El canciller Luis Videgaray Caso participó en representación del Gobierno de México en el evento convocado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en el que se adoptó la declaración política “Llamado Global a la Acción sobre el Problema Mundial de las Drogas”, cuyo objetivo es reafirmar el compromiso de los Estados para superar el reto global.
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Martes 25 de septiembre de 2018
El encuentro se da en el marco del 73 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (AGONU), en la que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) participa con líderes mundiales.
La cancillería informó en un comunicado que este año la AGONU tiene como tema de debate “Haciendo a Naciones Unidas relevante para todas las personas: Liderazgo global y responsabilidades compartidas para las sociedades pacíficas, igualitarias y sostenibles.” Así, el Gobierno mexicano adoptó el Llamado Global a la Acción sobre el Problema Mundial de las Drogas, donde se insta a la comunidad internacional a comprometerse a “desarrollar planes de acción nacionales” con base en cuatro prioridades enumeradas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“El llamado es simple: reducir la demanda, cortar el abasto de drogas ilícitas, expandir el tratamiento y fortalecer la cooperación internacional”, dijo Trump en una breve presentación en la sede la ONU, ante representantes de unos 130 países, entre ellos México, que adoptaron el llamado.
Según la ONU, la producción mundial de opio y la fabricación de cocaína se encuentra en niveles máximos históricos, lo que ha significado que cerca de 31 millones de personas requirieran tratamiento debido a su consumo de drogas. De acuerdo con la misma fuente, unas 450 mil personas mueren cada año por sobredosis o problemas de salud relacionados con las drogas.
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, expuso que para abordar el problema de las drogas es necesario tomar medidas contra el tráfico de las mismas y asegurar que aquellos que necesitan tratamiento lo obtengan.
Puso como ejemplo las políticas de Portugal, cuyo gobierno despenalizó el consumo de todo tipo de drogas en 2001, lo que dio como resultado una disminución en la tasa de mortalidad por sobredosis. Otros países como Alemania, Suecia, Finlandia, España, República Checa y Holanda no firmaron el documento propuesto por el gobierno de Donald Trump.
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