Su blanco siguen siendo los trabajadores del Registro Civil, mostrando dos cosas. Una, que quedaron con la sangre en el ojo tras ser derrotado el Gobierno en el paro de 39 días. La otra, que siguen apuntando a un objetivo mayor.
William Muñoz Trabajador Industrial
Miércoles 18 de noviembre de 2015
La venganza
Dando cuenta de su vena anti- trabajadores, el Gobierno tomó represalias tras los 39 días de paro, iniciando los descuentos. Una forma típica de los empresarios para vengarse de los trabajadores que se levantan para defender sus derechos, mejorar sus condiciones de trabajo y de vida.
Son 1492 los trabajadores del Registro Civil castigados de esta forma. Lo hacen mientras retrasan la reforma laboral para acercarla más a las pretensiones de los empresarios, y alejarla más de las aspiraciones de los trabajadores.
Se une a las declaraciones de la Ministra de Minería Aurora Williams, anunciando nuevos ajustes en la minería, que ya lleva 20.000 despidos. Se completa con el objetivo mayor, que es descargar las consecuencias de la desaceleración económica sobre los hombros de los trabajadores, haciendo que paguen de sus bolsillos las crisis que los empresarios provocan. Pero, van por más. Los quieren doblegar.
El ataque anti-sindical
En una burda maniobra, el Gobierno decidió descuentos para los trabajadores de base, no para los dirigentes. Pretenden dividirlos y así debilitar las organizaciones sindicales. La presidenta de los funcionarios del Registro Civil Nelly Díaz, rechazó esta burda maniobra, declarando que "no seamos ciegos ni sordos, nosotros estamos reclamando (...) Hoy día no me descuentan a mí ¿No les parece raro eso? Quieren ponerme en contra de la gente, de mis funcionarios".
Y decidió que “voy a donar mi plata. Mi sueldo va para el funcionario que lo necesite”.
Además, denunció que es más burda aún la maniobra, dando a conocer que en el listado de trabajadores castigados con el descuento, hay trabajadores jubilados, con prenatal y con licencias médicas.
