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Red Internacional
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Análisis. Guaymas: el narcotráfico y la violencia contra las mujeres

Un mitin contra la violencia hacia las mujeres bajo las balas, un 25 de noviembre. La postal más brutal del México actual.

Martes 30 de noviembre de 2021

Marisol creció, como muchas jóvenes en México, con la sombra de la amenaza de los feminicidios. Fueron las balas de los sicarios las que arrebataron su vida. Balas que tal vez llegaron como parte del tráfico ilegal de armas de EEUU hacia México.

Cuando se apagaban las movilizaciones de un nuevo 25 de Noviembre en el que millones de mujeres en todo el mundo salimos a las calles a exigir ¡Ni una menos!, con las alas de las mariposas Mirabal en los pies… “Pies para que los quiero, si tengo alas para volar”, como escribió Frida Kahlo.

La noticia cimbró en redes sociales: el ataque en Guaymas. Una joven feminista asesinada. Un golpe bajo más, luego de una jornada de lucha donde lo que más destacó fue el megaoperativo policial montado por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum en Ciudad de México.

Prisas y revuelo: las autoridades salieron a declarar que el ataque no fue contra el mitin feminista, sino que el objetivo era el Secretario de Seguridad de Guaymas, un capitán de Marina que lleva un tiempo en el cargo. El ataque ocurrió frente al palacio municipal desde donde gobierna Karla Córdova, del Morena, en una de las entidades donde el mismo partido de López Obrador obtuvo la gubernatura con Alfonso Durazo, ex secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gabinete presidencial. Se congratulan de la detención de 11 implicados en el ataque, como si sacarlos de circulación bastara para terminar con la violencia.

El ataque representa un desafío al gobierno del Morena, a su estrategia de militarizar la seguridad pública mientras mantiene su discurso “abrazos, no balazos”. Los cárteles dejan su mensaje ante el gobierno, pero en su camino se dirigen también contra la lucha contra la violencia hacia las mujeres. ¿Por qué perpetrar el ataque justo un 25 de Noviembre durante un mitin feminista?

Representa incluso un mensaje, profundamente reaccionario, contra el derecho a la protesta social. Es una muestra evidente de que, al calor de la descomposición y la degradación a la cual el capitalismo arrastra al país, las mujeres sufren las más terribles consecuencias de la violencia, la militarización y la confrontación entre el Estado y los cárteles -que en las últimas décadas se ha combinado con la asociación y la complicidad entre ambos-.

Otorgar cada vez más poder al Ejército y la Marina, profundamente cuestionados con la militarización y la guerra contra el narcotráfico que iniciaron con el gobierno de Felipe Calderón, y evidenciados los vínculos de las fuerzas represivas con el crimen organizado es la apuesta de fondo de AMLO, más allá de su pose derechohumanista.

Por eso en la conmemoración de un nuevo aniversario de la Revolución Mexicana afirmó “Los integrantes de las Fuerzas Armadas son leales a la Constitución y a las instituciones, no han pertenecido ni van a pertenecer, estoy seguro, a la oligarquía. Nunca traicionarán a su gente”. Que se lo explique a los familiares de quienes fueron asesinados o desaparecidos por uniformados.

No hay represión abierta sistemática, pero hay despliegue de las fuerzas represivas para amedrentar y encapsular, como sucedió en la marcha del 25N. Cuando las y los trabajadores que construyen la refinería Dos Bocas, en Tabasco, salieron a protestar, la Guardia Nacional de AMLO y los policías estatales los reprimieron.

Mientras tanto, el crimen organizado prospera, igual que durante los gobiernos del PRIy del PAN. Porque el tráfico de drogas, ilegales, es un negocio millonario, así como otras ramas de la economía “ilegal”, de la que participan no solo capos del narco, sino también altos funcionarios civiles y militares. Y el clima de violencia estructural que azota a México persiste.

Al calor de la militarización, la violencia contra las mujeres se ha exacerbado. Para terminar con este flagelo, es necesario construir un amplio movimiento contra la militarización, por la legalización de las drogas y por los derechos de las mujeres, del que participen trabajadoras, trabajadores, jóvenes y todos los sectores populares.