Diversas reacciones generó el desmarque de los candidatos de la derecha del gobierno de Sebastián Piñera. Durante las casi dos horas que duró la transmisión, todos se lavaron las manos de sus responsabilidades en las diversas políticas que abordó el gobierno en el marco de la pandemia o su administración anterior.
Miércoles 23 de junio de 2021
Durante la jornada de ayer diversas autoridades del actual gobierno salieron a criticar el verdadero lavado de manos que hicieron los candidatos a la primaria de la derecha. Como si no hubiesen sido ministros de Defensa (Desbordes), Desarrollo Social (Sichel), Hacienda (Briones) o Educación y Desarrollo Social (Lavín) todos criticaron al gobierno dando a entender que ellos no tuvieron ninguna responsabilidad en la administración de Piñera.
Aun durante el debate se les señalaron las responsabilidades que cada uno tuvo en diversas políticas de gobierno, todos tendieron a desmarcarse o señalar que tal o cual política no eran lo que ellos realmente querían.
El gobierno de Piñera se ha transformado en un lastre del que hay que alejarse para los candidatos y esta posición es la que criticó fuertemente Rodrigo Delgado quien señaló que todos fueron en algún momento ministro de Piñera y que por lo tanto tenían que hacerse cargo de las gestiones que realizaron.
El otro sujeto de discordia en la moneda fue a quien apoya Cristian Larroulet, según Desborde el apoyo estaría dado para Sichel, quien se desmarcó de Larroulet y se lo endosó a Lavín con quién comparte en Libertad y Desarrollo y tienen una amplia historia en común. Es importante aclarar que Larroulet ha sido sindicado como el asesor más importante de Piñera y uno de los que ha trazado las decisiones del gobierno desde el estallido social en adelante.
De conjunto los diversos candidatos no hicieron más que intentar camuflar su verdadero rostro, uno subordinado a los intereses del gran capital nacional y transnacional que tiene terror de perder sus privilegios en el marco del debate constituyente y un posible futuro gobierno de la centro izquierda.
Mientras tres de los cuatro candidatos hablan de legalizar la marihuana, avanzar en derechos sociales como salud y educación o incluso el matrimonio igualitario, mantienen la base neoliberal y la matriz extractivista del país. Quieren mostrarse como una derecha “renovada” que escuchó la calle post estallido, pero nada más lejos de la realidad. Son los lugartenientes de la constitución Pinochetista, de quienes votaron rechazo, de quienes niegan la prisión política, las violaciones a los derechos humanos, de quienes quieren poner nuevos cerrojos a los procesos sociales abiertos desde el 2019 y avanzar a recuperar el control que tenían la elite empresarial del país.
Las y los trabajadores no tenemos nada que esperar de estos candidatos, ellos solo están ahí para salvar lo poco que queda del régimen de Pinochet y por eso se atrincheran en sus discursos de promover el “emprendimiento”, a la clase media, a las pymes, cuando es ese sector el que ocultó las colusiones de los grandes empresarios, entrega enormes concesiones y garantías de funcionamiento a empresas extranjeras para que exploten nuestros recursos naturales y estratégicos, los que son dueños de los bancos que cobran intereses impagables para las pymes, los mismos que niegan los derechos de organización y lucha de la clase trabajadora.
Solo un gobierno de las y los trabajadores, de ruptura con el capital y las instituciones de esta democracia de clase podrá solucionar íntegramente las necesidades del pueblo trabajador.
