Los audios que se revelaron por la revista electrónica "The Intercept" desnudaron información sobre una comunicación del exministro de Defensa del Gobierno de Jeanine Áñez, Fernando López, con mercenarios norteamericanos que preparaban un segundo golpe de Estado. Mientras tanto, los responsables políticos y materiales de los crímenes de lesa humanidad y las violaciones a los DD.HH siguen en la impunidad.
Sábado 26 de junio de 2021
Fuente: ABI
El 17 de junio, se dio a conocer una serie de audios, publicados en “The Incercept”, que involucran al exministro de Defensa, Fernando López, en un “segundo” golpe de Estado para evitar que Luis Arce Catacora asuma la presidencia luego de ganar las elecciones del 18 de octubre del 2020.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, al respecto señaló en una declaración para la Red Erbol que el ministerio de Gobierno de ser necesario se convertirá en querellante de este caso. En sus palabras: “El ministerio Público ya ha iniciado un proceso de oficio, estamos a la espera de los avances de esta investigación y, si fuera necesario, el ministerio de Gobierno se va a convertir en parte querellante”.
Cabe señalar que The Incercept es una revista electrónica dirigida por Glenn Greenwald, quien publicó las revelaciones de Edward Snowden en 2013 en The Guardian. En la revista se ha publicado un audio en el que el exministro golpista, Luis Fernando López, prófugo de la justicia, realizó gestiones para que mercenarios de Estados Unidos intervengan en Bolivia para impedir la posesión de Luis Arce en octubre del año pasado.
Las “pruebas” que muestra The Incercept, difundidas ampliamente, son grabaciones de llamadas, correos electrónicos, documentos y entrevistas. En una de las grabaciones se reveló que “una persona identificada como el ministro de Defensa boliviano dijo que estaba ‘trabajando para evitar la aniquilación del país’. Las Fuerzas Armadas y el pueblo tenían que ‘levantarse’”. De esta grabación atribuída al exministro López se rebeló que seguidamente agregaba: ‘y bloquear una administración de Arce… las próximas 72 horas son cruciales’” (...) “Los armamentos y otros equipos militares obviamente son muy importantes para reforzar lo que estamos haciendo”. “El Alto Mando militar ya está en conversaciones preliminares”, y añadió, “la lucha, el grito de guerra, es que (el MAS) quieren reemplazar a las Fuerzas Armadas y policías bolivianos por milicias, cubanos y venezolanos. Ese es el punto clave”. Finalmente continúo señalando: “ellos (la Policía y las Fuerzas Armadas) van a permitir que Bolivia se levante de nuevo y bloquee una administración de Arce. Esa es la realidad”.
The Intercept, “sugiere además que el comandante de las Fuerzas Armadas ‘ya’ está reflexionando sobre un golpe de Estado preventivo y será quien ‘inicie la operación militar’”. En la conversación, el exministro garantiza a su interlocutor el apoyo interno de militares: “Les garantizo que el 95, 98% son súper patriotas y no quieren desaparecer… Llevo 11 meses trabajando para que las Fuerzas Armadas tengan dignidad, moral, sean probas y piensen en la patria por encima de todo. Te garantizo que esto no fallará”.
Ante este hecho, el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, manifestó que los audios corresponden al exministro Luis Fernando López en un 99,9%: “Una vez que hemos encontrado estos archivos en las redes (sociales) y a través de los medios de comunicación, hemos efectuado una comparación que permite establecer un 99,9% de correspondencia en los caracteres, (…) tanto del magnetismo de la voz, como de las ondas que se han emitido en esas llamadas”.
El papel del imperialismo en los golpes de Estado
El golpe de Estado como intervención política/militar en sus distintas formas, es uno de los mecanismos del imperialismo que usó y continúa usando Estados Unidos para frenar procesos de luchas de clases u obtener recursos estratégicos ya sea en recursos naturales o la explotación de la fuerza de trabajo. Asimismo, es un instrumento que le permite tener el control de territorios en zonas de influencia que puedan ser útiles para defender sus intereses frente al desafío de otras potencias capitalistas e imperialistas.
En el caso de Bolivia, el golpe de Estado tuvo un carácter cívico, policial, clerical y militar, que fue apoyado por el imperialismo de la mano de la OEA y los representantes más reaccionarios de la región como Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera y Donald Trump. El golpe de Estado en su forma fue contra el Gobierno del MAS y su mentado “proceso de cambio”, pero en su contenido fue contra los y las trabajadores, campesinos, pueblos indígenas y el pueblo empobrecido que tuvo como su mayor expresión el odio racial como mecanismo de disciplinamiento social y el asesinato de casi 40 personas en las masacres de Senkata, Sacaba, Montero, Betanzos, Ovejuyo y El Pedregal.
Desde la LORCI, repudiamos, rechazamos y denunciamos toda forma de injerencia imperialista como este segundo intento de golpe de Estado que, si bien está en proceso de investigación, no podemos descartar su veracidad. No hay que olvidar por ejemplo lo que ocurrió recientemente con la solicitud de parte del Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de su portavoz, Antony Blinken, para que se libere a Jeanine Áñez y a dos de sus ex ministros, hoy encarcelados.
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A más de un año del golpe de Estado son apenas unos pocos detenidos por procesos legales que aunque se llamen golpe de Estado lejos están de juzgar por las responsabilidades con las masacres perpetradas. Mientras ahora el Gobierno del MAS llama a declarar a personajes como el representante de la centro derecha, Carlos Mesa, que si bien es parte del bloque golpista puede ser considerado un "eslabón débil" en tanto no solo que se deja impunes a militares y policías que masacraron, avalados por un decreto que les daba carta blanca para asesinar, sino que encima Luis Arce y Del Castillo no dejan de poner a disposición todas las medidas orientadas a fortalecer a estos aparatos represivos buscando, al mejor estilo de Evo Morales, embellecer a los asesinos del pueblo trabajador. Todo esto sin olvidar la reciente declaración de Del Castillo señalando que el caso "golpe de Estado" debe cerrarse solo con Jeanine Áñez.
Por todo esto, antes durante y después del golpe, no hemos dejado de cuestionar el papel negociador y conciliador del gobierno del MAS frente a las masacres que se dieron durante el golpe de Estado.
Para que los crímenes de lesa humanidad y los casos de torturas y vejaciones de las que han sido objeto personas en su condición de detenidos por parte de efectivos policiales no queden impunes, se hace necesaria la movilización popular y de todo el pueblo trabajador del campo y la ciudad con independencia del MAS que en última instancia no ha dejado de demostrar que usa a las movilizaciones como carne de cañón para negociar con los golpistas. Así mismo, también creemos que la experiencia que vienen haciendo quiénes han enfrentado el golpe y hoy siguen luchando por justicia, ha demostrado que no podemos confiar en las leyes y la justica burguesa.
¡Exigimos juicio y castigo para todos los responsables de las masacres de Senkata, Sacaba, Montero, Betanzos, Ovejuyo y El Pedregal!
¡Exigimos juicio y castigo para todos los responsables de las torturas!
¡Exigimos reparación y resarcimiento para todas las víctimas de tortura y para los heridos por la represión policial y militar!
¡Exigimos libertad plena para todos los y las detenidos y procesados por el golpismo!
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