La Autoridad de Energía Estatal (AEE) tiene hasta el 10 de diciembre para reestructurar su deuda y el gobierno isleño anunció la emisión de un “superbono”. Mientras tanto, el desempleo según cifras oficiales está en 12.4%.
Martes 24 de noviembre de 2015
La reestructuración de la deuda de la AEE no viene sola: la acompaña un proyecto de ley para reestructurar la empresa estatal, la llamada Ley para la Revitalización de la Autoridad de Energía Estatal.
Entre otras cuestiones, este proyecto de ley que se tratará durante diciembre, incluye la apertura a realizar Acuerdos Públicos-Privados, es decir abre la puerta a la privatización. Asimismo, propone la cobertura de los puestos gerenciales con tecnócratas, y plantea un avance en la productividad del trabajo. O sea, que las horas de trabajo de quienes laboran en la AEE rindan más, lo cual significa aumento del ritmo de la producción, de la jornada laboral y el cierre de plazas.
Respecto al “superbono” el panorama no es mejor: se está planeando la emisión de un bono que se crearía para entregar a los acreedores a cambio de la deuda pendiente a negociarse. Lo cual implica sólo postergar los pagos para más adelante.
Tanto los fondos buitre –tenedores de la deuda- como el gobierno de la isla trabajan a su vez sobre el plan económico de ajuste fiscal propuesto por el nefasto “Informe Krueger”, elaborado por ex asesores del FMI.
El gobierno de García Padilla está obligado a abonar unos 354 millones de dólares en notas del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) y 331 millones en obligaciones generales (GOs en inglés), en diciembre y enero próximos.
García Padilla demanda aplicación de Ley de quiebras
En un discurso nada sutil, el gobernador de la isla advirtió a la administración Obama que de no conceder la Ley de Quiebras –lo que implica cambiar el estatus de la isla a ser un estado más del imperialismo estadounidense- el pueblo puertorriqueño puede castigar tanto al partido demócrata en las próximas elecciones presidenciales de 2016. “Hay más de un millón de puertorriqueños en Florida, un estado que decanta elecciones. Ellos pueden decidirles”, señaló en el Foro Invertir en Puerto Rico.
En ese mismo foro, Alberto Bacó Bagué, secretario de desarrollo económico y crecimiento de la isla, destacó que Puerto Rico es un paraíso fiscal que funge como puerta de entrada a Estados Unidos para las empresas, ya que sólo deben pagar en concepto de impuestos 4% de las ganancias que repatrian a sus países de origen.
Si a esto se le suman la ofensiva en la precarización laboral de los trabajadores de la isla, para los capitales internacionales es un negocio perfecto. Mientras tanto, los trabajadores y los sectores populares ven deteriorarse día con día sus condiciones de vida.
El desguace de la AEE, en proceso
Mientras se llevan a cabo las negociaciones de la reestructuración de la deuda pública de la empresa estatal, los directivos avanzan en el endeudamiento.
Recientemente se dio a conocer que firmaron un contrato millonario con J. Frank Associates, LLC, para “recomponer” la imagen de la AEE ante el público. Sólo hasta abril de 2016 esta compañía cobrará la friolera de un millón de dólares.
Este verdadero saqueo de las arcas de la AEE se suma al millonario salario que percibe Lisa Donahue, la oficial de la reestructuración de la deuda de la institución estatal. Asciende, ni más ni menos que a 7 millones de dólares.
Es evidente que la política del gobierno de García Padilla es dar pasos cualitativos hacia el vaciamiento de la AEE y su posterior privatización. A esta ofensiva gubernamental contra el pueblo puertorriqueño se suma la avanzada en la precarización laboral de las y los trabajadores de la compañía estatal de energía.
Si esta precarización se asienta, es evidente que avanzará sobre el conjunto de la clase trabajadora de la isla.
Por eso, frente a esta salida reaccionaria a la crisis que pretenden imponer los fondos buitres, es necesario que los trabajadores opongan su propia salida, con la movilización en las calles y un paro general, hacia la huelga general política, para imponer el desconocimiento de la deuda pública de la isla y contra las medidas de ajuste fiscal.
Y de la mano de esta medida de lucha es necesario que la clase trabajadora de la isla tienda lazos solidarios con los puertorriqueños que residen en el continente y también con los migrantes de todas las latitudes que sufren la criminalización y la precarización en el corazón del imperialismo, así como con la comunidad afroamericana que enfrenta la violencia policial.
Sólo la unidad de los de abajo puede frenar esta ofensiva imperialista.
Con información de la agencia EFE, diario El Nuevo Día, Univision y El País.