Se aprobó la reforma de la seguridad social. Hagamos que caiga con la lucha

Luego de meses de idas y vueltas el gobierno finalmente logró la aprobación parlamentaria de su proyecto de reforma jubilatoria.

Se concreta así uno de los ejes centrales en los que se propuso avanzar Lacalle Pou desde que asumió su gestión; objetivo que reafirmó a comienzos de 2022 la misma noche en que el plebiscito contra la LUC no llegó a los votos necesarios; cuando anunció que la aprobación de la reforma era su principal aspiración en lo quedaba de su mandato.

La propia LUC había autorizado la creación de un “Comité de expertos”, espacio promovido por el gobierno y encabezado por Rodolfo Saldain, donde se fueron armando los principales ejes de la propuesta. El gobierno quiso también con este Comité dar una apariencia de discusión y consulta con la sociedad, pero en realidad no era mucho más que una pantalla, ya que siempre terminaba prevaleciendo el punto de vista del gobierno.

Luego del anuncio del borrador final elaborado en esa comisión, los partidos integrantes de la Coalición (principalmente Cabildo Abierto y el Partido Colorado) fueron promoviendo distintos cambios, hasta que se llegó a un acuerdo y un proyecto que fue el que finalmente votaron ambas cámaras legislativas en esta última semana.

Estas idas y vueltas entre los socios de la coalición no modificaron lo fundamental del proyecto que impulsó el gobierno: las y los trabajadores tendremos que trabajar más años para cobrar jubilaciones menores, mientras las AFAPs reciben nuevos beneficios que les permitirán aumentar aún más sus ganancias. En el camino quedaron mínimas reformas que afectaban a los militares, los que lograron (gracias fundamentalmente a la acción de Cabildo Abierto) preservar sus privilegios.

Como venimos señalando en distintas notas desde La Izquierda Diario Uruguay la reforma está a tono con los lineamientos del FMI, Banco Mundial y otros organismos del imperialismo, y está hecho a la medida de los capitales financieros y de la promoción del lucro privado. Lacalle, y toda la coalición se han puesto al servicio, en esto como en tantos otros temas, de los empresarios y el imperialismo.

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¿Qué han hecho el Frente Amplio y el PIT-CNT?

La palabra complicidad no le queda grande al Frente Amplio. Si bien en este último tiempo, cuando las encuestas marcan que la reforma es claramente impopular y genera un masivo rechazo, han posado de opositores, no se puede entender la aprobación de esta ley por parte del gobierno sin considerar el rol del FA.

De hecho fueron los propios dirigentes del Frente los que al acercarse el final del tercer periodo de gobierno (allá por 2018 y 2019), instalaron el tema de la “inevitabilidad” y necesidad de una reforma.

Lo hicieron además en sintonía con lo que Lacalle hizo cuando llegó su turno de gobernar: Por un lado importantes dirigentes como Mujica o Astori plantearon que era inevitable subir la edad de retiro y por otra parte en sus 15 años de gobierno no tocaron los negocios de las AFAPs, o sea dieron rienda suelta al lucro privado al igual que lo hace el gobierno actual con esta nueva ley.

Sabemos que a la interna de la coalición de “izquierda” hay quienes discrepan y plantean la oposición formal al proyecto de Lacalle, pero en la práctica poco han hecho y terminan encolumnados detrás de la posición oficial. En estas últimas semanas, cuando incluso había un paro dispuesto si se aprobaba la ley, Mujica ya adelantaba que a lo sumo el FA implementará pequeños cambios, pero que ni el aumento de la edad de retiro ni las AFAPs, se van a tocar en un eventual cuarto gobierno.

En este tiempo de tratamiento de la ley han tenido una posición en general ambigua, criticando aspectos parciales pero sin denunciar el ataque que recibe el pueblo trabajador con esta ley.

El PIT-CNT tampoco ha estado a la altura de la situación. En todos estos años, mientras el gobierno avanzaba con su proyecto, fue incapaz de organizar un plan de lucha serio ni plantear una discusión democrática desde las bases para definir como las y los trabajadores iban a enfrentar la reforma.

A lo sumo, llamaban a paros aislados y sin continuidad; sabiendo que de esa manera no se iba a enfrentar ni frenar al gobierno.

Este lunes pasado, cuando ya era un hecho que había acuerdo en la Coalición para votar el proyecto de ley llamaron a un paro de manera improvisada y a último momento; su política no ofrece una salida a las y los trabajadores sino que actúa como furgón de cola del Frente Amplio, generando (falsas) ilusiones en un futuro gobierno, canalizando el descontento hacía las próximas elecciones.

La fuerza de la clase obrera es la que puede enfrentar los planes de la derecha

Para enfrentar seriamente al gobierno y su política neoliberal hay que tomar el camino opuesto al que ofrecen los dirigentes del FA y del PIT-CNT.

La lucha de las y los trabajadores franceses son el espejo donde mirarnos si queremos organizar una oposición seria a la derecha. La movilización en las calles, con una amplia discusión en las bases obreras es la que puede poner en jaque los planes de la derecha.

En vísperas de un nuevo 1 de mayo, día internacional de las y los trabajadores, hay que apelar a la fuerza de la clase trabajadora, la clase que realmente hace que funcione el país y su economía, para poner de pie un movimiento que cuestione de raíz [la reforma Jubilstoria], y los pilares que este gobierno de Coalición Multicolor, lleva adelante, en función de los empresarios y los capitalistas, descargando de esta forma toda la crisis sobre las y los trabajadores, rebajando sus derechos, sus conquistas y sus condiciones de vida.

Por esto decimos que debemos pelear concientemente unidos en las calles, para revertir este embate neoliberal que nos imponen

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