Carlos Larraín se refiere al nuevo gobierno de Sebastián Piñera, y caracteriza al Frente Amplio como un “peligro” para el gobierno.
Martes 13 de febrero de 2018

El vicepresidente de Renovación Nacional, en una entrevista con El Mercurio expone su inquietud con respecto a los plazos que tendrá el nuevo gobierno de Piñera. En ese sentido, el derechista señaló:
“Si no hacemos cosas muy importantes antes de 20 meses, vamos a haber fracasado. Se habla de los ocho años (de gobierno) con mucha liviandad, y la verdad es que con el sarampión que estamos padeciendo hay que pensar en plazos muy apretados.”
Un nuevo gobierno de la derecha plantea un escenario de nuevas convulsiones sociales que pudiesen generar problemas de gobernabilidad, tal como se expresó con la efervescencia social producto de las movilizaciones durante su anterior gobierno, especialmente del movimiento estudiantil.
Así también, el movimiento de mujeres y las masivas marchas de “No + AFP” suponen reactivación de las luchas sociales. A partir de ahí, y tal como se puede observar en el escenario latinoamericano con las movilizaciones contra las reformas de recorte en las jubilaciones impulsadas por el gobierno de Macri en Argentina, es que el próximo gobierno de Piñera buscará hacerse un espacio en el intermedio de concesiones, a la vez de mantener una línea de ataque hacia los mismos, como lo expresan las designaciones de sus ministerios como controvertidos personeros en oposición a las luchas que levantó el movimiento estudiantil y el movimiento de mujeres, por ejemplo.
Si bien, el triunfo de Chile Vamos representa el triunfo de la derecha, no significa que exista una nueva hegemonía que les permita instalar una agenda propia, de modo que la coyuntura lo constriñe de tal manera que tuvo que hablar de una “Agenda Social” y de avanzar en la gratuidad.
Sin embargo, propio de los partidos ligados a los intereses empresariales, preanuncia “dificultades” en el trabajo del Ministerio del Desarrollo Social y el Ministerio de Hacienda, producto que “al futuro ministro de Hacienda le ha caído encima el financiar un gasto amarrado que dejó el gobierno saliente.”
Pre-justificando que habrán dificultades, a la vez que insisten en el desarrollo de un enfoque empresarial en el que se exprese que el trabajo del nuevo ministerio “revalorice” el rol del empresariado, señalando que:
“A Moreno le ha llegado el encargo, quizás el más difícil de todos: crear sensibilidad en el mundo empresarial para las realidades sociales. Hay que entender de una vez por todas que los sistemas sociales tienen primacía sobre los sistemas económicos.”
Oposición de izquierda
Larrain, además lanza controvertidas aseveraciones hacia el Frente Amplio, ubicándolo como una fuerza de izquierda con crisis internas que les haría “perder mucha fuerza”, pero que representaría un peligro para el gobierno de la coalición del Chile Vamos, señalando que “eso no quita que en el intertanto puedan hacer un tremendo esfuerzo por paralizar el gobierno de Piñera, sobre todo porque ellos han creado un polo de comparación que arrastra al resto de la izquierda chilena, la más republicana y tranquila.“
Dichos que tienen la intención de desprestigiar a este sector al presentarlos como un conglomerado inmaduro políticamente y con disputas al interior, y a la vez que hace un llamado de atención por ser un peligro para el gobierno de la derecha por representar a una nueva oposición que intenta vincularse y hablar desde la emergencia de nuevos movimientos reivindicativos sociales y políticos.
Movilización y unidad en las calles.
Para enfrentar al nuevo gobierno de derecha que pretende instalarse en el poder y cimentar reformas que favorecen a los empresarios y que precarizan las vidas de la mayorías, es necesaria la unidad entre la clase trabajadora, mujeres, Mapuche y estudiantes, quienes ya conocen cómo marcar la pauta de las agendas de gobierno, Las miles de personas que salieron a las calles cuestionaron a las instituciones, a los partidos que han sostenido la herencia de la dictadura y los privilegios de los empresarios. Por esta razón, es central poner a disposición los distintos organismos como sindicatos, confederaciones y coordinadoras en función de conquistar los derechos sociales que han sido mercantilizados.