SERIES // NUEVA SERIE BATMAN. Gotham: el origen del hombre murciélago

Esta nueva serie que es transmitida en Argentina por Warner, no tiene como protagonista a Batman, sino que funciona como una precuela de la historia del superhéroe, contando los años previos a su aparición, a partir de la muerte de sus padres. Esta muerte es la disparadora de la historia, ya que se va a constituir como un hecho central que marca el final de la última esperanza de redención para Gotham.

El detective Gordon será el protagonista de la serie, que adopta el formato “crimen semanal”, es decir que en cada capítulo se presenta una nueva investigación para el policía. Lo interesante es que a diferencia de series como CSI o La Ley y el Orden, hay arcos más amplios, que abarcan la temporada entera, adoptando el formato tradicional de un cómic. Semana tras semana, se asiste a la degradación del orden debido a la lucha entre grupos de la burguesía aliados con la mafia por los restos de una ciudad en decadencia.

Corrupción y mentiras en Ciudad Gótica

Gotham cuenta con un cast amplio y variado, que atraviesa una sociedad fuertemente dividida en clases. Si bien el detective Gordon podría considerarse de clase media, es una excepción en una ciudad en la cual solo se ven ricos y pobres, separados por una gigantesca brecha de ingresos. La ciudad en sí es pintada como el arquetipo de la corrupción, hasta el alcalde responde a la mafia, y un asesino a sueldo puede matar impunemente a un policía en una comisaría.

Hay un cierto tono de film noir que va a atravesar la serie: el único detective honesto se enfrenta a sucesos que parecen estar siempre fuera de su alcance.

Corporaciones, Estado, aparatos represivos, son todos parte de una conspiración que parece ser demasiado grande, demasiado extendida como para que el héroe pueda triunfar.

Son estas características las que le dan complejidad a la serie. Si bien muchas veces el tono melodramático y sentimental es el que predomina, la mayor parte de los personajes son cínicos de profesión, como los que se podrían ver en The Wire o House of Cards. Sin llegar a la calidad de ese tipo de series, Gotham expresa hasta donde se ha vuelto sentido común la idea de que el Estado norteamericano es el lugar donde la burguesía administra sus negocios, con la complicidad de policía, políticos y jueces. Si en los ‘90, momento de esplendor de la hegemonía de EEUU, la serie de cabecera era The West Wing, con sus políticos liberales (en el sentido yanqui y en el nuestro) luchando por un país mejor, y en los ‘00 la referencia ineludible es Battlestar Galactica (un imperio reducido debido a los ataques de fanáticos religiosos infiltrados), a partir del 2008 se produjo un giro en la industria cultural, que muestra al Estado con una mirada más “realista”.

Sin embargo, es de notar que muchas veces la resolución va a pasar por el camino institucional. El detective Gordon no va a llamar al pueblo a la insurrección armada, sino que va a tratar de seguir el camino institucional y arrestar a los responsables.

La idea de la corrupción va a jugar en Gotham tanto como denuncia del status quo como una forma de apuntalar el reformismo. El cambio, si existe, si se puede dar, solo tiene lugar en las instituciones de Gotham City. Un grupo de hombres honestos lo puede lograr. Quizás la serie no es tan distinta entonces de The West Wing, solo cambió la ubicación de los jugadores, que pasaron de la presidencia a una fiscalía. Todos estos elementos políticos van a actuar como un trasfondo de la serie, que por ahora nunca puso en cuestión estos supuestos ni reflexionó sobre ellos.

Gotham va a transitar entonces por dos carriles. Por un lado, como un policial en el que cada semana se resuelve un nuevo caso. Pero eso no va a ser lo esencial, sino que va a servir como excusa para el desarrollo de una trama compleja de corrupción y negociados que llega hasta manchar la memoria de los padres de Bruce Wayne.