Tras el atentado con un explosivo en Salamanca, dónde dos personas perdieron la vida, el presidente anunció que es posible que la FGR atraiga la investigación.
Lunes 20 de septiembre de 2021
Este domingo 19 de septiembre alrededor de las 19 horas, se registró un ataque con explosivo en el restaurante “La Barra 16.04” ubicado en Salamanca, Guanajuato.
Dos personas perdieron la vida y cuatro más resultaron heridas tras la detonación.
Esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó: tenemos antecedentes, eso lo ha identificado la Secretaría de la Defensa Nacional. Se ha informado de que en el estado de Guanajuato más que en otras partes de un tiempo a la fecha han comenzado a utilizar explosivos para cometer crímenes y tratar de crear terror, miedo”.
Obrador añadió que al tratarse de explosivos, es probable que la Fiscalía General de la República atraiga el caso.
Medios locales añadieron que hace dos años se encontraron explosivos en una camioneta estacionada frente a la refinería de Salamanca y en 2020 apareció un vehículo con explosivos en su interior pero en ninguna de estas ocasiones se registraron detonaciones.
Este ataque con explosivo se da en el marco de un recrudecimiento de la violencia en la entidad, más concretamente desde la lucha contra el “huachicoleo” y la persecución de “El marro” exlíder del Cartel de Santa Rosa de Lima.
En 2019 se registraron 4 mil 494 homicidios en la entidad, convirtiéndose en el estado con más asesinatos en todo el país. En 2020 hubo 4 mil 490 homicidios y para este año las cifras no son menores, mil 771 homicidios en lo que va del año, sólo el fin de semana pasado cuando ocurro el atentado en Salamanca, se registraron 26 homicidios en toda la entidad.
En este marco la detención del Marro, para “desarticular” al crimen organizado en la entidad no tuvo ningún efecto. En agosto de este año reaparecieron células vinculadas al Cartel de Jalisco Nueva Generación para declarar liberado el estado del Cartel de Santa Rosa de Lima.
El gobierno federal ha hablado de un “cambio” en la estrategia de seguridad, en la que la captura de capos del narcotráfico y la guerra frontal no son la clave, desplegando una retórica sobre otros caminos como los programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro para atenuar el índice de delincuencia entre la juventud, pero lejos de las palabras las cifras tanto de homicidios y proyectos como la Guardia Nacional hablan de la continuidad de la militarización del país como estrategia central para el combate al narcotráfico.
Según un estudio titulado “las dos guerras” que analiza los datos de la base CIED-PPD solo el 5.45% de los enfrentamientos se detonaron a partir de un ataque a las autoridades, el 9.3% no se puede determinar qué lo detonó y el 85.3% los eventos fueron detonados por la misma actividad de las autoridades. Lo que evidencia que la abrumadora mayoría de los enfrentamientos son detonados por el actuar de las fuerzas armadas.
Mientras el gobierno de Morena y la oposición de derecha se enfrascan en una discusión sobre qué estrategia seguir para el combate del crimen organizado, son miles de jóvenes, trabajadores y mujeres quienes mueren y son contados como “víctimas colaterales” de una supuesta guerra sin fin.
Es urgente exigir la desmilitarización del país y que los recursos implementados en la GN se destinen a salud, educación y cultura, así como la legalización de la marihuana y otras drogas bajo un plan de estatización de la industria bajo control de trabajadores y consumidores para evitar el lucro, con programas de consumidores en riesgo que no partan de la criminalización de los mismos.