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Red Internacional
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Crisis Política. ¿Grietas en las Fuerzas Armadas a tres semanas de la Constituyente de Maduro?

En un inusual discurso y a pocos días de iniciarse la campaña de los candidatos para la amañada Constituyente, Maduro pidió a los militares “lealtad absoluta” ante supuestos planes para crear fisuras dentro de la FFAA.

Sábado 8 de julio de 2017

Maduro manifestó, durante una graduación de oficiales en Caracas, y transmitido en cadena nacional de radio y televisión, que: "En las próximas horas voy a hacer anuncios muy contundentes de los logros que hemos obtenido del combate contra el complot, la conspiración y el intento de crear fisuras en nuestra FANB". Es que el país ha entrado en la cuenta regresiva hacia el 30 de julio, cuando se realicen las elecciones a constituyentes, y la oposición se apresta para movilizaciones contra la misma, al mismo tiempo que está llamando para un referendo para el próximo 16 de julio.

En este contexto, no son pocos los rumores que surgen del fuerte malestar al interior de las Fuerzas Armadas y del estado de deliberación interna, que presagian eventuales ruidos de sables que vengan a agitar las huracanadas tempestades políticas. Por esta razón el estricto control de inteligencia interna se ha agudizado, para evitar tales movimientos sobre todo en los mandos intermedios o de los militares que tienen a su mando directamente tropas. Cuando Maduro se refiere a “los logros que hemos obtenido” seguramente se estaría refiriendo a los fuegos que estaría apagando de asonadas militares.

Por eso, cuando hablaba a los jóvenes militares pidiendo "máxima vigilancia, máxima alerta, máxima lealtad para derrotar el intento de un complot contra la paz del país que pretende impedir las elecciones del 30 de julio", no solo se dirigía militares que se graduaban sino queriendo dar el mensaje a la propia oposición que estaría anulando cualquier plan sobre el que estarían incidiendo los integrantes de la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD). Por eso enfatizaba a los militares a ser "leales siempre, traidores nunca" e ir a los cuarteles y unidades militares "a garantizar la lealtad absoluta de la Fuerza Armada".

Como es sabido, en la elección del 30 de julio no participará la coalición de la MUD que, en cambio, ha llamado a impedir esta contienda y ha convocado a participar el 16 en un plebiscito no vinculante, donde dirán si están o no de acuerdo con un nuevo ordenamiento jurídico. Maduro ha advertido que estos planes de la oposición son ilegales y les ha advertido penas de cárcel a quienes incurran en "delitos electorales".

Para la MUD, su referendo será "el "acto de desobediencia civil más grande" que haya realizado. En el referendo se espera que los convocantes se expresen sobre la elección de los miembros de la ANC, así como si demandan a la Fuerza Armada y a los funcionarios cumplir la actual Constitución y las decisiones de la Asamblea Nacional, controlado por la oposición. Además, los votantes en el referendo pueden dar el sí a la renovación de los Poderes Públicos y "a la realización de elecciones libres y transparentes, así como la conformación de un Gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional".

La oposición sostiene que más de 50.000 voluntarios serán movilizados para intentar que la votación sea un "éxito" en las supuestamente más de 14.000 mesas habilitadas en más de 1.700 edificios de grupos civiles y religiosos de todo el país y que incluso los venezolanos en el extranjero podrán votar también en más de 200 ciudades de todo el mundo. Más allá de que estos números puedan ser reales o no, lo cierto es que la oposición se juega ese día a un nivel de movilización mayor, a más de tres meses de abierta la crisis, y buscar incidir más aún hacia el interior de las Fuerzas Armadas.

Como ya era previsible que el chavismo no se quedaría de brazos cruzados ante el referendo llamado por la MUD, anunció este viernes la celebración de un simulacro de votación para ver la movilización de cara a la Constituyente, un ensayo convocado para el 16 de julio, el mismo día en que la oposición hará su plebiscito. De acuerdo a dirigentes del chavismo, el simulacro de los oficialistas servirá para "ensayar el voto y de esa manera garantizar que la gente vaya con seguridad a escoger sus constituyentes", pero en verdad responde a buscar boicotear directamente el llamado a referendo de la oposición.

Si bien hasta el momento no se conocen estimaciones de participación en las elecciones, las encuestas muestran un alto rechazo a la Constituyente, por eso el propio Maduro ha pedido al equipo de campaña implementar distintos mecanismos para presionar a la participación. En un discurso transmitido obligatoriamente en todas las radios y televisoras, Maduro pidió ayer usar las listas de empleados y "llamar a todos los trabajadores" y a los "que tengan carné de la patria y organizar la forma en que van a ir a votar a las 5:00 el domingo 30 de julio", para que los funcionarios en todos los niveles acudan a votar "sin excusas". Una obligatoriedad que no ha caído para nada bien entre los empleados de la administración pública.

Entretanto, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que viene ubicada en una oposición abierta al gobierno de Maduro, aunque en teoría no expresaría la posición oficial del Vaticano, calificó la elección de la Asamblea Constituyente como la instauración de una "dictadura militar". "Esta asamblea será impuesta por la fuerza y su resultado será la constitucionalización de una dictadura militar, socialista, marxista y comunista", afirmó el presidente de la CEV, Diego Padrón, durante la instalación de la Asamblea Plenaria del Episcopado del país.

Hasta el momento no es muy clara la situación interna de las Fuerzas Armadas, pero todo indica que hay movimientos en los cuarteles por el impacto de la magnitud de la crisis nacional. Cuando Maduro se refiere a “complot” o “conspiración” que estarían siendo controlados, no se refiere a otra cosa, a estas posibles movidas que podrían estar siendo apagadas. Es que la oposición, apoyada en el imperialismo y todo el derechismo internacional, evidentemente no se detiene en utilizar demagógicamente solo cuestiones sobre “democracia” como es el caso de su llamado al referendo, sino presiona con fuerza para que las Fuerzas Armadas terminen de tomar las riendas en la abrupta crisis política, es decir, empuja a una salida por la vía de la fuerza militar, o que algún sector importante de la misma termine de romper el empate catastrófico que mantiene que con el chavismo.

Por eso Maduro, viene apuntalando un mayor control en las Fuerzas Armadas, no sólo con los recientes cambios en el Estado Mayor, sino con la ubicación de militares de mayor confianza en las zonas de mayor concentración de armamento, así como en las 24 Zonas de Defensa Integral y las 7 Regiones Estratégicas de Defensa Integral. Es que tener el control completo en toda la cadena de mando es clave para Maduro, pues de escalar la crisis en estas semanas, los militares son los únicos que le podrían dar una sobrevida a Maduro, como también lo contrario, acortarle los plazos.

En el país se viven momentos críticos y de alta inestabilidad que muy dificilmente se pueda seguir sosteniendo en el tiempo. En un momento político donde la oposición no termina de imponerse y derrotar al gobierno, y éste no consigue darle un jaque a la derecha con sus constantes movilizaciones, la mano militar cada vez más se hace presente, en un contexto donde tanto Maduro como la oposición de la MUD se juegan a una salida que incluya a las FANB. Por eso, en estos días, los ojos están puestos en el comportamiento que se pueda dar en las Fuerzas Armadas o en movimientos internos de la misma, y de allí las afirmaciones de Maduro, incluso sobre los anuncios que sostiene que haría en los próximos días.

De los militares no puede surgir nada progresivo, todo lo contrario, más allá de cómo sean sus próximos movimientos, incluso de algún sector de éstos. Sea por la vía de la fuerza con acciones propias de las FFAA, o por terminar de decidir las fuerzas políticas hacia Maduro terminando de imponer su farsa de Constituyente o por girar su voluntad hacia una salida de la MUD, los trabajadores y el pueblo pobre no pueden esperar nada a favor de estos sectores que además de estar llevando adelante la fuerte represión se han enriquecido en los últimos años en torno a la administración directa de las principales empresas y el control de los recursos del país. Por lo tanto se hace cada vez más necesario pelear por una alternativa de los trabajadores y el pueblo, que sea independiente del gobierno de Maduro y de la oposición de derecha, así como oponerse a cualquier acción de los militares.