A días de las elecciones de autoridades del club, recrudece la interna de la barra que conmueve a la ciudad desde el año 2010.
Cecilia Rodríguez @cecilia.laura.r
Jueves 16 de junio de 2016
La interna de la barra de Newell’s volvió a ser noticia estás semanas, en tanto se acerca, este domingo, la elección de autoridades del club. El lunes 6 fue asesinado el cabecilla de la barra brava Matías “El Cuatrero” Franchetti en las cercanías del Coloso del Parque. Éste lunes, balearon el frente de un bar que suelen frecuentar hinchas del conjunto rojinegro. Son los últimos hechos de una seguidilla de internas sangrientas entre barras y narcos que conmociona la ciudad desde el asesinato de Roberto “Pimpi” Camino.
Asesinato del Pimpi y ascenso del Panadero Ochoa
El 19 de marzo de 2010, el “Pimpi”, que había liderado con mano de hierro la barra de NOB desde fines de los 90, recibió el impacto de 5 balas cuando salía de un bar a fumar un cigarrillo. Más tarde su cuerpo fue arrojado desde un BMW en las puertas del Hospital Carrasco. Los autores fueron dos miembros del sector de la barra fiel a Diego “Panadero” Ochoa, que por ese entonces emergía como nuevo líder. A la par, caía el largo reinado de López para asumir nuevas autoridades del Club.
El “Panadero” Ochoa, que ganó su alias por el oficio de su padre, tomó el control con el apoyo de la banda de Los Monos, como se puede verificar en varios testimonios de la causa judicial en su contra. Ochoa convocó como sus hombres de confianza a una serie de nombres que se repetirán a lo largo de las crónicas narcos de la ciudad: entre ellos, Maximiliano “el Quemadito” Rodríguez y el “Pollo” Bassi. Pero rápidamente las internas reaparecieron y precedieron o fueron el origen de la guerra narco que sacude la ciudad desde entonces.
Los Quemados y el Triple Crimen de Villa Moreno
El padre del Quemadito es Sergio Rodríguez, conocido como “el Quemado”. Era un viejo miembro de la barra de NOB y antes de que el mandato de Ochoa se estabilizara planeó junto a su hijo un golpe, que recibió el nombre de “entangada”.
En septiembre de 2010, el Quemadito con otros miembros de la barra retiraron a Ochoa de la popular en pleno partido, lo golpearon y lo dejaron en calzoncillos. La policía completó la afrenta sacándolo del estadio y reconociendo como nueva autoridad al Quemado. Si bien Ochoa recuperó el control luego de la entangada, el hecho desató la violencia.
El clan de los “Quemados” paso a controlar una serie de bunkers de los Monos en la zona sur de Rosario, en tanto el “Pollo” Bassi sería sindicado posteriormente como uno de los asesinos de Claudio “Pájaro” Cantero, el fallecido cabecilla de la banda narco.
Los “Quemados”, con el amparo de Los Monos y la policía, fueron responsables directos del triple crimen de Villa Moreno, donde murieron en una horrorosa balacera con armas policiales los jóvenes militantes del Movimiento 26 de Junio, Jere, Mono y Patom.
Ese trágico 1ro de Enero, alrededor de las 2am, el Quemadito fue emboscado y baleado por un grupo de jóvenes que se dedicaban a mejicanear los bunkers que el Quemado dirigía en Villa Moreno. En el HECA, mientras atendían a su hijo, el Quemado planeó en cuestión de minutos la venganza. Alguien les dio el dato que los responsables estaban en la canchita de Villa Moreno, pero no. Allí solo estaban Jere, Mono, Patom y Moki, el único sobreviviente de lo que describió como una ráfaga de 43 tiros.
Una nueva puja de poder a días de las elecciones
El Quemadito fue asesinado en febrero de 2013, meses antes que el Pájaro Cantero. El Quemado está preso por el crimen de Villa Moreno, luego de una dura lucha por justicia por parte de familiares y organizaciones solidarias. Ochoa fue procesado y está preso por los asesinatos del Pimpi y el Quemadito. Durante un tiempo siguió dirigiendo la barra desde la cárcel pero en el último tiempo asumió el control Matias “El Cuatrero” Franchetti, que el pasado lunes 6 fue asesinado con 6 balazos. El Cuatrero, para variar, también tiene un largo currículum en el negocio narco. Estuvo preso y luego liberado por la causa llamada “Carbón Blanco”, donde casualmente se halla involucrado un testaferro del fallecido titular de la AFA, Grondona. También estuvo implicado en el manejo de un laboratorio de producción de cocaína, que manejaba su hermana y pertenecía a Los Monos.
Con el asesinato de Franchetti, una nueva puja de poder se desata en la barra de NOB, y por ende en la ciudad y en los barrios populares, presos de este entramado narcopolicial, que tiene no solo a las autoridades políticas sino también a las de los clubes de fútbol como cómplices.
Cecilia Rodríguez
Militante del PTS-Frente de Izquierda. Escritora y parte del staff de La Izquierda Diario desde su fundación. Es autora de la novela "El triángulo" (El salmón, 2018) y de Los cuentos de la abuela loba (Hexágono, 2020)