Esta semana se dió a conocer la orden de Contraloría Gral. de la República a la Directora del Hospital Barros Luco, Gisella Castiglionne, de abrir sumarios a trabajadoras y trabajadores que se movilizaron el pasado mes de junio de este año por las precarias condiciones laborales con las que habían tenido que lidiar desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
Jueves 9 de septiembre de 2021
El pasado 10 de junio de este año, la gente se indignaba al escuchar los relatos sobre las condiciones laborales de las y los trabajadores del hospital Barros Luco Trudeau, de la comuna de San Miguel:
"Se nos cayó un paciente trasladándolo ya que la camilla colapsó” denunciaban los trabajadores de las ambulancias. "No tenemos agua caliente, tenemos que hervir agua en hervidores pequeños para bañar a los pacientes o lavarlos con agua fría” Relataban en servicios de alta complejidad. Además, también se denunciaba que no tenían derecho al descanso y desde que había comenzado la pandemia, los únicos días sin tener que hacer turnos, habían sido por cuarentena por contacto estrecho o covid positivo.
Te puede interesar: Castiglionne intransigente: Trabajadores del Hospital Barros Luco continúan movilización tras negativa de la dirección del hospital a las peticiones mínimas
Te puede interesar: Castiglionne intransigente: Trabajadores del Hospital Barros Luco continúan movilización tras negativa de la dirección del hospital a las peticiones mínimas
Este tipo de situaciones habían sido habituales desde el inicio de la pandemia en el Hospital Barros Luco, y es que las camillas no son lo único que colapsa en la salud pública. Las condiciones de precariedad en la cual están sumidos los trabajadores de este hospital es generalizable a todos los trabajadores de la salud pública, que han tenido que ser víctimas en carne propia de la desmantelación del sistema de salud mercantil heredado de la dictadura, situaciones que las autoridades sanitarias y gubernamentales han buscado normalizar.
Gracias a la movilización, se concedieron vacaciones a muchos funcionarios que durante toda la pandemia trabajaron. Se arreglaron las cañerías en servicios que no tenían mantención hace décadas, se compraron camillas nuevas, entre otras cosas. Aunque esto generalmente tampoco sirve por si sólo, pues los limites para utilizar los insumos también los pone la burocracia de las autoridades. Sin embargo, la huella que dejó este movimiento fue más profunda y devela que para conquistar una salud de calidad para todos, necesitamos cuestionar el cómo llegan los recursos a la salud pública, las autoridades que la manejan y la forma en que se piensan los recursos, el personal médico y la atención, es decir, hace falta cuestionar y cambiar toda esta Salud pública desfinanciada heredada de la dictadura militar.
Actualmente las condiciones laborales de les trabajadores de la salud tanto en el hospital Barros Luco como en Chile no están mucho mejores y con responder superficialmente las demandas del paro las autoridades tanto del hospital como sanitarias creen ciegamente haber resuelto la problemática de las condiciones del hospital tanto para usuarios como para trabajadores, o al menos para detener la movilización.
Es por eso que ahora después de tres meses de la movilización, la Contraloría General de la República a través de la Directora del Hospital Barros Luco, Gisella Castiglionne, busca interponer sumarios sanitarios a los funcionarios que fueron parte de el paro en Junio, claramente, para perseguir y marcar “dar una lección” a quienes se movilizaron por condiciones dignas mínimas de trabajo y de atención a los pacientes.
Este ataque a los funcionarios es responsabilidad directa del gobierno de Piñera y de las autoridades sanitarias como el Ministerio de Salud, quienes prefieren recurrir a la represión que responder a las demandas de miles de trabajadores de la salud precarizados.
Al cerrar la negociación en Junio, obligaban a descontar del sueldo los días paralizados, ofensiva represiva que fue revertida por el sindicato FENATS pagando a les trabajadores cada uno de los días movilizados para que no tuvieran perdidas, pero no podemos esperar que esto pase siempre, ya que la represión y persecución cuando se trata de los puestos de trabajo, el derecho a vacaciones, de condiciones de dignidad mínima para los usuarios de la salud es un tema profundamente delicado y urgente de proteger, frente a este gobierno negligente y criminal decimos ¡Apoyo total a la movilización de les trabajadores de la salud ¡No se vive de aplausos!. Es por eso que la unidad de los servicios junto a asambleas, estudiantes, organizaciones sociales y otros trabajadores puede mejorar realmente las condiciones de la salud pública.