El pasado sábado, Toni Valero, coordinador de Izquierda Unida en Andalucía, presentó el informe político de la formación donde se hizo balance de las últimas elecciones. En su declaración culpó del fracaso electoral a varios factores, entre ellos a la actuación de Podemos. ¿La participación de todos en el Gobierno social imperialista de Sánchez? Bien, gracias.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 28 de junio de 2022
Foto: Toni Valero, coordinador de Izquierda Unida en Andalucía.
En su último informe político Izquierda Unida tiene varios culpables que explican su fracaso en las urnas andaluzas: la derecherización del voto por culpa de 37 años de gobierno del PSOE (sin mencionar la participación de IU en el último); Teresa Rodríguez y Adelante Andalucía; y también, Podemos a la que ha acusado de negociar de forma despótica dañando gravemente las posibilidades de la coalición electoral. Aparentemente todo se habría puesto en contra de IU, quien ha olvidado convenientemente su participación en varios de los procesos a los que achaca el fracaso.
Al menos así lo expresaba Toni Valero, coordinador de Izquierda Unida en Andalucía y quien presentó el informe. En su intervención mencionó en primer lugar el giro conservador del electorado del PSOE, un análisis común que se ha extendido tras las elecciones, pero al que el dirigente de IU cortó su última parte. Como ya hiciera Inmaculada Nieto la noche de las elecciones, Valero ha defendido las medidas del gobierno PSOE-UP que ha llevado a cabo su formación y en especial, su principal figura, Yolanda Díaz, a la que pretenden proteger de todo desgaste.
Esto contradice lo más obvio del análisis: el electorado del PSOE ha girado a la derecha tras 37 años de políticas neoliberales en Andalucía que han hecho crecer a la derecha, pero ¿quién les dio apoyo y entro a su gobierno autonómico en 2013 hasta que les echaron? ¿Quién está ahora en el gobierno central avalando sus medidas? Sin sorpresa alguna, al informe de IU no solo obvia este análisis, sino que defiende a capa y espada que Unidas Podemos siga en el gobierno imperialista español.
Tampoco hay reflexión alguna sobre qué efecto han tenidos sus medidas o el hecho de que mandasen tanquetas a reprimir barrios obreros a Cádiz en el voto de los trabajadores. Valero afirma que los más ricos se han movilizado más, pero no le da vueltas a qué habrá pasado para que, con el supuesto gobierno más progresista del universo, la gente más humilde se quedase en casa aquel domingo.
También ha citado la subida de la inflación y la crisis económica producto de la guerra como otros motivos que desgastaron las opciones de Por Andalucía y PSOE, al ser las fuerzas del gobierno central. Nuevamente sin ninguna autocritica de qué medidas se han llevado a cabo en este periodo y de cómo estas han favorecido únicamente a los grandes capitalistas.
Echar balones fuera
El malestar en la coalición electoral es evidente. Ya lo era antes de las elecciones y solo paró con la visita de Yolanda Díaz a los mítines electorales. Sin embargo, la tensión ha aumentado tras la campaña, asumida por el aparato de IU-PCA que ha visto sus esfuerzos poco recompensados debido al fracaso electoral y a cómo se han repartido los escaños. El grupo parlamentario de Por Andalucía consiste en 1 diputada errejonista, 1 diputada de IU y 3 de Podemos, lo que significa que el PCA no tiene escaño en Andalucía por primera vez desde 1982. Podemos, en franca declinación y habiendo puesto muchísimos menos recursos, se habría llevado una “mejor” ganancia.
Esto ha llevado a que Valero califique el acuerdo con Podemos de “tragalá” forzado por los morados que llevaron al máximo las negociaciones para imponer la mayor cantidad de concesiones posibles. IU ha expresado un malestar por lo ocurrido, ya que a pesar de haber terminado siendo de facto la fuerza hegemónica en Unidas Podemos, aún no se ha visto trasladado al reparto de posiciones institucionales. Responsabilizan a la formación morada del poco margen que han tenido para promover la marca de la coalición y tratar de construir una campaña con la que poder competir en estas elecciones anticipadas.
Finalmente, también han acusado a Adelante Andalucía y a Teresa Rodríguez de dividir el voto progresista y la colocan como una de las máximas culpables de la pérdida de escaños, citando un argumento típicamente oportunista que ya estrenaron la misma noche del 19 de junio: de haberse unido en una misma papeleta habrían ganado varios escaños más. El problema es que mucha gente que votó a Adelante Andalucía lo hizo, justamente, por su critica por izquierda a Por Andalucía y la integración de UP al Gobierno del PSOE, a pesar de tener efectivamente programas políticos similares en muchos puntos y no diferir sustancialmente en una estrategia de gestión reformista de las instituciones. Aun así, es un argumento funcional que se suma a otros obstáculos antidemocráticos que durante la campaña IU puso a Adelante Andalucía para evitar que cualquier opción a su izquierda tuviese visibilidad.
Roberto Bordón
Andalucía