Reproducimos la declaración del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), ante las elecciones municipales de este domingo.
Sábado 22 de octubre de 2016
Estas elecciones municipales se dan en un marco político particular. Se trata de las primeras elecciones que se realizan luego de que estallaran los escándalos de Penta, SQM, Caval y Corpesca. Los casos de corrupción profundizaron la crisis del régimen político heredado de la dictadura, puesto que ante los ojos de millones quedó en evidencia que los partidos de la Nueva Mayoría y de la derecha no son más que instrumentos políticos de los empresarios.
El ambiente es muy distinto al que se respiraba en las elecciones municipales anteriores. El gobierno de Bachelet ha fracasado en su objetivo de recomponer la gobernabilidad canalizando las movilizaciones mediante un programa de reformas. Nadie está conforme con la reforma educativa, tributaria, laboral y el “proceso constituyente”. No sólo no han dado respuesta a las demandas instaladas por el movimiento estudiantil y los trabajadores, sino que incluso han implicado retrocesos como queda en evidencia con la reforma laboral. Hoy la clase dominante toma nota del amplio rechazo al gobierno de Bachelet y busca responder a la crisis del régimen con un discurso más de derecha, personificado en figuras como Lagos o Piñera
A su vez, esta coyuntura electoral se da en el marco de las multitudinarias movilizaciones por acabar con las AFP y las elecciones se realizarán a días de la masiva marcha contra la violencia machista “Ni una menos”. Los fenómenos de lucha y organización protagonizados por estudiantes, trabajadores y mujeres, el cuestionamiento a pilares fundamentales del legado de Pinochet y el amplio rechazo a la casta política de los empresarios, son un punto de apoyo para plantearse la construcción de una alternativa política propia de los trabajadores que apunte por acabar con toda la herencia de la dictadura.
Este desplazamiento a izquierda de importantes sectores de masa, constituye la base de la emergencia de nuevos fenómenos políticos. En estas elecciones, la expresión más visible de dichos fenómenos son las candidaturas del llamado “Frente Amplio” encabezado por grupos como Revolución Democrática, Movimiento Autonomista, Nueva Democracia e Izquierda Libertaria y que tienen como referentes a Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Cristian Cuevas.
Estas candidaturas han generado la simpatía de varios de los sectores que se han movilizado durante los últimos años, de quienes repudian a los partidos tradicionales del régimen y de los miles que han hecho una experiencia con el Partido Comunista y han visto cómo este partido se ha integrado al régimen y sostiene por izquierda a un gobierno al servicio de los empresarios.
En este análisis, debemos ser claros en plantear que el proyecto político encabezado por Gabriel Boric y Giorgio Jackson, al mismo tiempo que refleja un hecho progresivo, como es el ánimo a izquierda de amplios sectores, también tiende a configurarse como un “nuevo reformismo” que alienta las ilusiones de que es posible conquistar cambios significativos desde las instituciones de esta democracia para ricos, como son los municipios o el parlamento. Por esta vía, en vez de profundizar el cuestionamiento a la democracia capitalista, pueden constituirse como una vía para oxigenar a un régimen profundamente cuestionado.
Desde nuestro punto de vista, lo que hoy está planteado es la necesidad de levantar una alternativa política propia de las y los trabajadores, con un perfil claramente anticapitalista y una estrategia revolucionaria, obrera y socialista, que ponga en el centro la independencia política de los trabajadores frente al empresariado. En el actual contexto, no cabe duda que la participación en las elecciones constituye una táctica importante para establecer un diálogo político con amplios sectores. Pero este diálogo debe estar al servicio de construir dicha alternativa política; de profundizar el cuestionamiento a las instituciones del régimen y no de aplacarlo; de agitar ampliamente un programa que apunte a acabar con la herencia de la dictadura, explicando que sólo podremos conseguirlo a través de la movilización de los trabajadores y el pueblo, y no de la conquista progresiva de espacios dentro del régimen.
Las elecciones pueden ser una oportunidad para denunciar fuertemente a los políticos corruptos de los empresarios, con diálogos concretos como es la exigencia de que todo diputado, alcalde, concejal y demás cargos ganen lo mismo que un trabajador calificado; de fortalecer la lucha por acabar con las AFP y por un sistema de reparto solidario administrado por los trabajadores y pensionados; contra la violencia de género y por el aborto legal, seguro y gratuito garantizado por el sistema de salud pública; por una educación completamente gratuita mediante el acceso universal a las universidades del Estado y el fin a los subsidios a los privados; por acabar con el Código Laboral de la dictadura y asegurar la negociación colectiva por rama, el derecho a huelga sin restricciones y el fin al subcontrato; de desnudar los enclaves antidemocráticos, exigiendo la revocabilidad de todos los cargos de elección popular, la abolición del Senado y por un parlamento unicameral; de plantear la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización de los trabajadores y el pueblo.
Un programa de estas características debe ligar dichas demandas con la perspectiva revolucionaria de un gobierno de los trabajadores. En el actual contexto, no vemos un referente que encare la participación electoral desde esta perspectiva, por lo que votaremos nulo o nos abstendremos. Nuestros esfuerzos seguirán encaminados a construir una alternativa política anticapitalista, obrera y socialista.
Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR)