El préstamos otorgado por la UE le permite al país heleno evitar la cesación de pagos de su deuda. El FMI aprovecha la situación y exige más ajustes sobre el pueblo.
Viernes 16 de junio de 2017
Los prestamistas de la zona euro acordaron el jueves otorgar 8.500 millones de euros (9.500 millones de dólares) a Grecia, alejando al país de una cesación de pagos, y dieron detalles sobre un posible “alivio” de deuda en 2018 luego de que el Fondo Monetario Internacional aceptó unirse al rescate.
La decisión fue tomada en una reunión de ministros de Finanzas de la zona euro en Luxemburgo a la que asistió la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, luego de que Grecia cumplió todas las reformas pedidas por los acreedores a esta altura del programa de rescate.
Las denominadas reformas no han sido más que un conjunto de políticas de fuerte ajuste sobre el pueblo trabajador y los jubilados, como también incluyeron la privatización de empresas del Estado y recursos estratégicos del país.
El jefe del fondo de rescate de la zona euro, Klaus Regling, dijo en una conferencia de prensa tras la reunión de ministros que el desembolso del dinero se llevará a cabo en dos tramos.
El primero será de 7.700 millones de euros a principios de julio, destinado al pago de bonos soberanos griegos por valor de 6.900 millones de euros más 800 millones de euros por atrasos. Unos 800 millones de euros más serán entregados "después del verano" europeo, explicó Regling.
El FMI se unirá al rescate griego, dijo Lagarde en la conferencia de prensa, ofreciendo al Gobierno un "acuerdo stand-by" de menos de 2.000 millones de dólares, cuya duración será adaptada para coincidir con el final del rescate de la zona euro a mediados de 2018.
Sin embargo, el FMI no desembolsará dinero a Grecia hasta que la zona euro ofrezca detalles suficientes sobre un posible alivio de deuda para ese país en 2018 que permitiría al Fondo calcular si la deuda griega puede ser sostenible. Esta metodología del apriete del organismo financiero internacional es ya sabida, ofrecen créditos, a cambio de mayores ajustes, y los países nunca salen de su posición deudora puesto que la deuda externa es un mecanismos histórico que facilita el saqueo de recursos sobre las economías deudoras.