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Red Internacional
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[Entrevista]. Guerra, crisis e inflación en Europa: ¿Qué respuesta da la clase trabajadora?

Presentamos una entrevista que realizó el programa "Basta de Verso" a Santiago Lupe editor de la Izquierda Diario del Estado español, que integra la Red Internacional de diarios. Nos habla sobre Los procesos de huelgas en varios países europeos, los levantamientos por el hambre en países africanos y asiáticos y la importancia que Latinoamérica tiene para Europa y Estados Unidos.

Viernes 19 de agosto de 2022 01:07

"La guerra reaccionaria de Rusia a Ucrania y la escalada de sanciones imperialistas han provocado un incremento brutal fundamentalmente de la energía, pero también del trigo y elementos para la agricultura como fertilizantes, etc. Para que nos hagamos una idea la inflación media interanual, hoy en Europa, es del 8,9%. Es la más alta de los últimos 40 años, pero esa inflación cuando uno va a la economía real se observa que es mucho mayor: los alimentos han subido un 15% y los combustibles un 50%, en el caso del Estado español, la electricidad ha tenido un aumento interanual del 100%, se duplicó la factura de la luz y del gas también para los hogares.

Los procesos de lucha que se dan es por recomposición salarial. Ahora mismo, los Estados están teniendo la política de no dar aumentos acordes al nivel inflacionario, sino que se queden en un 2% o 3%. Porque al mismo tiempo que tenemos esta inflación, estamos viendo obscenas ganancias mil millonarias de las empresas, como las eléctricas o el sistema financiero."

Ante la pregunta de cómo está la clase obrera luchando frente a esta situación, Santiago Lupe contó que "el Reino Unido es como el epicentro. El otro día daban la noticia de que la factura de la luz puede llegar allí a 600 euros, que es un tercio de los ingresos medios de una familia. Eso explica también el nivel de combatividad que está habiendo, sobre todo los ferroviarios fueron los primeros en hacer unas huelgas como no se veía en décadas. Este sábado vuelven a la huelga, este viernes el metro de Londres sale a la huelga también, los trabajadores del correo, las enfermeras (N.E.: el sindicato de enfermeras inició un proceso de consulta para ir al paro, representa medio millón de enfermeras). También los trabajadores de Amazon están luchando por que se les suba 2 libras a la hora de trabajo y el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, dice no: solo 35 peñiques.

Pero esto también se ve en otros países europeos como en Bélgica donde hubo un paro nacional, en Alemania con los portuarios, en el mismo Estado Español. Son huelgas inusuales, no solo por su extensión sino porque esos trabajadores hacía mucho tiempo que no salían a la lucha. El hecho de que las burocracias sindicales se pongan a la cabeza de estas luchas es expresión de que por abajo hay mucho descontento, pero también con la intención de que esas luchas queden aisladas, están en contra no solo de que se desarrollen asambleas y una organización, sino de que se coordinen. Ese es uno de los grandes problemas: que las luchas queden aisladas, porque evita que se pueda ganar.

Un elemento importante acá, es que esta política también hace que las luchas queden limitadas a una cuestión salarial o económica. Estamos hablando de países imperialistas que ahora mismo están haciendo un rearme militar. El papel más criminal de estas direcciones sindicales es que son sostenes de los gobiernos y sus planes de rearme, de endurecimiento de leyes migratorias. Se niegan a que la clase trabajadora salga a luchar no solamente por el salario, sino por detener esta maquinaria de guerra y de barbarie. Por eso fue tan importante, aunque de vanguardia, la movilización de un sector alternativo de trabajadores en Italia que salió a movilizarse bajo el lema: "bajen las armas, suban los salarios". Ellos vinculaban la necesidad de luchar por el salario, con detener la maquinaria bélica.

Hablamos de las consecuencias de la guerra, pero donde realmente esas consecuencias están siendo catastróficas es en África, es un continente que importa el 85% de los granos que consumen. Las sanciones imperialistas por la guerra, y el bloqueo de Rusia a puertos de Ucrania está haciendo que esos granos no lleguen, a eso se le suma una sequía enorme, producto del cambio climático que tiene en África uno de los epicentros. Esto lógicamente provoca un aumento de la migración, miles de personas que buscan migrar hacia el norte, hacia Europa. Es eso y también revueltas o los primeros conatos de revueltas por el hambre, ya lo vemos en Sierra Leona, en Burkina Faso, en Sudán.

¿Y cómo responden las "democracias" europeas?, con un endurecimiento de las leyes migratorias. La Unión Europea acaba de dar una "ayuda" a Marruecos de 500 millones de euros para que Marruecos fortalezca su política migratoria. La anterior cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid, definió que el norte de África tenía que ser una zona de un interés para los países imperialistas, tan importante como el este europeo. Para eso se les dice a los países del norte africano que si no actúan como gendarmes europeos, sino hacen todo lo posible para detener ese flujo migratorio, se puede considerar que están atacando a un país miembro de la Alianza y justificar una intervención para controlar a sangre y fuego la migración.

Esta política también hace que la extrema derecha se fortalezca, gobiernos de centroizquierda como el español, que aplican estos programas que son de la derecha y eso hace que esa extrema derecha se fortalezca más."

Hablando ya de nuestra región Latinoamérica y en particular de Argentina, Santiago Lupe nos decía lo siguiente: "Es evidente que sois parte de la misma lucha, frente al ajuste que el gobierno en Argentina acaba de anunciar, tiene también el marco de fondo del que hablaba recién. El propio continente de América Latina va a ser un territorio de disputa entre Estados Unidos y la Unión Europea. Hoy mismo se publicó un informe de la U.E. que decía que tienen que volver a poner los ojos en América Latina, porque se lo han quedado todo entre Rusia y China.

Nosotros, al igual que el PTS en Argentina (N.E.: junto con el resto de las organizaciones que integran la "Fracción trotskista-Cuarta Internacional), también peleamos por aumentos salariales, por las 6 horas de trabajo, sin rebaja salarial, etc. Pero también con la perspectiva de que tienen que gobernar las trabajadoras y trabajadores, pero no solamente para no morirnos de hambre, o no perder el puesto de trabajo, sino porque solo un gobierno de la clase trabajadora puede establecer otro tipo de relaciones entre los pueblos, que no estén basadas en el saqueo y en la guerra, como ahora."