Personal de diferentes sectores del hospital San Roque Nuevo (HSRN) han hecho llegar a Izquierda Diario graves denuncias y reclamos. Para el gobierno y el COE el desprecio por la vida de la primera línea pareciera no tener límites.
Jueves 10 de septiembre de 2020 12:12
Desde que se inició la pandemia la dinámica del hospital ha cambiado por completo. Los protocolos se vuelven obsoletos de una semana a la otra. Y a la velocidad de propagación del virus le gana la velocidad con la que el sistema de salud público denota sus falencias producto del desfinanciamiento de años que se profundizó con la actual situación. Las siguientes son denuncias que personal que personal del HSRN nos ha hecho llegar.
Falta de personal
Según cuentan, en marzo el HSRN (Hospital San Roque Nuevo) contaba con alrededor de 1000 trabajadores entre las diferentes áreas y especialidades. Hoy solo son, aproximadamente, 300 trabajadores y se ha dado cese a la mayoría de las especialidades que atendían antes que el nosocomio fuera designado "exclusivamente para Covid-19".
Otro ejemplo es el hospital modular exclusivo para Covid– 19 que está pegado al HSRN, inaugurado con una gran puesta en escena por parte del COE (centro de Operaciones de Emergencia) , hasta la fecha no funciona por falta de personal. Aunque el COE, en la voz del propio gobernador Schiaretti junto al ministro de salud Cardozo, se jacte en los informes diarios de haber incorporado más personal sin haber dado nunca números concretos. Vale recordar que el propio Cardozo fue director del nosocomio por años.
Además denuncian sobrecarga de trabajo en el sector de lavandería en las últimas semanas. La nueva modalidad de uso de mamelucos reutilizables incrementó el trabajo en esta área que tiene poco personal y sobreexigido por la crisis sanitaria.
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Limpieza no es desinfección
Las dos terapias con las que cuenta el HSRN "están en continua saturación", "si alguna cama queda vacía es solo por un par de horas", afirman. Esto impide que la desinfección se realice de forma correcta lo que genera una situación de peligro de contagio constante para los pacientes y para las enfermeras que pasan horas dentro de las zonas críticas. Esto llevó a que el mes pasado la terapia 1 (donde "se supone que no hay pacientes Covid") se tuviera que cerrar por contagio del personal de salud.
Explican que la llamada "desinfección" está a cargo de las operarias de limpieza de cada turno, que se reparten tareas y van limpiando. Y al final hacen un baldeado general. Vale aclarar que una limpieza general no es lo mismo que una desinfección. Así, se expone la vida de las trabajadoras al sumergirse a limpiar un lugar donde la carga viral es excesivamente peligrosa y donde sin ir más lejos no se pueden abrir ni las ventanas para ventilar antes de entrar. Estas tareas se hacen con barbijos N95 "con entre seis y diez días de uso", sostienen, y "sin mamelucos porque hace un mes que en el hospital ya no hay". Al no haber mamelucos, "se tienen que usar entre dos o tres batas al mismo tiempo por persona para el ingreso a áreas críticas".
Los pacientes quedan más expuestos y desprotegidos. Pacientes que llegan en malas condiciones producto de la crisis económica que se está atravesando y que impacta directamente en la salud. Muchos trabajadores han quedado sin obra social al ser despedidos y se vuelcan a la atención de la salud pública. Adultos mayores que con el brutal recorte a su jubilación no pueden sostener una alimentación de calidad, y ni que hablar de un tratamiento médico.
Trabajadoras de limpieza, las más precarizadas con o sin pandemia
Desde el sector de limpieza relatan que "muchos operarios y operarias se han infectado y se les niega, bajo amenazas, hacerse un hisopado", en la mayoría de los casos se lo realizan a escondidas de los supervisores. La nueva modalidad de la empresa EURO Clean o ECO Clean (porque ni siquiera sus trabajadores saben con cuál razón social la empresa tiene legalidad) es suspender a quienes se hisopen sin el permiso de sus supervisores.
Sumado a esto, a los operarios de limpieza "les han hecho firmar, al ingresar al hospital, un contrato hasta el final de la pandemia especificando que de no presentarse a trabajar la empresa tiene derecho al despido sin causa", lo que en los hechos se traduce en la imposibilidad de licencias si presentan síntomas, por ejemplo. Y por si fuera poco, en dicho contrato "no se detallan la cantidad de horas y el salario a percibir".
Por si esto fuera poco, las precarias condiciones en las que se vive ponen en riesgo constante a las familias. Sobre todo porque la precarización de la vida no se acaba en el hospital. Las viviendas muchas veces son pequeñas para hacer aislamiento o no se cuenta con quien pueda cuidar a los niños. Así, al temor por el contagio propio se suma el miedo a contagiar a familiares.
Personal infectado y nuevo protocolo
Volviendo a la terapia, actualmente sigue habiendo personal infectado, denuncian, porque según el nuevo protocolo aprobado por el COE, "si después de diez días el hisopado sigue dando positivo, podes presentarte a trabajar porque la carga viral es baja". Así, "al personal le exigen que se presenten a trabajar siendo positivos". Esto produjo que se contagien más pacientes y trabajadores en la terapia y "nada indica que desde la dirección del hospital estén pensando en volver a cerrarla para poder hacer la correspondiente desinfección". "Ni tampoco permitir que los trabajadores cumplan con los días necesarios de aislamiento". "Otra práctica riesgosa es la de rotar personal entre áreas supuestamente limpias y áreas Covid". Esto es porque no hay personal y tampoco están dispuestos a que lo haya.
La UTI-2 de COVID 19 no corre con mejor suerte. La semana pasada fue cerrada porque sólo en el turno mañana hay aproximadamente seis trabajadores con licencia por Covid. A eso se sumaron los casos que fueron surgiendo en el turno tarde y noche. Una vez más la "desinfección" quedó a cargo del personal de limpieza. "La UTI-2 se mantuvo entre dos y tres días cerrada, los pacientes fueron llevados al segundo piso, y "solo se hisopó a contactos estrechísimamente estrechos".
Desde el hospital cuentan que "arrancaron la semana con las terapias llenas y las malas noticias no se hicieron esperar: una enfermera y un enfermero de la misma UTI-2, entraron como pacientes". Solo deténganse un minuto a pensar todo lo que generó el impacto de esta situación en las y los trabajadores. Que además en un acto extremo de solidaridad y contención, asisten a sus propios compañeros, ahora pacientes. El ánimo de cada uno de ellos cambió por completo, el estrés y el cansancio se suman a la absoluta certeza de que la avaricia sin límites de una clase que los explota cada día más para sostener su situación de privilegio demuestra que las vidas de la primera línea no valen nada.
Como sucede en el área de la salud en general, la mayoría de las trabajadoras del hospital son mujeres, muchas sostén de hogar, o que "junto a su compañero la luchan para poder construir su casita". Mujeres que pasan años fijas en el turno noche porque de esa forma, durante el día, desempeñan el segundo trabajo que en esta sociedad está a cargo de las mujeres y sin remuneración: el trabajo doméstico y el cuidado de los niños.
Los medios callan, en complicidad absoluta con lo que el PJ quiere mostrar, pero la realidad del COE no es la que se vive diariamente.
Los sindicatos, bien gracias
Mención aparte merece la actuación de los diferentes sindicatos en la gravedad en la que se encuentra el hospital y sus trabajadores de conjunto. Por un lado el SEP, que ha sido cómplice absoluto por décadas del PJ a la hora de desmantelar la salud pública. Por el otro, ATE y UTS que no van más allá de meras declaraciones sin un plan serio de lucha. No han lanzado ningún comunicado público denunciando la situación de extrema exposición y precarización que se vive en el HSRN, sobre todo al hacerlos ir a trabajar con resultado positivo en los hisopados.
Quienes fueron contratados por la contingencia tienen fecha de final de contrato el 30 de septiembre y hasta ahora nadie les asegura su continuidad. Cobran menos salario que quienes son de planta y no gozan de licencia sanitaria.
En el sector de limpieza y cocina es de público conocimiento que las direcciones sindicales han pactado en mesa redonda con la patronal, solo pagar el 75% del sueldo, dejar de pagar asistencia perfecta y presentismo, muchos de ellos no han sido incluidos en el bono de $ 5000 al mes. Tampoco les regularizan su situación contractual, y solo les pagan al mes entre diez mil o quince mil pesos por ocho horas diarias de trabajo en un régimen de cuatro días de trabajo y uno de franco.
"Mientras, los sindicatos que no atienden ni el teléfono, siguen recibiendo la cuota al día, cada mes desde que comenzó la cuarentena", expresan trabajadoras y trabajadores del HSRN
Las vidas trabajadoras importan
Como dice una trabajadora del HSRN: “Es necesario que los trabajadores de la salud demos un paso al frente, pero no como héroes que van sin armas al combate, sino tomando en nuestras manos que se garantice nuestro cuidado y el de la población, mediante la puesta en pie de comisiones de seguridad e higiene en cada hospital. Sostenemos el sistema de salud todos los días, sabemos qué es lo que hace falta y la mejor forma de hacer las cosas para lograr una atención de calidad”.
Las vidas trabajadoras importan. Basta de exponer las vidas trabajadoras. Es necesario que se garanticen las condiciones para la atención, el testeo permanente, insumos adecuados, y personal necesario. Esto implica también exigir el cese de la precarización laboral. Salarios acordes a la canasta familiar para todo el personal y el pase a planta.
Para que esto ocurra, el estado debe garantizar mayor presupuesto en salud, dinero que se puede obtener del impuesto a las grandes fortunas y se planifique la administración correcta de los recursos humanos e insumos, para que la curva se achate y no progrese en las próximas semanas. Mientras se le aumentan los salarios a la misma policía que está siempre lista para reprimir las protestas de las y los trabajadores en salud se sigue cobrando una miseria, y el presupuesto es ínfimo.
El próximo 17 de septiembre en todo el país, desde la Marrón en Salud, junto al Plenario Sindical Combativo y trabajadores de diferentes sectores, desocupados, etc. vamos a movilizar por todas estas demandas y las de todo el pueblo trabajador. En Córdoba te invitamos a sumarte a las 17 horas en la esquina de Colón y General Paz.