulsor de la aplicación del 155, difícilmente pueda llegar a un pacto que convoque dicho referéndum. La dirección procesista de ERC y JuntsXCat llevan al pueblo catalán hacia otra frustración política.
No es posible un pacto con el Régimen del 78, incluso cuando éste se encuentre liderado por su cara “más amable”. ¿Qué clase de diálogo se puede realizar, si mientras tanto la “justicia” sigue encarcelando a más activistas, inventando juicios y tratando de inhabilitar a Torra por haber colgado una pancarta.
Es necesario un "diálogo" entre los trabajadores y los pueblos de todo el Estado para unificar su lucha contra el pútrido Régimen monárquico y cavernario. Y, sobre las ruinas del mismo abrir asambleas constituyentes que resuelvan los graves problemas sociales, democráticos y una relación territorial que satisfaga a todos los pueblos permitiendo la colaboración fraternal.