Las familias de la recuperación de tierras en Presidente Perón continúan sufriendo las consecuencias de la lluvia y la inundación, viviendo en condiciones brutales. Mientras, el gobierno insiste en desconocer la cantidad de familias que permanecen allí, 1400, constatadas por el CELS y Serpaj, y la orden de desalojo dictada por la Justicia sigue vigente. ¿Cómo continúa la lucha y organización de quienes reclaman una vivienda para sus hijos?
Domingo 25 de octubre de 2020 19:47
Foto: Sebastián Linero - Enfoque Rojo
Otro día de temporal amaneció en Guernica, mientras las familias intentaban secar las frazadas, colchones y zapatillas que quedaron bajo el agua este jueves, realizando tareas de drenaje del terreno con la ayuda de trabajadores, jóvenes y estudiantes que se acercaron a llevar donaciones y solidarizarse con la pelea por una tierra para vivir.
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En ese marco, las asambleas que habían realizado este sábado los vecinos y vecinas en la recuperación de tierras rechazaron ampliamente la propuesta inaceptable y extorsiva del gobierno y la Justicia, que consiste en ubicar “transitoriamente” a 650 familias en un “lote de seis hectáreas y dos dispositivos cubiertos”.
De esta propuesta del gobierno surgieron dos grandes peleas. Por un lado, que las autoridades provinciales deben aceptar el número arrojado por el último relevamiento, del que participaron como veedores organismos de la lucha por los Derechos Humanos como el CELS y el Serpaj, este último con el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel entre sus filas. Este censo constató la presencia de 1400 familias en el predio, una cifra muy distante de la propuesta del gobernador Axel Kicillof y el ministro Andrés Larroque que alcanzaría tan solo a 650 de las familias. Estos funcionarios dijeron que había "gente" que no estaba en el censo anterior, como si fuese un gran pecado quedar en la calle uno o dos meses después. A esos y esas que "llegaron tarde", para Larroque, ni justicia.
Por el otro, hace falta una solución concreta y definitiva para el reclamo habitacional que sostienen las familias de Guernica que se mantienen firmes, después de pasar más de tres meses viviendo a la intemperie, sin los servicios básicos y viviendo en condiciones inhumanas junto a sus hijos.
A lo que se viene negando hasta ahora el gobierno de Kicillof y Larroque es a que los terrenos que promete (y regatea como en una feria, cuando se trata de la vida de familias con hijos) es dar una salida definitiva. Ofrecen terrenos -menos de los necesarios- pero al mismo tiempo les piden que esperen seis largos meses, mientras mantiene la orden de desalojo vigente y el hostigamiento policial. De esta forma busca que se vayan a lugares transitorios, impidiendo que construyan sus casitas para protegerse mejor del frío y de la lluvia y realicen de manera segura las intalaciones de luz y agua, algo necesario como mínimo para poder vivir dignamente y dejar de dormir en el barro. Los organismos de Derechos Humanos presentaron un plan para ser ellos mismos quienes garanticen una transición hacia una solución definitiva del problema. Esto puede implicar perfectamente que los y las vecinas vayan a los terrenos definitivos y allí comiencen las tareas monitoreadas en esos meses para que los lugares sean realmente habitables. Se le podría dar trabajos con este fin a muchos vecinos que se quedaron sin empleo,.
Sin embargo el gobierno aún se niega a aceptar esto. Es tal el nivel de desprecio, que incluso habiéndose ya anunciado la existencia de 3000 lotes en Presidente Perón dentro del Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Habitat como “respuesta” al deficit habitacional provincial, el gobierno no quiere entregarlos inmediatamente, aunque el frío es ahora y las fiestas están por venir. Prefieren que muchos vivan en el barro, así ellos pueden entregar las casas como parte de los anuncios de campaña electoral. Despreciable.
Como reflejamos en La Izquierda Diario, en las asambleas se plantearon distintas contrapropuestas que exijan al gobierno una tierra definitiva para las 1400 familias que continúan en el predio, para dejar de vivir junto a sus hijos en el barro, bajo la lluvia, sin agua y viviendo todo tipo de necesidades. Incluso en algunos barrios de la recuperación de tierras, como en La Lucha, votaron también hacer un llamado a la solidaridad a los centros de estudiantes, organismos de derechos humanos y sindicatos independientes, convocándolos a realizar un acampe y poner en pie cortes y movilizaciones ante la amenaza de desalojo por parte de la Justicia y el gobierno de Kicillof.
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Sin embargo, aunque las contrapropuestas planteadas por los vecinos hicieron especial hincapié en la exigencia al gobierno de una solución que incluya tierra definitiva sin "transiciones" para poder construir sus casas, en el comunicado difundido este sábado por la noche por los delegados y organizaciones de la recuperación de tierras esta palabra fue omitida.
Hay que decirlo claramente porque esa es la intención de los vecinos. En estas horas sumamente decisivas para el destino de esta pelea y frente a las maniobras del gobierno que intenta por todas las vías dividir, quebrar y extorsionar a quienes reclaman por este derecho elemental, un punto tan importante como este tiene que explicitarse claramente y que sea para los 1400.
En ese sentido, para garantizar que una salida de este tipo pueda existir, la puesta en pie de un plan de lucha, el llamado a la solidaridad que se acordó en las asambleas, invitando a centros de estudiantes, trabajadores en lucha y organismos de Derechos Humanos a realizar un acampe para evitar el desalojo, y la convocatoria a cortes y movilizaciones en todo el país contra el desalojo en Guernica, cobran una importancia elemental para torcer la balanza contra una salida represiva y a favor del reclamo de las familias que no pueden vivir un día más en el barro, sin una casa propia y un lugar seguro donde dormir.
Mientras, referentes de la derecha como Patricia Bullrich agitan como única salida la represión abierta a las familias sin techo. El gobierno se niega a descartar esta resolución amparándose en el verso de la “independencia” de la Justicia, el mismo poder que según denuncian referentes de la coalición de gobierno, arma causas a sus dirigentes como Cristina Fernández.
Lo que se demostró estos días con las consecuencias del temporal es que las familias continúan firmes en su lucha, que no están dispuestas a aceptar engaños y maniobras por parte del gobierno, y que la solidaridad que las rodea es cada vez más grande. Los pronunciamieintos de apoyo se multiplican como han hecho referentes de la lucha por los derechos humanos, como Nora Cortiñas, Perez Esquivel, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, personalidades como Zaffaroni, referentes del movimiento de mujeres y el colectivo Ni Una Menos, entre otras. El viernes se hizo una gran marcha a Plaza de Mayo con miles de compañeros y compañeras. Este mismo sábado una delegación de trabajadores, estudiantes, docentes y jóvenes del Movimiento de Agrupaciones Clasistas se acercaron a solidarizarse durante el temporal luego de juntar solidaridad en fabricas, empresas y universidades.
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El apoyo a las familias que quedaron sin trabajo durante la pandemia, sin la posibilidad de pagar un alquiler, y que hoy protagonizan una de las recuperaciones de tierras más grandes de los últimos años se torna fundamental. El resultado de la pelea por lotes definitivos, para poder construir y vivir en condiciones dignas, para todas las familias que se encuentran reclamando una tierra cobra especial relevancia en el contexto nacional de crisis económica que afecta a millones de trabajadores. Por eso estamos con ellos y con ellas.