Con el voto favorable de Camila Vallejos y el apoyo de los rectores la reforma a las universidades estatales continua su trámite en el congreso, en este escenario ¿qué debe hacer el movimiento estudiantil?
Jueves 7 de septiembre de 2017
Con votación dividida entre los ex dirigentes estudiantiles, y el apoyo de la derecha, fue aprobada la reforma educacional a las universidades estatales impulsada por el gobierno de Bachelet en la comisión de educación de la cámara de diputados, quedando lista para su siguiente trámite legislativo que vendría a ser la votación en la sala de la cámara.
El proyecto que establece una fuerte intervención de los gobiernos de turno en los planteles universitarios de propiedad del estado y no garantiza un aumento sustancial del financiamiento, una ley que es ajena a la demanda de una educación gratuita para todos y al necesario aumento de la matricula pública, dejando el tema del financiamiento para futuros gobiernos según el crecimiento económico según señaló la ministra de educación Adriana del Piano, parece avanzar con un fuerte consenso entre los partidos políticos tradicionales, muchos de los cuales han resguardado durante años el mercado educativo y las ganancias de los empresarios de la educación.
El proyecto incluso ha generado roces entre los rectores de los principales planteles del estado, pese a que es de público conocimiento un acuerdo entre el CUECH y el MINEDUC para avanzar en la tramitación del proyecto, mientras Zolezzi ha salido a dar un respaldo completo al proyecto que a su juicio moderniza los planteles del estado, Vivaldi ha optado por una estrategia de negociación buscando apoyo de la comunidad universitaria con miras a incidir en cambios parciales que garanticen la autonomía de la Chile, lo que se presenta como una desavenencia en público son en realidad distintas apuestas de mantener los privilegios de rectores y académicos de más alta jerarquía en la tramitación del proyecto, en desmedro de los estudiantes, funcionarios y la mayoría de los académicos.
Con este nivel de consenso entre los partidos políticos del régimen, los rectores y el gobierno, el camino para la reforma en el congreso parece estar allanado independiente de modificaciones parciales que pueda tener, o de impasses producto de las negociaciones políticas propias de las épocas electorales.
En este escenario es necesario que el movimiento estudiantil se desmarque completamente de una reforma que seguirá garantizando el modelo educativo de la dictadura para las universidades del estado y por tanto mantendrá el negocio de los empresarios en la educación, con una política independiente de los rectores, los partidos del régimen y el gobierno quienes buscan nuevamente arremeter contra los estudiantes y trabajadores de la educación, exigiendo el retiro de esta reforma y reponiendo con fuerza la lucha por una educación gratuita, de calidad, democrática, nacional y no sexista.
En un contexto marcado por las elecciones, es importante que los estudiantes salgamos activamente a hacer política hacia los trabajadores, las mujeres y la juventud para cobrar a esos políticos que legislan a favor de los empresarios los costos de negarnos derechos básicos como la salud, la vivienda, pensiones dignas la educación que podrían ser financiados con la re nacionalización de los recursos naturales que nos pertenecen a todos y con los que hoy los empresarios llenan sus bolsillos, buscando organizar en los lugares de trabajo y estudios una fuerza capaz de transformar radicalmente esta sociedad.
Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario