Los hechos preceden por dos meses a la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y acontecen de modo similar. El caso se dio a conocer el 26 de noviembre por la televisora francesa France 24.
Sábado 29 de noviembre de 2014
Fotografía: Reuters
El pasado 26 de noviembre la televisora francesa france 24 dio a conocer el caso: fueron 31 jóvenes que iban saliendo de la secundaria Justo Sierra, ubicada a un costado de la presidencia municipal de Cocula, el último día de clases el pasado 17 de julio.
Según diversos testimonios, los hombres que se llevaron a los estudiantes iban armados, encapuchados, vestidos de azul marino y ocupaban vehículos de la policía municipal. El secuestro se produjo a plena luz del día.
La policía municipal de Cocula -junto con la de Iguala- está implicada en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Las autoridades federales han reconocido que ambas policías actúan coludidas con la organización criminal Guerreros Unidos, una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Los habitantes de este poblado guardaron silencio con respecto a este agravio, debido al temor ocasionado por los mismos grupos delictivos que se llevaron a sus hijos. Los secuestradores amenazaron con matarles si los denunciaban a las autoridades.
No fue sino hasta este 26 de noviembre que los pobladores decidieron romper el silencio frente a la televisora extranjera, no sin antes asegurar su integridad ocultando su rostro. Esto fue lo que dijo una de las madres en entrevista a la cadena: “El pasado 17 de julio yo estaba en el centro del mercado cuando los asesinos llegaron y se llevaron a los niños. Ellos se llevaron a mi hija con los otros. Ellos se los llevaron cuando salían de la escuela y no sabemos para dónde se los llevaron”.
El día de ayer, autoridades mexicanas reconocieron la desaparición de estos jóvenes, señalando además el gobernador del estado de Guerrero, que en realidad dichas desapariciones se dieron el año pasado entre el 2 y 3 de julio, generando incongruencia con los datos y testimonios presentados por la televisora francesa. De cualquier manera, estas declaraciones revelan que las autoridades tenían conocimiento del caso y lo habían mantenido en silencio.
Con respecto a este suceso el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, señaló que el hecho está documentado a pesar de no haber denuncia, "no hay más información al respecto", refirió el funcionario. Intentando dar un giro al tema, se refirió a las reformas en materia de seguridad que su gobierno trabajó en conjunto con el estado de Michoacán para restablecer el “estado de derecho”.
En el marco de la crisis de legitimidad por la que atraviesa el régimen político mexicano a dos meses de la masacre de Iguala y la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, este nuevo escándalo de Cocula ha cobrado rápidamente dimensiones internacionales, atizando la indignación de los cientos de miles que por todo el país exigen ¡Fuera Peña!, y seguramente se manifestará en la movilización nacional que se prepara para este primero de diciembre, a dos años del regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Los Pinos.