La Universidad de Antofagasta se cae a pedazos: No hay suficientes salas de clase, hay retardo en el pago a docentes, se le quitaron beneficios de colación y movilidad a trabajadores, no hay casino para que los estudiantes puedan comprar con JUNAEB, y muchas otras cosas más. ¿Qué hacer frente a esta crisis?
Martes 29 de noviembre de 2022
La educación pública está en crisis en términos transversales. No es sólo en universidades estatales, es también en liceos y escuelas, donde a inicios de año vimos movilizaciones de trabajadores de la educación y secundarios contra la precariedad de la educación, con falta de salas, deficiente infraestructura, plagas, comida podrida, y más.
Las universidades estatales no están para nada alejadas de esta situación. Ningún Gobierno ha respondido en su totalidad a esta demanda, sino más bien con becas, manteniendo el endeudamiento y el negocio de los banqueros que lucran a través de los créditos. Hoy, el Gobierno de Boric en su presupuesto para el 2023, destina una parte insuficiente a esta problemática, que se traducirá en un miserable aumento de la beca JUNAEB en $3.000 mensuales, a contar de marzo de 2023, y en $2.000 adicionales a contar de julio de 2023, llegando a $42.000 mensuales para todas las regiones, con excepción de la región de Magallanes, donde llegará a $44.000.
En la Universidad de Antofagasta lo vimos a inicios de año, con distintas problemáticas que afectaron a los estudiantes, por ejemplo, el no pago a docentes se tradujo en retraso de las prácticas para la carrera de Obstetricia y Puericultura; volvimos a clases con infraestructura precaria, con falta de salas, sin casino por tanto sin poder pagar con JUNAEB; a los trabajadores les quitaron derechos tan básicos como colación y transporte.
Hace poco se destapó que hay 17mil millones faltantes en caja, supuestamente provenientes de la administración del anterior Rector, Luis Alberto Loyola, quien estuvo 4 períodos consecutivos a cargo de la UA. Las reuniones que ha sostenido el actual Rector, ha sido para calmar las aguas y desmentir que la universidad está en crisis para no afectar el proceso de matrícula 2023, indicando que si bien efectivamente faltan 17mil millones, se pedirá un crédito o bien, en el peor de los casos para disminuir costos, la universidad cuenta con un patrimonio de 90mil millones que se pueden vender para pagar esa deuda. Además que se haría una auditoría externa.
Entre docentes y funcionarios se habla de despidos masivos por el recorte de presupuesto, el cierre de proyectos de investigación que no serán financiados, la suspensión de proyectos de vinculación y más. Es decir, una grave incertidumbre que hoy tiene un reflejo en los trabajadores de la universidad que no tienen beneficios de colación.
Frente a esta grave crisis, surge una preocupación entre nosotres les estudiantes, que vivimos todos los días lo que está ocurriendo en la universidad. Desde Vencer, pensamos que somos la comunidad educativa la que puede dar respuesta a este problema, que no son las autoridades que son las responsables de este desastre las que tienen que decidir, sino que podemos ser los tres estamentos quienes juntos podamos hacer una auditoría independiente, triestamental, con apoyo de profesionales para saber dónde se está yendo la plata, algo mínimo que debemos conocer como comunidad educativa. Asimismo, proponemos asambleas triestamentales para que podamos discutir democráticamente qué otro tipo de medidas y soluciones. Es clave hoy la unidad con los trabajadores para responder a la grave crisis que atraviesa la educación pública.
Hay que hacer como en derecho de la UA, donde se votaron estas mociones para que seamos nosotros y no las autoridades de la Universidad quienes decidan el rumbo de nuestra casa de estudios.