Al anunciar tres propuestas de reforma constitucional, AMLO propone que la GN se incorpore a la SEDENA.
Martes 22 de junio de 2021
Desconociendo quizá el principal argumento que permitió dar legitimidad a la Guardia Nacional (GN), un cuerpo de seguridad “ciudadano” y conformado por civiles, AMLO propuso integrar la GN a la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA).
Según las declaraciones del presidente en la mañanera del 15 de junio, la preocupación de fondo es “rescatar” y preservar a la GN de una posible incorporación a la Secretaría de Gobernación, medida que calificó de riesgosa pues “puede echar a perder” la propia GN. Algunos expertos han declarado que este cambio de carácter significaría “burlar los mandatos constitucionales”.
Aunque es un órgano adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, muchas de las funciones de la GN ya corren a cargo de la Sedena (plazas, prestaciones, reclutamiento y formación). Incluso hay candados para que los altos mandos de la GN solo puedan ser ocupados por personas con carrera militar y más de la mitad de su composición deriva de la Sedena.[1]
La consecuencia de esto significaría aprobar que las fuerzas armadas cumplan tareas de seguridad pública, lo cual significaría simple y llanamente un nuevo capítulo en la política de militarización del país implementada por los gobiernos panistas y continuada por la 4T. Además, tendría otras implicaciones para la fiscalización del uso de recursos públicos en tareas de seguridad, minando la transparencia de la GN al integrarla al control de las fuerzas armadas.
También implicaría afectar las tareas de seguridad ciudadana depositadas en los cuerpos policiacos locales, depositándolas en las fuerzas armadas al crear un tercer cuerpo castrense que hasta hoy cuenta con más de 106 mil elementos registrados y 91 mil activos desplegados en territorio nacional.
Los cuestionamientos sobre el riesgo de la reforma han sido planteados en su gran mayoría a partir de estos argumentos, pero ningún experto denunció categóricamente los efectos negativos de las políticas de militarización del país surgidas de la “guerra contra el narco” que decretó Calderón en el 2006.
Cientos de miles de desplazados y asesinados, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, violaciones a derechos humanos, incremento alarmante del feminicidio, fortalecimiento de las redes de trata y del cultivo, producción y comercialización de drogas, armas y personas han sido algunos de los efectos de la militarización del país al identificarse numerosos casos de asociación entre las fuerzas armadas y el crimen organizado.
Frente a la política de militarización del territorio, exigimos un regreso inmediato del ejército y la GN a los cuarteles, así como el cese de la prohibición que mantiene la ilegalidad de las drogas, paraíso de capos y de los empresarios y políticos blanqueadores de dinero. Frente a la inseguridad que enfrenta la población pobre y trabajadora, es necesario desarrollar la autoorganización obrera y popular para organizar la autodefensa. Además, es fundamental levantar la bandera del libre tránsito y plenos derechos para la población migrante, una de las más afectadas por la militarización del territorio nacional y las fronteras como consecuencia de los planes del imperialismo en nuestro país.
[Fuente: Revista Nexos, https://seguridad.nexos.com.mx/la-guardia-nacional-a-sedena-escenarios-posibles/]
