En conferencia de prensa del día de ayer, el Movimiento #NoVivimosDelAplauso-Hidalgo informó la crisis económica por la que atraviesan las y los trabajadores de la cultura en el Estado de Hidalgo. Denunciaron que ante las acciones organizadas que han realizado para superar esta situación, la única salida que les ha dado la Secretaría de Cultura de la entidad es que pidan créditos.
Miércoles 10 de marzo de 2021
A poco más de un año de la pandemia, las actividades artísticas y culturales en todo el país se mantienen en un constante limbo de incertidumbre y precarización. Miles de establecimientos dedicados, de manera directa o indirecta, a presentar eventos artísticos como conciertos, obras teatrales y ventas de productos artesanales continúan cerrados o sin la posibilidad de llevar a cabo este tipo de actividades.
Sumado a esto, la nefasta indiferencia, falta de comunicación y poca resolución del gobierno para con las necesidades del gremio artístico del país, clava profundamente una daga en el corazón de una comunidad que durante décadas ha sobrevivido “por amor al arte”.
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En rueda de prensa convocada el día de ayer por el movimiento #NoVivimosdelAplauso (NVDA) Hidalgo conformado por artistas, trabajadores de la cultura, agentes culturales independientes, colectivas, colectivos, espacios culturales independientes, artesanas y artesanos, compañías de teatro, danza y titiriteros, se informó sobre la situación actual del gremio en el Estado y la posición de las autoridades antes ello.
Los integrantes del NVDA-Hidalgo comentaron que desde marzo de 2020 se entregó un oficio a la Secretaría de Cultura de Hidalgo, en donde preguntaban si habría apoyo a los artistas debido a la pandemia. La respuesta llegó dos semanas después, la opción que les daban era pedir créditos para subsistir.
El único acercamiento que tuvieron con la autoridad, fue a través de Cultura Infantil, que les permitió desarrollar algunos proyectos de trabajo.
Sin embargo, debido a la precarización laboral agudizada por la crisis sanitaria, volvieron a ingresar otro oficio el 7 de diciembre de 2020, pidiendo se ampliaran estos proyectos para todo el sector. Esta vez, la respuesta llegaría hasta el 18 de enero vía mensaje de WhatsApp de Goretti Monterrosa, quien no saben si sigue laborando en la Secretaría de Cultura debido a los cambios que hubo en la dependencia a raíz del reciente escándalo en el que se vio involucrado su ex titular Olaf Hernández, de quien filtraron imágenes realizando una fiesta en su oficina.
Monterrosa preguntaba por mensaje cuáles eran las exigencias, siendo que estas ya habían sido expresadas en el documento del 7 de diciembre:
1. La realización de un censo de artistas del Estado, lo cual permitiría aproximar los recursos que necesita el sector.
2. El pago de sus servicios por adelantado (15 mil pesos), a través de un contrato, en vista del cierre de los espacios donde realizan sus actividades.
El 8 de diciembre, metieron otro oficio dirigido al priista Omar Fayad, gobernador del Estado, pero denuncian que fue bloqueado por la oficialía de partes de gobernación. El documento, además de las dos exigencias, enlistó la problemática precaria de 65 artistas distribuidos en la entidad.
Por su parte, José Luis Garrido y Luis Miguel González, hicieron énfasis en la difícil situación de los artesanos, los cuales, no teniendo lugares en donde exponer y vender sus productos, se ven en la necesidad de “malbaratar su trabajo” o dedicarse a alguna otra actividad para poder subsistir. A palabras de González:
“Al artesano, al artista no se le voltea a ver todavía”
El apoyo a este sector es paupérrimo, en datos de los compañeros el año pasado apenas unos 60 artesanos recibieron un apoyo económico por parte del gobierno, aproximadamente de unos 3 mil pesos, siendo más de 138 las personas dedicadas a esta actividad tan solo en el municipio de Huichapan.
Abril Reza denunció la falta de transparencia del uso de los recursos públicos para cultura, dijo que “esos recursos no tienen que ser un botín político”, mientras que Guadalupe Ocampo señaló que “las convocatorias sean transparentes, sean públicas, sean incluyentes, que la difusión se haga con las anticipación pertinente para que toda la gente se entere en el Estado”, y es que según Katia Palacios, hay convocatorias que se las quedan siempre los mismos o se quedan desiertas y se pregunta "¿Qué pasa con esos recursos?".
Ante la política estatal de reducir el gasto social, además de la privatización de empresas paraestatales, durante el periodo neoliberal proliferaron ONG’s y diversas A.C.’s para, a través de ellas, “compensar” el abandono que hacía el Estado en diferentes rubros sociales, como el cultural. Hoy, el Movimiento #NoVivimosDelAplauso no está dispuesto a mantener esa lógica.
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Exigen que sea el Estado quien realice el censo y no el Movimiento, pues ante la falta de ingresos de las y los trabajadores del arte y la cultura, no se puede trabajar a gratuidad pues la prioridad es comer.
Durante los dos años que lleva en funciones el gobierno federal actual, el gremio cultural ha experimentado una desilusión temprana, pues lejos de ver un cambio, les ha tocado apreciar comportamientos similares entre el lopezobradorismo y el priismo que gobierna en el Estado de Hidalgo. Al respecto, Katia Palacios mencionó:
“Pues nosotros vemos las mismas actitudes tanto del gobierno federal como del gobierno estatal, aunque curiosamente son de partidos diferentes, la respuesta hacia los gremios artísticos-culturales es la misma. Es la misma indiferencia, es el mismo desdén, eso es igualito, y a mi me apena mucho decirlo, porque yo sí voté por el gobierno federal que está en la alternancia que tanto deseamos en este país, yo sí dí ese voto de confianza, y ha sido verdaderamente desgastante y decepcionante lo que está ocurriendo, porque no se nos está valorando, entonces no puede haber una transformación en este país sin ir de la mano con el arte y la educación.”
Esta situación impone un desafío a diversas organizaciones de trabajadores y trabajadoras, ya que si no se constituye una alternativa hegemónica propia, de izquierda y anticapitalista, la desilusión puede dar un soporte a las corrientes de ultra derecha, ya que el gobierno lopezobradorista no ha planteado políticas radicales contra la precarización laboral, que lejos de contenerse se agudiza cada vez más.